El humorista cubano Ulises Toirac opinó con ironía sobre la escasez de cigarros en La Habana.
"¡Qué maravilloso plan por la salud pública! ¡Cero cigarros en venta en la capital! ¡Queremos una población sana! ¡Me erizo pensar cuántos sacrificios hace la economía para privarse de esa recaudación, que incluye los famosos impuestos sobre cigarros y bebidas (que existen en todos los países y se aplican a esos artículos con el fin de desestimular el consumo)!", escribió en Facebook.
"¡Voy a llorar de la emoción! ¡Ay coño qué feliz!", agregó.
Varios usuarios contestaron también en tono irónico a la queja de Toirac. "Esa es nuestra Cuba bella, ahí seguimos, seguro que es solo un problema coyuntural y vamos por más", señaló Rosario García.
Bárbara Medina le dijo que fuera "a Trinidad, cigarro y ron a chorro. Pero los padres no encuentran un refresco para los niños".
"Caballero, ya lo explicaron. No hay cigarros porque si sacan muchos, todos lo compran y si todos se ponen a fumar al mismo tiempo, el humo nos cubre y nadie ve nada y todos los autos chocan y sería el fin del mundo", escribió Rob Roy.
"Compay, a mi me ha dolido saber que una caja de condones está a 40 pesos. Conclusiones: o aumenta la natalidad o se acaba la quimbadera. Luego vendrá el listo que si tres valen 40 pesos y uno lo vende a 20 pesos", señaló Erik Díaz.
Los cubanos viven el desabastecimiento desde hace años y ahora se suman los nuevos precios en pesos, tras la unificación monetaria iniciada este 1 de enero.
"Pero, ¿y eso?", "dios mío, ¿a dónde iremos a parar?", explotaron varios ciudadanos ante los precios de las pizzas en una cafetería de Camagüey: la más barata 60 pesos.
¡Queremos una población sana!'
¡¡Coño , compadre, aliméntela MEJOR!!
A principios de los 70, el cagandante se preocupó también por la salud de los Cubanos, acabando con los cigarros y tabacos, para ayudarnos, sobretodo para exportarlos. La gente recogía las colillas de los cigarros por las mañanas en las paradas de la guagua, para sacarles la picadura y en ingeniosos artefactos como pequeños bastidores, armar cigarrillos a los que se bautizó como “Tupamaros” en alusión a la guerrilla Uruguaya de entonces. A mi me llamó la atención que un amigo, hijo de un médico recogía colillas del piso y las fumaba en una boquilla de plata; una escena Kafkiana; una de las miles en la Cuba castrista.
¡Coño, qué memoria!
Menos mal que mi abuela, y no es chiste, trabajaba en Romeo y Julieta y ella no fumaba, pero recibía tremenda cuota diaria......
Recuerdo aquellos tabaquitos "señoritas" que yo regalaba a los ecobios de la Ipuec RDA, el más "mejor" y descarado Preuniversitario que hubo.......