El Instituto de Meteorología de Cuba pronosticó que habrá 17 ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico tropical durante la actual temporada ciclónica, que concluye el 30 de noviembre.
De los ciclones, nueve pueden llegar a ser huracanes. Esta será la séptima temporada ciclónica consecutiva con un comportamiento más activo de lo normal, informó el sitio oficial Cubadebate.
La proyección es superior al promedio histórico de 14 ciclones para la serie de años entre 1991 y 2020, según una actualización hecha por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por su sigla en inglés).
En cuanto a los huracanes, el peligro de recibir el impacto de alguno es elevado para Cuba (60%).
"Hay temporadas poco activas en las que un fenómeno de este tipo nos afecta, y otras donde hay mucha actividad y ningún ciclón nos impacta. La enseñanza es que no importa si la temporada es poco activa o no, siempre hay que estar preparados y alertas," dijo Aylín Caridad Jústiz Águila, jefa del Centro de Física de la Atmósfera y meteoróloga.
Jústiz Águila consideró que "la población ha ganado cultura meteorológica" y eso condiciona la profesionalidad de los pronósticos del tiempo. La especialista recordó la influencia del doctor José Rubiera en estas actividades.
En realidad, los cubanos tienen amargas experiencias de los huracanes. El Gobierno moviliza a la Defensa Civil y organiza evacuaciones forzosas para evitar las muertes, pero cuando vuelven a sus viviendas los afectados se encuentran con pérdidas irreparables.
Miles de familias llevan décadas viviendo en albergues estatales colapsados, mientras las pérdidas ocasionadas por los huracanes en el fondo habitacional se acumulan año tras año sin que el Gobierno sea capaz de solucionarlas.
Los planes estatales de construcción de viviendas se incumplen desde hace décadas.