Aunque la tasa de incidencia de casos de Covid-19 en Matanzas aún está alejada de los parámetros deseados, el grupo de trabajo temporal para el enfrentamiento a la enfermedad aprobó la flexibilización de las medidas para el control de la misma en esa provincia, debido a la disminución de casos por 13 semanas consecutivas, publica ACN.
Según el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia, Liván Izquierdo Alonso, la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes actualmente es de 48, cifra aún insuficiente para el establecimiento de la nueva normalidad.
Izquierdo Alonso sostuvo que, pese a la flexibilización de medidas, se debe proseguir el trabajo con el propósito de rebajar dicha tasa de incidencia, que es el objetivo primordial al que aspira la provincia.
De acuerdo al gobernador de la provincia, Mario Sabines Lorenzo, el territorio lleva aproximadamente un mes siguiendo medidas que rehabilitaron una serie de servicios y actividades, lo que sin embargo no ha incidido en un aumento de casos, por lo que existen condiciones para implementar otras disposiciones.
A partir del 21 de octubre, todos los centros estatales y no estatales que cuenten con el certificado de higiene podrán abrir al público sin límites de horarios, por ejemplo, centros culturales, deportivos, recreativos y otros que presten servicios.
Para estos, se establecerán formatos que eviten en contacto corporal y promuevan el distanciamiento físico, así como el uso del nasobuco, aseguró el funcionario.
En cuanto a la transportación, Sabines Lorenzo explicó que funcionará de la manera tradicional. Se habilitan los puntos de recogida y se elimina la necesidad de permisos para la circulación. En el caso del transporte estatal su funcionamiento depende de la disponibilidad de combustible con el que se cuente.
Por otra parte, el Balneario Varadero comenzará a recibir turismo nacional a partir del próximo 25 de octubre. Se exigirá el carnet de vacunación para el ingreso a instalaciones, así como a los hostales privados.
El gobernador afirmó que se crearán grupos de trabajo en la provincia que reforzarán el control y la supervisión del cumplimiento de estas medidas, para no retroceder en la lucha contra el Covid-19.
En julio, el aumento de casos de Covid-19 provocó un colapso hospitalario en la provincia de Matanzas, que fue denunciado en redes sociales por el personal sanitario, que enfrentaba la compleja situación totalmente desgastado y sin recursos.
Solo tras el grito de socorro de los matanceros, las denuncias en redes sociales, el Gobierno prometió el envío de 500 médicos. Sin embargo, los ciudadanos continuaron padeciendo la falta de atención médica y de medicamentos.
Ya en abril, la provincia había sido epicentro de la pandemia en el país. En los territorios matanceros donde se produjeron la mayoría de los casos, viven los centenares de trabajadores del turismo que cumplen diversas funciones en Varadero.
A ese destino turístico volaron cientos de vacacionistas rusos en abril y junio, cuando los contagios y muertes se habían disparado en el país euroasiático.
En julio, las autoridades matanceras reconocieron en un informe sobre el agravamiento de la crisis sanitaria que los turistas rusos y los viajeros cubanos que llegaron contagiados del extranjero; los trabajadores del turismo y el aeropuerto que se enfermaron con el virus; así como la violación de los protocolos sanitarios dispuestos por las autoridades, y la escasez de camas en los hospitales eran, entre otras, las causas de la situación que enfrentaba el país en ese momento.