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Leyes

¿Dónde está el proyecto de Ley cubana de Reclamación de los Derechos Constitucionales?

El proyecto ya está en la Asamblea Nacional, pero los cubanos desconocen su contenido.

La Habana
Sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Parlamento Cubano.

El Tribunal Supremo Popular (TSP) de Cuba por fin entregó el proyecto de Ley de Reclamación de los Derechos Constitucionales a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), después de varias postergaciones de una norma que debió aprobarse en octubre de 2020 y que ya en agosto de ese año se encontraba "en una fase avanzada de elaboración", según el medio estatal Granma. ¿Pero ahora, dónde está el texto del proyecto? 

¿Dónde podemos los cubanos leer el proyecto de la norma que, según el presidente de la ANPP, Esteban Lazo, es de beneficio popular y demandará el análisis de los diputados y de las personas en general? ¿Cómo podremos las "personas en general" analizar el contenido del proyecto elaborado por el TSP y emitir nuestras opiniones? 

Una mirada a las últimas normas aprobadas y de otras próximas a ser aprobarse en Cuba muestra que los proyectos han sido colgados en la página del TSP y otras instituciones, como reflejo de un supuesto interés de potenciar la participación ciudadana.

Los medios oficiales han dedicado numerosas notas a la consulta popular y al proyecto del nuevo Código de las Familias —única norma dentro del cronograma que será sometida a referendo— en contraste con la poca divulgación del proyecto de Código Penal, que criminaliza todo financiamiento de la sociedad civil y toda manifestación de descontento social. 

La intención del régimen cubano de desviar la atención y que se hable lo menos posible del proyecto de Código Penal es evidente. Pero el proyecto está disponible, así como el de la Ley de Ejecución Penal, y eso ha permitido a juristas y miembros de la sociedad civil independiente analizarlos y denunciar las pretensiones del régimen de ajustar su maquinaria legal para aplastar cualquier forma de disenso.

Sin embargo, con el proyecto de Ley de Amparo de los Derechos Constitucionales, no ha sucedido lo mismo. Pese a que debe ser aprobada en abril, no está disponible en el sitio del TSP ni en el de otras instituciones. DIARIO DE CUBA ha hecho una búsqueda exhaustiva del texto, sin resultados.

La nota de Cubadebate sobre la entrega del proyecto por parte del TSP a la ANPP no informa a los lectores dónde encontrarlo para conocer el contenido y poder enviar sus opiniones al respecto.

El régimen cuenta con varios elementos a su favor que le garantizan poca discusión del proyecto por parte de la ciudadanía: los medios informativos que controla abordan los temas que le interesan, desde la perspectiva que le interesa; las dificultades que enfrentan los cubanos para adquirir productos de primera necesidad, como comida, medicamentos y productos de aseo, consumen toda su energía y atención, y es poco probable que les deje margen para pensar en leyes; un importante número de activistas, periodistas independientes y líderes de la oposición están encarcelados o fueron forzados al exilio.  

Sin embargo, el contenido del proyecto de la norma no ha sido publicado, pese a las bajas probabilidades de que le preste atención la mayor parte de los cubanos. Además, independientemente de las opiniones que pudieran emitir los cubanos sobre el mismo, la experiencia demuestra que la ANPP no solo lo aprobará, sino que lo hará por unanimidad. ¿Qué preocupa al régimen, entonces? ¿A qué le teme? ¿Qué le impide hacer el acostumbrado alarde de supuesta transparencia?

Otro elemento curioso sobre el proyecto de Ley de Amparo de los Derechos Constituciones es que, a diferencia de otros, la nota informativa sobre su presentación al presidente de la ANPP no fue publicada en sitio del TSP. O sea, el órgano que elaboró la norma y es por tanto la fuente principal, y que supuestamente es independiente, según ha afirmado su presidente, Rubén Remigio Ferro, no solo no publicó el proyecto sino que tampoco se atrevió a publicar que, por fin, lo había entregado a la Asamblea Nacional.
 

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