La consulta sobre el nuevo Código de las Familias para los cubanos radicados en el exterior terminó "de manera exitosa", según el diario oficial Granma, que cita a la Comisión Electoral Especial establecida en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, informó a través de su cuenta de Twitter que participaron 26.740 electores y que hubo "14.665 intervenciones y 13.191 propuestas", que "enriquecerán esta trascendental norma".
Sin embargo, el término "electores" contrasta con la información dada meses atrás por Ernesto Soberón Guzmán, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior del MINREX, según la cual no se tendría en cuenta el estatus migratorio de los cubanos radicados en el exterior que quisieran opinar, algo que recuerda el medio estatal Granma.
"Una de las aspiraciones de esta iniciativa es que los cubanos desde el exterior puedan aportar criterios importantes a la conformación final de la legislación, a partir de su experiencia en sociedades diferentes", dijo Soberón en una directa en Facebook, en enero.
Soberón añadió que, tal como se hizo en el debate de la nueva Constitución, los connacionales que residan fuera del país podrían participar de la consulta popular mediante una interfaz habilitada en la página web de Naciones y Emigración.
En agosto de 2018, el régimen anunció que los cubanos residentes en el exterior podrían participar en la consulta para proponer y modificar la nueva Constitución. Luego, Granma aclaró que el objetivo de dicho ejercicio era "contribuir, con sus criterios y sugerencias, al desarrollo de una sociedad socialista cada vez más justa, humanista, democrática, solidaria e internacionalista".
Por otra parte, los cubanos radicados en el exterior no tuvieron la oportunidad de votar en el referendo constitucional, que se realizó el 24 de febrero de 2019.
Aunque Bruno Rodríguez afirmó que las propuestas e intervenciones de los cubanos que opinaron desde el exterior enriquecerán el Código de las Familias, lo cierto es que la consulta popular en Cuba no es vinculante.
En la Ley Electoral vigente, promulgada en agosto del 2019, el Gobierno cubano deja claro que la decisión de consultar popularmente sobre un proyecto de ley o decisión no implica ningún compromiso con lo expresado por la ciudadanía. El Artículo 265.1 establece que en "la Consulta Popular los electores emiten su opinión sobre un asunto determinado de interés nacional o local, sin que ello tenga efecto vinculante".
La economista Rafaela Cruz opinó en DIARIO DE CUBA que "en Cuba, donde la ley es siempre injusta porque su origen es bastardo, este Código de las Familias, que se impondrá tras otro 'referéndum' donde tiene toda voz el Gobierno y ninguna sus opositores, abre las puertas de los hogares cubanos al influjo del totalitarismo, que impone ley donde debe haber amor".
Mediante la aprobación de este Código de las Familias, el Estado cubano pretende quitarse de encima el problema de los ancianos pobres, a los que no paga jubilaciones dignas, y convertirlos en una carga para sus familias.
