El ingreso intradomiciliario, causa del incremento de los contagios de Covid-19 en Pinar del Río

Protocolos mal ejecutados, irregularidades organizativas, insensibilidad, carencias, desgaste, fatiga son, según la prensa oficial de Pinar del Río, las causas de que esa provincia cubana sea el epicentro actual de la pandemia del Covid-19 en el país.

Pero lo anterior se reduce a un factor desencadenante, a juzgar por un reportaje del periódico oficial Guerrillero: si bien durante el mes de agosto el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) decidió que los contagiados asintomáticos o con síntomas leves se ingresaran en sus viviendas, ello no ha hecho más que provocar nuevos contagios.

De acuerdo con Sandra Ramírez Guzmán, directora de Salud en el municipio de Pinar del Río, "desde que se orientó el ingreso en el hogar se implementó el protocolo en cada uno de los consultorios con el personal de medicina y enfermería y se indicó la visita diaria a los pacientes. Sin embargo, reconoce que no ha sido del todo efectivo, pues la transmisión ha crecido y hubo y hay quejas al respecto", dice el periódico provincial.

Por ello, el MINSAP pinareño decidió en las últimas semanas retomar el ingreso de los casos positivos en centros de aislamiento y hospitales de campaña, una medida que se aplica desde el inicio de la pandemia en Cuba, en 2020. Mas, ante el colapso hospitalario del verano, esos sitios no fueron suficientes para dar cabida a todos los pacientes que debían ser aislados.

Guerrillero subrayó en su reporte que, aparte de este problema, los pinareños tiene que hacer hasta seis horas de cola para lograr hacerse un test de antígeno. Como ejemplo presentó al historia de Raúl Hernández, del reparto Cuba Libre, quien junto a su esposa y sus dos hijos pequeños se contagiaron del nuevo coronavirus y al no presentar síntomas graves, se aislaron en su vivienda.

En ese periodo "no recibieron visita alguna del personal de Salud de la comunidad, pues la doctora del consultorio había resultado positiva a la enfermedad y solo habían enviado a un médico para apoyar la vacunación", señaló el periódico pinareño.

Finalmente, la delegada de circunscripción fue a verlos porque sabe que Hernández tiene un enfisema pulmonar, y le entregó algunos de los medicamentos que recibió para repartir en la comunidad que atiende.

Pero todo fue a peor cuando el hombre quiso asistir a la consulta de evaluación ubicada en el Instituto Preuniversitario Isabel Rubio.

"La primera vez fui a las 11:00AM y lo que había era una concentración. Alguien me dijo que regresara a las siete, que a esa hora iba menos gente, pero se habían acabado las pruebas. Al otro día me levanté a las 5:00AM y era el número ocho de la cola. Me cambiaron como seis veces de lugar. Después entre colados, amistades que 'resolvían', desorganización, e incluso niños que trajeron del Pediátrico y dos pruebas fallidas, logré hacerme el examen. Regresé a mi casa a la 1:00PM", contó el enfermo.

Olga Lidia Morejón Romero, jefa de Atención Médica en la provincia, dijo que los resultados de los PCR demoran mucho debido al elevado número de casos. Pero si bien muchos de los casos sometidos a esa prueba tienen un test de antígeno que dio positivo y a partir de ese resultado deberían ser sometidos a seguimiento y tratamiento, "lamentablemente no siempre es así", reconoció.

Por ejemplo, Ana Luisa Martínez, del reparto Carlos Manuel, cree que tuvo Covid-19 por los síntomas que sufrió, aunque el resultado de su PCR se extravió. El 18 de agosto fue a la consulta médica y después de estar en una cola durante dos días, pese al fuerte malestar y al decaimiento, pudo hacerse la prueba. Pero todo en balde.

"Ni siquiera aparecí en la base de datos ni por el nombre ni por el número del carné de identidad. En Higiene me dijeron que esa información la daba el policlínico. La primera vez que llamé allí, a las nueve de la mañana, el médico no había llegado, me indicaron que llamara más tarde. A las 10 volví a llamar y estaba descolgado el teléfono", contó.

"Cuando pasaron los 14 días fui al consultorio y me prestaron un poco de atención al ver que mi examen de Rayos X indicaba que tenía neumonía. Después de eso fue que recibí los medicamentos que necesitaba, porque realmente no los puedo conseguir por mi cuenta, y mi salario no da para comprárselo a nadie que los revenda", señaló.

Morejón Romero aseguró que Pinar del Río cuenta con personal sanitario suficiente para dar cobertura a su población. Mientras estuvo establecido el aislamiento en el hogar, lo indicado era que el médico valorara a los pacientes en la vivienda y que estos recibieran el nasalferón u otro para su estado de salud, tal y como dispuso el MINSAP meses atrás.

Pero, según Ramírez Guzmán, "ha habido baches": el nasalferón depende de un nivel de producción que la industria no cumple. Ahora a quienes son ingresados se les da en el centro de aislamiento.

No obstante, Arelys González, del propio Pinar del Río, contó que tuvo a su padre anciano infectado y un día apareció una doctora: "Se paró en el camino, venía forrada completa y desde allí me preguntó cómo nos sentíamos. Me dijo que no iba a entrar porque se le había quedado el 'esteto' en su casa".

En cuando a los medios para trasladar a los pacientes a centros de aislamiento y hospitales, Morejón Romero aseguró que cada policlínico tiene más de dos ómnibus dedicados a ello, y que la indicación que existe es que el día que falte uno hay que informarlo desde temprano para buscar medios de traslado de otros centros estatales.

Pero aquí tampoco todo funciona bien. Isabel Cristina Montelongo y su familia perdieron a una tía víctima del Covid-19, y luego una prima se contagió apenas 20 días después de dar a luz. Como un familiar se quejó en la Dirección Municipal de Salud, fueron a recogerla a su casa con su niña, que era negativa a la enfermedad.

"A mi prima la trasladaron equivocadamente con su niña hacia el hospital León Cuervo Rubio. Por supuesto que al llegar le informaron que no era el lugar en el que podía estar y la mandaron al Hotel Pinar del Río, donde tampoco podía quedarse la niña. Hasta allí llegó el transporte", contó Montelongo .

"Cuando ya pudimos regresar a la casa, eran pasadas las 3:00AM. Nos dirigimos a la parte donde hacen guardia los vehículos estatales y había un jeep de la Empresa Porcina. Al plantear nuestra situación, el chofer, con su cara fija en el celular, nos dijo que no tenía nada que ver con eso y que no contaba con combustible".

También hablaron con el responsable del puesto de mando y se ofrecieron a comprar el petróleo para el viaje, pero no hubo solución. Así que decidieron salir a pie hasta su casa con la bebé recién nacida en brazos.

Por el camino pararon una patrulla de la Policía que les prometió que volvería a recogerlos, pero después de 40 minutos de espera sin que apareciera, siguieron camino.

"Cerca de La Sandunga vimos que venía un carro, lo paramos y resulta que era el mismo jeep que nos había negado la ayuda. Había salido para acercar a una persona a su casa en la calle Herryman, y casualmente ese señor conocía al padre de la niña. Nos dejó muy cerca de donde vivimos. Cuando nos bajamos del carro lo bendije", finalizó la entrevistada.