Cerca de 170 niños y niñas haitianos llegaron este sábado a Puerto Príncipe con sus padres "después de haber sido expulsados de Cuba, principalmente, y de Estados Unidos", denunció este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Por su parte, la prensa oficialista cubana informó de la atención dada en la Isla a otros 183 haitianos llegados a Camagüey.
"La mayoría de los niños y niñas haitianos y sus padres que fueron expulsados son de la península del sur de Haití, que fue golpeada por un enorme terremoto (7,2 grados en la escala de Richter) el pasado agosto. Abandonaron el país a principios de septiembre porque lo habían perdido todo. Es probable que estos niños y niñas vuelvan a marcharse a Estados Unidos a menos que se creen las condiciones para que puedan llevar una vida decente en sus comunidades", dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
En un solo día, siete vuelos procedentes de Cuba y uno de Estados Unidos transportaron a familias haitianas, entre ellas 73 niñas y 96 niños, de vuelta a Haití. Según las estimaciones de UNICEF, el 80% de estos niños y niñas son menores de cinco años. Muchos habían salido de Haití en embarcaciones improvisadas, y al menos dos personas murieron cuando su embarcación se volcó frente a las costas cubanas, señaló el comunicado de prensa de UNICEF.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), este domingo fueron expulsadas de Cuba y Estados Unidos 1.069 personas, de las cuales el 34% son mujeres niños y niñas. Además de estos recién llegados, una embarcación cubana también desembarcó a unos 348 migrantes, entre ellos 12 niñas y 26 niños, cerca de La Saline, en las afueras de la capital haitiana. Muchos de ellos dijeron haber partido de la comuna sureña de Pestel, la más afectada por el terremoto. UNICEF también identificó a al menos cuatro niños y niñas no acompañados entre los niños y niñas expulsados de Cuba.
UNICEF compartió imágenes y videos de varias mujeres haitianas expulsadas de Cuba el pasado 9 de octubre, entre ellas Magalie Lafaille Sterline con un hijo; Jean Llana con dos niñas; Telusca Lema con su niña; y Jean Louis Djoule, de 13 años.
Según la citada fuente, Maliya Saint Louis, de 12 años, partió el 11 de septiembre hacia Miami, EEUU, desde la comuna de Corail, la más afectada por el terremoto del 14 de agosto. La menor salió con su padre Yceus Saint Louis, de 45 años, pero llegaron a la costa cubana. Ambos permanecieron en Cuba durante 29 días antes de ser llevados de regreso a Puerto Príncipe a bordo de un barco cubano.
"Mi nombre es Sterline Blaise tengo 22 años. Mi primer hijo se llama Djoumana Exilus, tiene cuatro años, el segundo es Staoul Exilus, tiene un año. Escuché que había un "kanntè" (barco), que iba a partir. Me fui para buscar una vida mejor. Pasé cuatro días en el barco y no tenía idea de que era una situación tan difícil, tan difícil. De lo contrario nunca hubiera arriesgado mi vida, y la de mis dos hijos en medio del mar donde ni siquiera se veía la tierra, yo no se veían los árboles", dijo en un video la joven haitiana expulsada de Cuba.
"Salí con las manos vacías, fueron los demás pasajeros los que me dieron un poco de agua y fueron los marineros cuando cocinaron, aunque la comida no estaba bien cocida me dieron un poco y yo la compartí con los niños. Porque no tenía nada y no sabía cómo estaba la situación", agregó.
Por su parte, Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití, dijo que "los hombres, mujeres, niños y niñas haitianos que lo perdieron casi todo en el terremoto emprendieron un peligroso viaje en embarcaciones improvisadas llamadas 'kanntè' con poca o ninguna seguridad para encontrar una vida mejor para ellos y los que han dejado atrás. Los niños y niñas que se encuentran entre estos migrantes suelen estar indocumentados y corren un alto riesgo de ser víctimas de la trata, explotación y abusos sexuales".
"Cuando estuve en el aeropuerto, vi niños y niñas desnutridos o con enfermedades de la piel. Lo más probable es que vuelvan al sur, donde la mayoría de los servicios básicos para los niños y niñas, como la educación y los servicios sanitarios, siguen interrumpidos en gran medida casi dos meses después del terremoto. Se necesita más solidaridad para apoyar a las familias migrantes que han perdido todas sus pertenencias y necesitan reconstruir sus vidas en Haití", dijo Maes.
Según la OIM, entre el 19 de septiembre y el 9 de octubre fueron expulsados de Estados Unidos 7.621 hombres, mujeres, niños y niñas en vuelos chárter; más de la mitad son mujeres, niños y niñas. Los niños y niñas representan el 18,7% de los migrantes devueltos desde Estados Unidos en avión.
UNICEF pidió que se acelere el apoyo a las poblaciones haitianas expulsadas para que reconstruyan sus vidas y ayuden a los niños y niñas a recuperar el acceso a los servicios sanitarios y a volver a la escuela.
"UNICEF sigue apoyando a las comunidades afectadas por el terremoto mediante la construcción o reparación de infraestructuras sociales básicas, que pueden actuar como elemento disuasorio e incluso como solución duradera a las peligrosas migraciones que ponen en peligro la vida de los niños y niñas, y de sus padres y cuidadores", agregó el comunicado.
Otros 183 haitianos 'atendidos' en Cuba
Mientras la UNICEF denuncia la expulsión de niños y niñas haitianos de Cuba y EEUU, el diario oficial Granma informó este lunes de la atención dada a 183 haitianos que llegaron a Camagüey. Granma solo se hizo eco del periódico provincial Adelante, que aprovechó a los migrantes para atacar a EEUU.
"Llegaron por el oeste frente al Canal Viejo de Bahamas a las playas de Cayo Cruz en Camagüey, Cuba, y al contrario del hostil recibimiento a sus coterráneos que intentaron cruzar el Río Bravo en la frontera México-Estados Unidos, no fueron acosados por jinetes a caballos y lazos atropellándolos, al pragmático estilo del Western 'Made in USA'", dijo Adelante.
Según el citado medio, "183 migrantes haitianos asustados, con muy poca experiencia marinera que quedaron al pairo, a merced de las olas, sobre una pequeña e insegura embarcación de vela, de apenas 12,7 metros de largo (eslora) por 4,10 de ancho (manga) y 1,60 de puntal, donde viajaban un número considerable de bebés y embarazadas".
Los haitianos son atendido en un centro habilitado en la sede de los constructores del contingente Camilo Cienfuegos, ubicado en Playa Jigüey.
En el local, los migrantes recibieron atención médica inmediata y alimentación, avituallamiento imprescindible: mascarillas, aseo personal, ropa y calzado, "pese a las reales carencias de medicamentos y alimentos provocados por el violento asedio financiero, económico y comercial impuesto por Estados Unidos a esta Isla por más de medio siglo y la compleja situación de la Covid-19", reseñó Adelante en el habitual estilo del régimen cubano de culpar al embargo de los problemas en el país.
En el grupo hay 32 menores de 18 años, entre ellos, lactantes de tres, seis y nueve meses y tres gestantes de siete, ocho y 16 semanas de embarazo. Solo hay tres haitianos mayores de 60 años, agregó la citada fuente.
No es la primera vez que la prensa oficial cubana hace propaganda con la atención dada a los haitianos.
¿Ya UNICEF ha denunciado que hay menores presos en Cuba desde el 11J? ¿O eso no les interesa? Son unos hipócritas.