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Opinión

El 15N y el fallido empeño totalitario por detener la historia de Cuba

Las demostraciones del 11J y la convocatoria del 15N confirman que no hay otra salida que la participación de todos los cubanos en los destinos de su nación.

La Habana
Ilustración: 'Díaz-Canelo'
Ilustración: 'Díaz-Canelo' Alen Lauzán

La secuencia de acontecimientos político-sociales recientes: Movimiento San Isidro, la protesta del 27N frente al Ministerio de Cultura, Articulación Plebeya, protesta cívica del 11J y el llamado de la Plataforma Archipiélago del 15N, quebraron las bases del totalitarismo cubano.

A pesar de los factores favorables que han posibilitado su larga duración, la ineficiencia intrínseca del modelo totalitario no pudo generar más que estancamiento, retroceso, pobreza, desencanto y pérdida gradual del consenso generado alrededor del futuro luminoso anunciado en 1959 por Fidel Castro: "la producción agrícola duplicaría la capacidad de consumo de la población campesina y lograría para el pueblo un nivel de vida superior al de cualquier otra nación", y reforzado en 1967 con la promesa de que llegaría "el día que las frutas, los vegetales, hasta la leche se distribuirá gratuitamente a todo el mundo... Llegará un momento, señores, llegará un momento en que podamos decirle también al pueblo: El café que quieran vayan a buscarlo al mercado gratuitamente" (Fidel Castro, 18 de mayo de 1967). Sin embargo, el futuro anunciado terminó asfixiado por la carencia de libertades.

El declive sostenido confirma que la economía no puede avanzar sin libertades ciudadanas, que la destrucción de las principales fuentes productivas condujo a su desplazamiento por el alquiler de profesionales en condiciones de esclavitud moderna, las remesas familiares y el turismo, todas ellas vías frágiles por depender más de factores externos que de los internos.

Los sucesos del 15N, ¿fueron una victoria o un fracaso? ¿Qué efecto tendrá la salida del país de Yunior García Aguilera, la figura más visible de ese movimiento? El libro de Nassim Nicholas Taleb El cisne negro, el impacto de lo altamente improbable (Paidós Ibérica, Madrid, 2008), contiene algunas conclusiones de utilidad para interpretar lo ocurrido y extraer las correspondientes enseñanzas.

En apretadísima síntesis he tomado seis de las conclusiones de Taleb, que considero guardan relación con la situación cubana:

1) La ilusión de que sabemos lo que pasa en un mundo que es más complicado de lo que creemos.

Los fenómenos sociales, los de mayor complejidad en el universo son los menos tratados con el rigor que requieren. El divorcio entre experiencia acumulada y conducta asumida constituye una tendencia negativa en la historia de la humanidad y Cuba no es una excepción.

2) Para desplazar una historia se necesita otra historia.

Paralelo a los intentos de cambio se requiere de un análisis crítico para desmontar los mitos y falsedades que atraparon a la mayoría del pueblo durante décadas. Análisis que constituye un requisito para el rescate de la condición perdida de ciudadano, que ya está en proceso de renacimiento dentro y fuera de Cuba.

3) La necesidad de desmitificar a los líderes salvadores.

Desmitificar el mesianismo es crucial. Nuestra historia ha estado cargada de esas personalidades, una de cuyas consecuencias es la tendencia del pueblo a depositar en otro una responsabilidad que es de todos, por lo que hemos pagado y estamos pagando un alto precio. Los dictadores cubanos se inauguraron como mesías. Basta una ojeada a la historia de los últimos cien años para confirmarlo.

4) La evolución es una serie de chiripas, algunas buenas, y muchas malas; pero solo vemos las buenas.

Sin embargo, las malas como las buenas forman parte del proceso evolutivo. Las malas encierran enseñanzas, algunas veces más útiles que las buenas, porque indican lo que no se debe hacer.

5) Proyectar el futuro cuando están implicados los seres humanos es algo radicalmente diferente si los consideramos seres vivos y dotados de libre albedrío.

La sociedad, compuesta de personas dotadas del libre albedrío, no se puede tratar con la precisión que se tratan los fenómenos mecánicos, físicos o químicos. Cada ser humano está dotado de conciencia y por tanto, como ser imperfecto le imprime su individualidad a sus interpretaciones y actuaciones.

6) Aprender de los errores pasados al proyectar el futuro de nuestros estados afectivos.

