'Sufro por la impotencia': un padre cubano teme ver a su familia bajo un derrumbe

Alain Rafael Varela Fernández es padre de tres hijas, trabaja como profesor en una secundaria y tanto él como su esposa duermen con miedo de que les caiga encima un trozo de techo del edificio donde viven.

Con cada aguacero fuerte, el agua corre por las paredes del apartamento 30, en el quinto piso del edificio 603, Zona 15 de Alamar, Habana del Este. "Fue construido en 1980. Necesita que se le eche impermeabilizante u otra cosa que pueda detener la filtración. En uno de los cuartos las cabillas ya están explotadas", dice Varela Fernández.

El problema comenzó hace cuatro años, y desde entonces los vecinos llevaron la queja a los delegados del Poder Popular y al gobierno municipal. "He planteado el problema en varias ocasiones y no resuelven nada. Dicen que no hay presupuesto… ¿Y los hoteles que se erigen en La Habana? ¿Sí hay materiales para eso? Es lo que no entiendo en este país."

Según cuenta Varela Fernández, si él pudiera ya hubiese resuelto el problema de su vivienda, pero no tiene cómo enfrentar el gasto. "Gano 4.800 pesos (unos 48 dólares o 34 euros al mes, al cambio en el mercado informal, el único que funciona). "Con eso tengo que mantener a mi esposa, que lleva cuatro años sin trabajar porque está enferma de los nervios, y a mis tres hijas." La mayor tiene 19 años y estudia en la universidad, la del medio tiene 15 y está en el preuniversitario y la menor tiene 12 y estudia en una escuela especial.

El edificio donde vive esta familia tiene 30 apartamentos distribuidos en tres escaleras. Los vecinos de la escalera del medio, "que son del 5to piso, con dinero del exterior le pusieron papel de techo a la parte de ellos". Pero los apartamentos de los extremos necesitan el arreglo, explica Varela Fernández, quien es miembro del Partido Comunista.

"Estoy muy disgustado con toda esta situación que no se me acaba de resolver y me tiene desmotivado a seguir. Porque duele mucho ser miembro de PCC y que no te resuelvan ni ayuden. Porque yo no robo ni soy un antisocial; al contrario, siempre he trabajado, desde 2003, año en que me gradué. Estudie Derecho en la Universidad, soy profesional, sé inglés, historia… y mira cómo no he podido resolver esto. Mi esposa está muy disgustada. Yo sufro de la impotencia."

La denuncia de Alain Rafael Varela Fernández llega justo tras la conmoción que ha provocado el video de Amelia Calzadilla en las redes sociales. Madres y padres cubanos, aún sin llegar la mayoría de las veces a cuestionar de forma directa el sistema político, ponen ejemplos que evidencian el descalabro social y económico que se vive en el país.

"Yo apoyo totalmente a las madres cubanas que están pasando limitaciones", dice Varela Fernández. Además de los problemas con la vivienda, menciona ejemplos de escasez de alimentos. "El azúcar blanca, solo dieron una libra de tres que dan por persona. Mi hija, para su escuela, la necesita para preparar sus refrescos y no tenemos casi. Tampoco la venden por la libre. Es duro, durísimo lo que sufren los cubanos honestos que quieren trabajar dignamente."