Este lunes 8 de agosto entra en vigor un calendario oficial de apagones, que oscilarán entre seis y diez horas diarias para cada circuito, de los tres en que han sido distribuidos todos los barrios de Holguín. El día de 10 horas, serán dos cortes, uno de cuatro horas y otro de seis.
"Los apagones llegaron para quedarse, esto no lo van a arreglar nunca. Es una rotura detrás de otra en todas las termoeléctricas, principalmente en la de Felton, que no hay semana que no pare por 'fisuras en los tubos de caldera', según dicen", dijo Ignacio, un holguinero cansado de los reiterados cortes sin solución.
"Hasta hace poco decían que se iba a resolver, que Felton decidía, pero evidentemente Felton no va a decidir nada porque está hecha trizas y es una rotura detrás de otra. La tapa al pomo la ponen con ese cronograma de apagones. Es evidente que es para rato. El país se está hundiendo cada vez más y la gente se está yendo porque se perdió cualquier esperanza que le quedara".
En ese mismo sentido, José Antonio, un cuentapropista, considera que ahora, con el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, "la cosa se pondrá peor".
"Se ha quemado una cantidad grande de combustible. También se quemó la unidad 2 de Felton hace unos días. Es demasiada mala suerte o no es casualidad", dijo.
"Nunca sabremos la verdad, pero lo que está claro es que el pueblo es el que está sufriendo. Vendrán más apagones para sumarse a todos los demás problemas y carencias que tenemos, y la gente que estaba indecisa ahora lo tiene claro: hay que venderlo todo e irse de este país que no tiene salvación. Ellos (el Gobierno), no quieren soltar ni el poder, ni el control de la economía ni la buena vida que se dan a costa de nuestra miseria. Al que protesta, lo pisotean, por eso la gente elige irse", concluyó.
Según la gráfica divulgada por los medios oficiales locales, la secuencia de apagones será de seis horas un día, al otro día ocho horas y al otro siguiente, de diez, dividido este último en dos apagones de cuatro y seis horas, al inicio y al final del día, para luego volver a tener un apagón de seis horas y así consecutivamente. Al dividir la jornada diaria en cuatro horarios de apagón, y solo haber tres circuitos, siempre a cada circuito le corresponde el horario previo al que tuvo el día anterior.
"Ahora hace falta que por lo menos cumplan con el plan, para por lo menos planificarnos, porque te dicen que se va a una hora y después se la llevan en cualquier momento de nuevo", dijo Susana, ama de casa.
"Ya de esta no salimos, sabe Dios cuándo se van a acabar los apagones. Este país no va a cambiar ni mejorar nunca, cada vez que inventan algo les sale al revés, porque esto no funciona y quieren seguir con lo mismo. Y el pueblo rejodío. Lo que nos espera es negro, no hay vida sin corriente, sin comida, sin dinero que alcance, ¡sin nada!", sentenció.
En efecto, el panorama nacional es muy adverso y el Gobierno de Miguel Díaz-Canel no da la más mínima señal de tener la voluntad política de cambiar el sistema responsable, sin dudas, de las negligencias y el abandono que han provocado los costosos y lamentables siniestros que se suceden como una maldición en el país.
Los cronogramas de apagones son la prueba de la normalización del desastre eléctrico en Cuba, de que los cubanos tenemos que aprender a seguir viviendo sin electricidad, con salarios míseros, con inflación desproporcionada, con desabastecimiento de alimentos y medicinas, con hospitales sin insumos, y sin transporte por falta de combustible y hasta de vehículos.
Todo en aras de la "continuidad" de este sistema que no le sirve al pueblo, pero sí a la casta política empoderada, que goza de privilegios y teme perderlos si llegamos a cambiar "todo lo que debe ser cambiado".