Algunos de los sobrevivientes del naufragio de una embarcación rústica tripulada por cubanos contaron al portal estatal Cubadebate sus experiencias tras salir el pasado 5 de junio por el este de La Habana hasta ser rescatados días después por la Guardia Costera de Estados Unidos, que solo halló con vida a 13 de los 22 tripulantes.
Marlin Leliebre Tiezco, de 34 años, dijo al medio estatal que decidieron salir el 5 de junio porque por esos días llegaba una tormenta a la Isla y los cuerpos de la Guardia Costera no estarían tan atentos a las embarcaciones ilegales.
Tras salir de las aguas territoriales cubanas, en la madrugada del día 6 de junio, los vientos de la tormenta se hicieron sentir a través de grandes olas que voltearon la embarcación lanzando al mar a sus 22 tripulantes.
"Cuando el barco se empezó a hundir las personas se iban dispersando ¡Muchos no sabíamos nadar! Miré alrededor mío y no escuchaba una voz. Estábamos solos mi novio, una amistad mía y yo. Creíamos que no había sobrevivido nadie más a aquella tragedia. Por la madrugada, la muchacha empezó a perder la razón, y murió dos horas antes de que el barco de guardacostas norteamericano nos recogiera. Fueron alrededor de 22 horas en el agua, luchando para no morir", contó Leliebre Tiezco.
Si bien el servicio de Guardacostas de EEUU rescató el mismo día 7 de junio a 13 de los tripulantes, no fue hasta la noche del viernes 9 que abandonaron las labores de búsqueda, quedando nueve balseros desaparecidos en el mar.
Del total de los rescatados ocho fueron enviados a La Habana en los próximos días, mientras otros cinco permanecen en EEUU debido a problemas de salud.
Leliebre Tiezco afirmó que sus principales motivaciones para abordar la embarcación rumbo a EEUU fue ayudar económicamente a su madre de 65 años y tener hijos, lo que en la Isla se le hace muy difícil por la situación económica.
Otro de los sobrevivientes del naufragio fue Yaikel Darias Tabares, quien a sus 27 años ha pasado por situaciones semejantes intentando salir de Cuba.
Según su testimonio, al anochecer las olas comenzaron a crecer alcanzando los tres y cuatro metros de altura. "Ya después de las 10:00PM eran olas inmensamente grandes. Llegó el momento en que no pudimos esquivarlas. Nos cogió una por el lado y fue cuando nos viró la embarcación. Hubo personas que nunca lograron aguantarse, otras perdieron las fuerzas y cuando intentabas sacarlos a flote, te empujaban hacia abajo", afirmó.
"Todos nos fuimos separando por grupos. Tú te hundías de pronto, levantabas la cabeza y faltaban dos gentes. Te volvías a hundir y faltaban dos más. Al rato intentabas mirar para el lado y sucedía lo mismo. Lo único que veías eran sombras. Así fue toda la noche, intentando salvarnos…", agregó.
Al amanecer, todavía con bastante oleaje, Darias Tabares pudo ubicar a seis personas del grupo, de los cuales tres se ahogaron. "A nado llegamos casi a tierra. Nuestra embarcación se viró a unas 70 millas de Cuba, todo lo demás fue nadando y suerte que el ciclón nos empujaba", contó.
"Cuando los guardacostas americanos llegaron hasta donde estábamos, algunos teníamos hipotermia. Me subieron al barco de ellos y no podía caminar ni moverme, por eso me cargaron. Ya no podía hacer nada. Es como si en ese momento yo me hubiese paralizado", recuerda.
Yaritza Méndez Ramírez, también sobreviviente del naufragio, explicó que la embarcación estaba hecha con una pipa y unos tanques de agua por los lados. Tenía siete metros de largo, y en ella los tripulantes llevaban agua, comida y medicinas.
La joven de 34 años, quien iba con su hermano de 37 años, contó que tras el naufragio pasó la noche intentando sobrevivir.
"Yo no me quité el chaleco en ningún momento, pero mi hermano no tenía y se sostenía de mí. Él estaba muy débil y con mucho frío. No pasaron 20 minutos y me dijo que ya él no resistía más… Le dio una hipotermia. Lo mató el frío. Mi hermano falleció en mis brazos", explicó.
Madre de dos niños de seis y 14 años, Méndez Ramírez optó por lanzarse al mar en busca de un mejor futuro para su familia.
En lo que va de 2021, se han producido un total de 37 operaciones de devolución de cubanos, de ellas, una de Islas Caimán, tres de México, tres de Bahamas y 30 de EEUU.
Según las autoridades cubanas, 475 connacionales han retornado a la Isla por la vía marítima en este período y 288 lo han hecho por la vía aérea, para un total de 763.
Un gobierno que no puede garantizar unos simples boniatos que alimente a sus ciudadanos y estos prefieren arriesgar sus vidas en en el mar porque tienen hambre, es un gobierno genocida.