Este lunes 8 de agosto entró en vigor el cronograma oficial de apagones para Holguín, que anunciaba cortes de electricidad de hasta ocho horas consecutivas, y un día de diez horas repartidas al inicio y al final del día para aminorar el impacto. Pero tras la drástica caída de la generación eléctrica, y la previsión de que se mantenga en esos niveles precarios, la Unión Eléctrica y el Gobierno provincial han hecho público y puesto en vigor un nuevo cronograma de apagones mucho más duro.
El nuevo cronograma contempla cortes de luz de 12 horas al día, todos los días y para todos los circuitos. Están organizados de la siguiente forma: 12 horas consecutivas, de 6:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, en días alternos y, en los días restantes, igualmente 12 horas, pero repartidas en dos cortes, uno de 12:00 de la noche a 6:00 de la mañana y otro de 6:00 de la tarde a 12:00 de la noche.
"Nos van a volver locos", comentó Isnalvis, una holguinera desesperada por los continuos apagones y los cambios. Estar "sin corriente es una desgracia, y dicen una cosa, pero la quitan a cada rato. Parece que nunca se va a poder arreglar eso".
Para Ernesto Almaguer, un cuentapropista elaborador de alimentos, "aquí todo se jodió. Todos los días es algo nuevo, pero siempre para peor. Cuando anuncian algo ya uno tiembla. Hay que acostumbrarse a vivir sin electricidad o irse nadando aunque sea de este país. No podemos trabajar sin azúcar, sin harina, ni el maní aparece, y ahora tampoco hay corriente".
Los trabajadores, tanto estatales como del sector privado, ven menguados sus ingresos porque, como afirma Ricardo, un tornero jubilado que ahora es trabajador por cuenta propia en el mismo oficio, "sin corriente el día entero ¿qué podemos hacer?".
"¿De qué voy a vivir? Este país está paralizado y todo está caro. Con la jubilación me muero de hambre. Si no hago trabajos en el torno, no sé qué voy a hacer. Pero mi hijo que también es tornero en una empresa del Estado tampoco está cobrando prácticamente porque no pueden trabajar".
El deplorable estado técnico del sistema electroenergético nacional es fruto del abandono y la disfuncionalidad del Gobierno cubano. Se ha sumado en los últimos meses a la sucesión de desastres que afectan a prácticamente todas las ramas de la economía, desde la agricultura hasta el turismo, y a sectores como la salud pública.
El Gobierno cubano ha agotado toda posibilidad de generar confianza en la población. En lugar de esto, lo que consigue es cada vez más desprecio e impopularidad.
