Tras más de un mes del desastre en la Base de Supertanqueros de Matanzas, 11 personas heridas en el devastador incendio siguen ingresadas y cuatro de ellas permanecen en estado crítico, mientras 21 familias esperan por una nueva vivienda. En La Habana, cuatro meses después de la explosión del Hotel Saratoga, todavía quedan labores de limpieza en la instalación, se trabaja en el apuntalamiento de estructuras, mientras decenas de vecinos afectados siguen sin solución para sus hogares.
Así trascendió el martes en una reunión encabezada por Miguel Díaz-Canel sobre las dos catástrofes ocurridas el 6 de agosto y el 6 de mayo, respectivamente, y que el Gobierno ha calificado como accidentes.
Sobre el incendio de los cuatro tanques de combustible en la Zona Industrial de Matanzas, dirigentes de la estatal Unión Cuba Petróleo (CUPET) informaron que las obras de demolición están el 55% de ejecución, la electricidad del lugar está completamente restablecida y el saneamiento de las áreas a donde llegó el combustible se encuentra en poco más de un 60%, publicó el portal Cubadebate.
Los encargados aún trabajan en el restablecimiento del sistema contra incendios. Según los funcionarios, se han instalado nuevas bombas de agua que estarán en fase de puesta en marcha en los próximos días.
Por el momento, solo se han desmantelado dos de los cuatro tanques de combustibles siniestrados. Los funcionarios dijeron que "ya se tiene el proyecto del primer depósito que se va a instalar en el lugar". Al respecto, Díaz-Canel se refirió a cuestiones como la distancia entre los tanques, el sentido del viento, las dimensiones de las cubetas que rodean los depósitos, entre otros elementos de diseño que atentaron contra la extinción del incendio y que el gobernante calificó de "malas experiencias".
El ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, dijo que cuatro pacientes de 11 ingresados permanecen reportados en estado crítico. Explicó a Díaz-Canel que se califican todavía así por el grado de las quemaduras. "Han estado recibiendo los injertos de piel; se mantienen críticos, pero estables", dijo Portal Miranda.
"Nos quedan 28 pacientes que continúan con atención de manera ambulatoria, que asisten a las consultas para las curas de sus quemaduras, y para los que están asegurados todos los recursos", añadió.
Por su parte, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, informó que se han realizado en la ciudad de Matanzas tres inspecciones ambientales, y negó que haya daños en la bahía, en las aguas subterráneas o en cultivos.
"Se están trasladando los desechos de la Base con todo rigor y no existe contaminación del aire en la urbe matancera", afirmó.
Según el gobernador Mario Sabines Lorenzo, a las familias damnificadas por el incendio se les han entregado electrodomésticos, ropas, colchones, alimentos, entre otros productos básicos y unos tres millones de pesos de donaciones al Gobierno han sido destinados a la construcción de nuevas viviendas para quienes perdieron las suyas por el fuego.
Sin embargo, autoridades del territorio, que han reconocido atrasos en la construcción de nuevas viviendas, especialmente en la modalidad de subsidios, informaron que las casas para las 21 familias damnificadas por el incendio serán levantadas en una zona cercana al Instituto Politécnico Álvaro Reynoso, en la periferia de la ciudad de Matanzas, lejos de donde han vivido hasta el momento. Según publicó TV Yumurí, no hay fechas para las entregas, en un país donde cientos de damnificados por otras catástrofes siguen a la espera de un techo, después de años e incluso décadas de promesas de las autoridades.
Hotel Saratoga, cuatro meses después
En la reunión del martes, el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, dio parte de las tareas de recuperación en el Hotel Saratoga donde siguen las "labores de limpieza, de extracción de los elementos de valor en las habitaciones (y en las viviendas colindantes), de apuntalamiento de las estructuras, y de aseguramiento del lugar".
García Zapata dijo que edificaciones aledañas también dañadas por la onda expansiva, como el Capitolio, el Teatro Martí, la Asociación Yoruba de Cuba y la escuela primaria Concepción Arenal están completamente restablecidas.
La situación es diferente en los cuatro edificios de viviendas impactados por la fuerte explosión, con un total de 39 apartamentos dañados.
El gobernador dijo que se deben reponer en la zona 29 viviendas y otras diez fuera de allí. También dijo que se han seguido atendiendo a los familiares de los fallecidos y los damnificados –muchos de ellos instalados de manera provisional en apartamentos de la Villa Panamericana, en Habana del Este–, pero omitió referirse a las quejas de los afectados por sus posesiones perdidas y la prolongación de su situación.
Esta misma semana, Bárbara Tenreyro mostró las condiciones en que se encuentran los apartamentos del edificio situado en el número 609 de la calle Prado, uno de los más afectados por la explosión en el Hotel Saratoga.
Tenreyro y otros vecinos denunciaron que les han robado todo lo que las autoridades no les permitieron sacar de sus casas.
"Miren la pudrición, después de cuatro meses, la misma mierda sigue. Aquí rompieron la puerta y me lo robaron todo. Vine a buscar las cosas de la cocina y no queda nada", explicó Tenreyro al ver el desastre que reina en su casa.
Esta mujer quería llevarse la reja, la puerta y las ventanas que aún conservaban su apartamento para evitar que se las robaran. En una publicación el lunes en su perfil de Facebook explicó que con sumo trabajo logró trasladar parte de lo que pretendía.
"Salí del edificio a las 4:30PM y llegué a la villa a esperar el camión que traía lo que pude sacar. Todo fue muy lento. No había grúa para bajar las ventanas y las puertas y hubo que hacerlo por las escaleras. Muchas cosas se quedaron porque pesaban mucho o no se podían (trasladar) por el tamaño. Llegué con el alma hecha pedazos, hasta un poco deprimida, muerta del cansancio, así estábamos todos", resumió.
Maricela Boza Franco, otra vecina del edificio afectado, escribió en un comentario: "No pude estar ahí y tampoco tenía nada que sacar, pues ya se perdió todo. Sé cómo te sientes. Cada entrada al edificio es como si el mundo se derrumbara en tus hombros. Qué tristeza. Solo lo sabe quien pasa por algo similar."
En julio la madre de la cubana Shady Cristina Cobas Mesa, una de las víctimas mortales de la explosión del Hotel Saratoga, se cansó de esperar una explicación del Gobierno sobre el incidente que provocó la muerte de su hija y de otras 46 personas. Exigió respuestas, plantada junto al carro del intendente de La Habana Vieja. El Gobierno de Cuba no se ha pronunciado más sobre las causas del hecho, un escape de gas, según la versión que ofreció tras las primeras horas del suceso. En la reunión del martes tampoco hablaron de este tema.