La historia la hacen los seres humanos, imperfectos pero perfectibles, por tanto la historia no es solo recuerdo del pasado, es herramienta para no repetir errores.

El resultado de la convocatoria a la marcha del 15N y la salida de uno de sus líderes al exilio, en lugar de criticarse debe utilizarse para el crecimiento, para subir un nuevo escalón en un proceso que ya es irreversible. Nuestra historia está preñada de ejemplos demostrativos de que el exilio no es abandono:

El generalísimo Máximo Gómez, en respuesta a los críticos del Pacto del Zanjón escribió: "se ha tratado de buscar una víctima a quien hacer responsable, mas no se ha procurado estudiar los hechos, conocer el estado del ejército… y el cómo ha respondido en general el pueblo de Cuba a la llamada de sus libertadores. Por esas razones, decía que: 'la responsabilidad se divida entre todos, que la culpa sea del pueblo cubano y no de la minoría heroica'".

La Protesta de Baraguá se dirigió contra la manera de terminar una guerra que había durado una década sin lograr sus objetivos. Sin embargo, el cese de los combates unos días después de reiniciarse la guerra y la salida del general Maceo rumbo a Jamaica, no fue sino un alto para organizar la nueva guerra.

En 1955, después de ser amnistiado, Fidel Castro marchó al exilio para desde allí organizar la expedición del Granma. Son experiencias demostrativas de que el exilio no es abandono.

Lo esencial es que la historia es indetenible. Las protestas demuestran que la nación está y continuará cambiando. Las causas de los sucesos que las provocaron continúan sin solución; por tanto, hasta tanto no sean resueltas seremos testigos de nuevos episodios similares o diferentes a los ocurridos.

La gran enseñanza es que cada cubano debe asumir su responsabilidad por su bien y el de la patria, que como definiera José Martí: "La patria es dicha de todos, y no feudo ni capellanía de nadie".

La militarización es insostenible en el tiempo. La fuerza se emplea para vencer, el diálogo y la negociación para desechar todo aquello que obstaculiza el progreso. Por ello el reconocimiento de una fuerza que ha emergido en Cuba es una obligación y una necesidad que apunta al diálogo como única salida, como concepto esencial, principio rector y estrategia permanente.

La exclusión es contraria al progreso y enemiga de la dignidad. Quizá por esa razón José Martí expresó ideas como las siguientes: "Cuanto no sea compatible con la dignidad humana caerá".

La historia se puede acelerar o retardar, pero solo hasta un punto. Las contundentes demostraciones del 11J y la convocatoria del 15N —inéditas en nuestra historia— confirman que la crisis de Cuba no tiene otra salida que la participación de todos los cubanos en igualdad de condiciones como sujetos en los destinos de su nación con todos y para el bien de todos.

El intento de detener la historia está causando enormes daños a la nación y a los nacionales, pero está condenado al fracaso.

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7 comentarios

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Profile picture for user Proscopito Arrechabaleta

One word: drone

Es la única solución, si es que hay alguna, para ese aborto de nación devenido plantación esclavista.

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Lauzán Akhbar!!!

Profile picture for user Amadeus

Tanqueta___ En estos tiempos de redes sociales e inmediatez en las comunicaciones, la oligarquía castrista cubana está en cueros y con la manos en los bolsillo. Ya ni se trata de quitar el gobierno, sino que se permita la libertad de expresión y pensamiento, sin que sea reprimida. La dictadura no puede seguir argumentando que los que piden los más elementales derechos humanos, son "enemigos", "mercenarios" o que están "pagados por el imperialismo" porque es evidente a la luz de los tiempos y de la historia, que esa cantaleta ya no cuela.

No se puede vender continuidad y más revolución y optimismo cuando después de 62 años el boniato se ha convertido en un artículo estratégico cuando aquí se pudren por la demasía. Ustedes que tienen inventarse otra canción.

Profile picture for user Tanque T-34

Le ronca la carabina que el teatro del absurdo del 15N, convocado después de haber sido aplastadas en el día las protestas espontáneas del 11J, se maneje como confirmación de algo relacionado con la salida del estado de cosas actual, que desde siempre fue con una de dos: balas o votos.

Arnaldo, esta Ud. en las antipodas de lo que se plantea, el articulista que 11jy 15 fueron un exito y ud. que de nada sirvió.
A las balas no vamos a llegar a menos que lleguen entre ellos en la cupula (lo que no deja de ser una posibilidad) y a los votos solo presionando, el 15N tuvo sombras pero alguna lucecita tambien