'Prohíban los enfrentamientos de gallos de pelea'

Supuestamente en el mes de noviembre debe divulgarse el Decreto-ley sobre bienestar animal que desde hace décadas reclaman los protectores. Desde hace más de un año, aproximadamente, la actividad de los animalistas ha aumentado considerablemente, materializándose en marchas, protestas, rescates en Zoonosis, etc., todo lo cual, opina la mayoría, trajo como consecuencia que las autoridades prometieran una norma legal para la defensa de la fauna.

La manera en que se ha llevado la confección de este Decreto, sin embargo, deja mucho que desear. En primer lugar, no se ha pedido la asesoría de la comunidad de animalistas (salvo la de la oficialista AniPlant) para su redacción y, a pesar de que se ha activado un correo electrónico para que se envíen opiniones, no se han promovido los necesarios debates que una norma como esta requiere en una sociedad tan marcada por el maltrato a los animales.

Uno de los temas polémicos que necesitamos discutir es el de las peleas de gallos. En los últimos días, corre el rumor en redes de que, si bien las peleas de perros serán prohibidas explícitamente en el Decreto, las de gallos no.

"Tenemos que llamar las cosas por su nombre", denuncia en el grupo de Facebook Cuba contra el maltrato animal Antonio Quintana Bonachea: "se ha filtrado que la Ley de bienestar animal que se promulgará no proscribirá las peleas de gallos". Vetarán las apuestas (como en teoría ya ocurre en la actualidad) pero dejarán espacios oficiales para esa práctica, evocando la tradición.

"Hablemos claro —continúa Bonachea—, de sobra se sabe que hay altos dirigentes del Partido, generalotes del país que practican esa actividad. Lo que no se quiere es herir la susceptibilidad de los Mayimbes. Ese es el resultado del poder legislativo subordinado al poder político".

Un usuario identificado como Agustín Pupo —que divulga el perfil de un usuario llamado Julian Capote— sale a romper lanzas por la práctica evocando la tradición: "En Cuba existen datos oficiales en sus archivos históricos, de la existencia del gallo fino cubano desde el 8 de Abril de 1737", y alcanza un  tono patriótico cuando evoca que, supuestamente,  "desde la Gallera o Valla de San Bartolo en Baire, el 24 de Febrero, salieron los galleros a las 3 P.M. a apoyar a Saturnino Lora y su grito de independencia"… y también recuerda las 16 vallas oficiales de la empresa Flora y Fauna —regocijo actual de militares y parapeto de apostadores.

Casi cien animalistas han salido a ripostar esta defensa: "El mundo y las sociedades evolucionan hacia algo mejor... por eso ya no existe una Inquisición... por eso ya en muchos lugares de TRADICIÓN de corridas de toros se han prohibido", dijo la usuaria identificada como Cheryl Zaldivar, mientras que Tatiana Zayas comenta: "La violencia ni es tradición ni es cultura. Eso es una verdad absoluta".

Para logar que se elimine esta práctica, los animalistas han impulsado una recogida de firmas llamada "Prohíban los enfrentamientos de gallos de pelea".

En su fundamentación recuerdan la crueldad intrínseca a estos juegos, que va desde el entrenamiento del gallo fino hasta su muerte. "Los galleros intentan justificar esta práctica cruel y retrógrada —dice el texto— con la pobre excusa de que esta variedad de ave es naturalmente litigante. Sin embargo, lo que los galleros NO DICEN es que los instintos naturales de pelea de estos gallos se exageran a través de la cría selectiva, el entrenamiento, y su manipulación: los gallos de pelea son maltratados para que se conviertan en animales agresivos".

A continuación, los animalistas enumeran maltratos regulares que se cometen contra estas aves, que van desde modificaciones a su anatomía hasta el empleo de un "gallo topón, que se usa para que el gallo escogido aprenda a agredir: se le amarra su pico para que no pueda defenderse mientras le sirve de saco de entrenamiento al gallo peleador, que lo agrede sin que el gallo topón pueda hacer nada".

"¿No representa todo esto maltrato y crueldad?", se preguntan los redactores de la carta que nos convoca a todos a firmarla. "Para que la petición tenga cierta validez, ponga su NOMBRE Y APELLIDOS", escribe Valia Rodríguez, miembro de CEDA y creadora de la página Cuba contra el maltrato animal, que promueve el pedido.

Decenas de firmas ya se recogen en las primeras horas del lanzamiento de la campaña, probando que los temas del maltrato animal deberían ser, entre otros muchos, el centro de un debate nacional.