Las autoridades cubanas enviaron una delegación de funcionarios pertenecientes al sector turístico a la Feria Internacional de Turismo Leisure, en Moscú, con el objetivo de promocionar a la Isla como destino para los viajeros rusos, informó la agencia estatal Prensa Latina.
La viceministra primera de Turismo, María del Carmen Orellana, quien participó en el evento, dijo que su principal propósito es "contratar una buena temporada de invierno del mercado ruso", para lo que realizará encuentros con turoperadores, empresarios, agentes de viaje, representantes de líneas aéreas y de instituciones estatales vinculadas al sector.
El consejero de Turismo de la embajada cubana en Moscú, Juan Carlos Escalona, añadió que "a pesar de las limitaciones provocadas a esta industria por la pandemia de Covid-19, en estos momentos el mercado ruso se sitúa como el principal emisor hacia la nación caribeña, con más de 100 mil visitantes en lo que va de año".
Los funcionarios cubanos prometieron en el evento que flexibilizarán los protocolos higiénico-sanitarios a la llegada de los viajeros al país y que abrirán de manera gradual las fronteras a partir del próximo 15 de noviembre, a pesar de que la Isla atraviesa el peor momento epidemiológico desde el comienzo de la pandemia.
Entre las flexibilizaciones que prometieron los funcionarios cubanos se encuentra la no exigencia de test PCR negativo para entrar al país y el reconocimiento de los certificados de vacunación de los viajeros inmunizados.
La viceministra de Turismo cubana también se reunió con el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, con quien intercambió opiniones "sobre las cuestiones de la agenda internacional y regional" y reiteraron "la posición coherente de los dos países sobre el levantamiento del bloqueo estadounidense de Cuba", señaló el ministerio ruso en un comunicado.
Aunque el destino Cuba presenta como ventaja para los turistas rusos la exención de visado, tiene en contra una alta tasa de Covid-19, que continúa siéndolo pese a que las cifras oficiales reportan una disminución en el número de casos en los últimos partes, y las severas medidas para contener la expansión del virus.
Este tipo de medidas han generado conflictos con los turistas anteriormente. El pasado mes de julio el embajador de Rusia en Cuba tuvo que intervenir para que las autoridades de la Isla permitieran realizar actividades turísticas a un centenar de viajeros sospechosos de Covid-19.
Ahora el número de visitantes rusos que arriba a la Isla podría verse afectado por el reciente inicio de vuelos de aerolíneas rusas a República Dominicana. Los especialistas temen que los turistas rusos empiecen a cambiar Varadero por Punta Cana.
El desplome en la cantidad de visitantes que llegan a Cuba, debido la pandemia de Covid-19, contrasta con la indetenible construcción de hoteles por parte del Gobierno.
En agosto, la agencia estatal Prensa Latina informó que el Gobierno cubano trabajaba en la construcción de un nuevo hotel y una terminal de cruceros en el edificio de la Aduana, ubicado en la Avenida del Puerto de La Habana.
