La falta de higiene, unida al descontrol, la violación de los protocolos y la demora en el procesamiento de los análisis PCR están entre las negligencias que ponen en riesgo la vida de las personas e impiden contener el avance del coronavirus en Santiago de Cuba.
Alrededor de 6.000 muestras de sospechosos, contactos directos y pacientes infestados de Covid-19, llevaban este jueves cuatro y más días esperando ser procesadas en el Laboratorio de Biología Molecular del territorio, colapsado por el tercer rebrote la pandemia.
El doctor Luis Manet Lahera reveló durante una comparecencia televisiva que fue relevado temporalmente de sus funciones como director provincial de Higiene y Epidemiologia para organizar el caos generado en el laboratorio santiaguero, que atenta contra la calidad de los estudios y favorece propagación de la enfermedad.
"Para revertir el desfavorable panorama se enviaron 1.701 muestras al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri, de la capital cubana, y se corrigen las fallas de previsión y otras deficiencias que permitan reducir los ciclos de espera en el centro de investigación local", reconoció el funcionario.
Durante los últimos días se priorizaron los análisis de PCR de Guantánamo, razón por la cual se visualizó el notable crecimiento de la cifra de casos positivos en esa provincia.
Sin embargo, la omisión de dicha información y su esclarecimiento oportuno en los partes diarios que ofrece el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) creó la falsa expectativa de que la situación epidemiológica de Santiago había mejorado, cuando en realidad sigue sin control.
Este viernes, las autoridades informaron la alarmante cifra de 391 focos de Covid-19 activos en la provincia, de ellos 306 en la ciudad cabecera. En contradicción con el discurso oficial, Manet Lahera dijo que no disponen del personal calificado suficiente.
En una comparecencia anterior el funcionario había dicho además que "existen serias dificultades con los reactivos, los medicamentos y la alimentación para los más de 3.000 pacientes ingresados en los 17 hospitales y centros de aislamiento", lo que confirma las denuncias realizadas por los pacientes y sus familiares en las oficinas de atención al pueblo y los medios de prensa del territorio.
"La premura en habilitar estas instalaciones impidió crear las condiciones necesarias. El esfuerzo y la voluntad de las autoridades sanitarias resultaron insuficientes", añadió el directivo.
Liudmila Rodríguez, directora de Aguas Santiago, reconoció a través de Tele Turquino que la mayoría de centros que acogen a los enfermos pertenecen a los sectores que desde finales de diciembre tienen suspendidos sus ciclos de distribución por roturas en las redes y problemas con las válvulas.
Esta incongruencia atenta contra las condiciones higiénicas en las zonas rojas, al punto que los ingresados almuerzan sobre las cuatro de la tarde, comen a deshoras de la noche y disponen de medio cubo con agua para asearse en días alternos.
"Dice mi abuela que en la Facultad de Medicina la desorganización se agudiza. Allí los sospechosos y sintomáticos están mezclados y andan hasta sin nasobucos", dijo Tamara en las redes sociales, mientras que Aníbal denunció a través de su grupo en Telegram que "los familiares mandan bolsos con comida para aminorar el hambre y controlar la ansiedad".
"Hay falta de respeto, escándalos y la limpieza es un desastre. Necesitamos ayuda y el Gobierno se desentiende", dijo vía telefónica Teresa "La demora entre el inicio de los síntomas y el comienzo del tratamiento es enorme. Aquí la decadencia sanitaria es una realidad".
Rodolfo, uno de los choferes, dijo que la mayoría de los contactos directos y pacientes confirmados los recogen entre 2:00 y 4:00 de la madrugada. "Nos pasamos todo el día sin hacer nada y, cuando por fin dan la orden, lo hacen hasta con las direcciones equivocadas".
Unos 374 santiagueros están confinados en sus casas y unos 325 esperan desde los primeros días de enero por un PCR de confirmación. Tal es el caso de Alexis Hartman, director de la Agencia Cubatur, contacto directo de la cadena creada a partir de fiesta que en la noche del 30 de diciembre de 2020 ofreció el vicegobernador provincial, Manuel Falcón, en ocasión de cumplir 15 años su hija menor.
Ésto es sencillamente una CRISIS NACIONAL SANITARIA en un país en que su gobierno es INEPTO. Alguna institución internacional (ONU , OMS, etc) tendrá que ir al rescate del pueblo cubano. Gravísima situación fuera de control.