Los vehículos construidos por los cubanos con partes y piezas de diversos tipos, como es el caso de los llamados riquimbilis, podrán ser legalizados de forma "excepcional y por única vez" si reúnen los requisitos técnicos para circular, informó el Noticiero televisivo.
De acuerdo con la Resolución 200/2021, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria del 20 de julio, se aprobará un procedimiento "para disponer las regulaciones que garanticen el proceso de homologación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, ensamblados por partes y piezas, o registrados, pero con transformaciones, aprobados antes de entrar en vigor la Resolución 349 de 16 de septiembre de 2019 dictada por el Ministro del Transporte (MITRANS)".
Mediante dicho procedimiento, según la Resolución, se establecerán "de forma excepcional y por única vez, las regulaciones que garanticen el proceso de homologación de vehículos de motor, remolques y semirremolques".
Cada propietario podrá legalizar uno solo de los vehículos de motor que posea ensamblado con partes y piezas.
"Muchos de ellos se parecen desde el punto de vista de estructura y características a vehículos que se fabrican industrialmente. Lo que nos queda es precisamente hacer la revisión de los mismos para comprobar si reúnen o no los requisitos técnicos para circular por la vía pública", dijo el director general de Transporte Automotor del MITRANS, Mario Pérez Ventura.
Las autoridades de dicho ministerio afirmaron que en la Isla ofrecen servicios más de 40.000 de estos vehículos, entre los que se incluyen motos, triciclos, autos, jeeps, camiones y medios de arrastres fabricados de manera artesanal. La mayor parte circula en zonas rurales.
Pérez Ventura dijo que será "fundamental el trabajo del Centro de Revisión Técnica, que estará acompañado por especialistas de la Dirección Provincial de Transporte, de la Inspección Estatal y de la Unidad Estatal de Tráfico, de forma que sea un equipo el que dé el visto bueno para que los vehículos circulen en la vía pública".
El alto precio de los medios de transporte en la Isla, donde una motocicleta promedio puede valer alrededor de 8.000 dólares en el mercado informal, sumado a la escasa oferta estatal, con precios mucho más elevados, ha provocado que muchos cubanos construyan sus propios vehículos.
Piedras no, hay que tirarles con ventanas, como Elpidio Valdes. Tenian a los almendrones, lo mas parecido a un carro que rueda en cuba machacados con las inspecciones y ahora resulta que a lo mejor legalicen hasta los engendros estos. Piedra, mucha piedra, piedra y medidas fula, vieron que eso es lo que funciona con esta gente?
Que se apuren los de las chivichanas eléctricas ....
Empieza la cascada de dádivas del régimen.
Como le dijeron a la primera medida: la libertad no cabe en un gusano de 50 libras.
Tampoco en un almendrón museable.
¿Y qué van a hacer cn el Maseratti del Cangrejo??