La red independiente Bienestar Animal Cuba (BAC) celebra esta semana su primer año, en el que ha logrado más de 1.480 rescates y 1.770 adopciones, mientras mantiene la exigencia de una ley que vele por un mejor trato a los animales.
En 2020 el activista Javier Larrea lanzó una convocatoria nacional para reforzar el trabajo de los refugios para animales.
"Cada día se hace más difícil el trabajo de muchos protectores de animales en Cuba y mantener los refugios (mis respetos para quienes han podido), así como llegar a tantos animales desprotegidos y abandonados en las calles", publicó entonces Larrea en su perfil de Facebook. "Por eso he decidido crear BAC, que busca extenderse por todo el país con ayuda no solo de protectores sino de todas las personas que aman a los animales".
A pesar de que la red inició con una marcada intención de apoyar a refugios ya existentes, en a penas 12 meses de trabajo ha logrado 1.779 adopciones y 1.487 rescates, según su directiva.
En ese período de tiempo, sus integrantes también llevaron adelante 219 ferias de adopciones, talleres, exposiciones, campañas de desparasitación y actividades culturales, y 438 esterilizaciones y cirugías.
BAC también contó con los veterinarios desde su fundación y los instó a contactar con la organización para añadirlos a un registro de voluntarios.
"Además, contamos con 676 miembros oficiales, siendo la organización con mayor presencia a lo largo y ancho de la Isla", expresó Larrea, y convocó a quienes lo deseen a sumarse, proceso para el cual es indispensable tener más de 15 años de edad y mantener la comunicación regular con BAC, ya sea a través de correo o alguna aplicación de mensajería instantánea como WhatsApp, Telegram o Messenger.
Las redes sociales se han convertido en los últimos tres años en una vía para la organización ciudadana, en un país sin libertad de asociación y de reunión.
De hecho, las represalias de las autoridades contra Larrea han sido constantes. La más reciente ocurrió en el mes de octubre, cuando sufrió un arresto domiciliario tras planificar con el grupo BAC Santa Clara el rescate de unos perros que se encontraban en los albergues detrás de la Universidad de Ciencias Médicas.
"Se había anunciado una recogida por parte de Salud Pública, por razón de encontrarse Miguel Díaz Canel" en la capital villareña, comentó Larrea.
El sistema de BAC
En diálogo con DIARIO DE CUBA, Larrea, explicó que el objetivo de BAC es "que ciudadanos brinden sus hogares para acoger a mascotas abandonadas en las calles".
El también estudiante de Derecho aclaró que no se pretende convertir las viviendas de los voluntarios en refugios, sino "que una familia apadrine y de cobijo temporalmente al animal que lo necesite hasta que sea adoptado de manera definitiva por otra familia", algo que se ha logrado.
El sistema de BAC incluye dar seguimiento al proceso de adopción de los animales afectivos a través de visitas de "padrinos o colaboradores que habían cuidado de él", para supervisar la salud y adaptación al nuevo hogar.
"Queremos unir a quienes deseen ayudar en la causa, sin importar la edad o cuánta experiencia tengan; lo que nos importa es que el voluntario sea afectuoso, aliviar el trabajo de otros, reducir la población de perros callejeros y también de perros en refugios", refirió en 2020 Larrea.
Los refugios para animales en Cuba son una iniciativa ciudadana, y sufren la escasez de recursos, así como trabas gubernamentales para mejorar la infraestructura constructiva o conseguir alimentos, escenario acrecentado durante la pandemia del Covid-19.
Otro caso común que tuvo en cuenta BAC desde sus inicios fue el de los "'perritos comunitarios', esos que no tienen hogar; vienen cerca de edificios y casas, pero no debajo de un techo", situación para la que recomendó que el voluntario se encargara de alimentarlo y pasar algún tiempo con él en el día hasta que encontrara un hogar.
Para como está Cuba hacen un trabajo brillante,el estado debería prohibir la cría de perros para vender,el que quiera un perro que adopte un perro de un refugio o un gato.