Las toneladas mensuales de carne de pollo exportadas por Estados Unidos a Cuba alcanzaron en febrero de 2022 el tercer mayor registro histórico de las últimas dos décadas (31.212 toneladas), solamente superadas por los "picos" registrados en julio de 2019 y en marzo de 2021.
De acuerdo con información publicada por el economista Pedro Monreal, en su cuenta en Twitter, "las exportaciones de carne de pollo de Estados Unidos a Cuba en febrero de 2022 dieron un 'salto' del 33% en cuanto a las toneladas y del 28% en el valor, en relación con el mes anterior".
Además, según los datos mostrados por Monreal, se registró una reducción del valor del kilogramo del pollo estadounidense exportado a Cuba en el propio mes (0,87 USD) en comparación con el nivel de 0,91 USD en enero de 2022.
El pollo es el principal alimento que importa La Habana desde Estados Unidos, aunque no el único. Los cubanos dan testimonios constantes de la existencia de productos "Made in USA" en los mercados de la Isla.
Entre 2001 y 2021, Estados Unidos exportó a Cuba un total de 2.780 millones de toneladas de carne de pollo, con un valor acumulado de 2.368 millones de dólares. El 39,5% del total de toneladas de esos dos decenios fue exportado en los últimos cinco años (2017-2021), precisó Monreal.
En cantidades muy inferiores, La Habana compró también a Estados Unidos durante 2021 carne de cerdo, arroz, jugos de fruta, especias mixtas, entre otros.
Esos productos están autorizados, pese al embargo, en virtud de la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) de 2000, aprobadas por la Administración de George W. Bush.
También están regulados por la Ley de Democracia Cubana (CDA) de 1992 y regulaciones implementadas desde ese año hasta el presente para otros productos por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
La TSREEA autorizó la exportación comercial directa, con el pago del importe en efectivo, de productos alimenticios, incluidos los de marca, así como de productos agrícolas producidos en los Estados Unidos, con independencia del propósito.