A más de un mes de haber realizado una denuncia en las oficinas de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), la familia de Yanelkis Céspedes, residente en el poblado de Berroa, en La Habana del Este, aún se encuentra en peligro.
La amenaza viene de un enorme árbol cuya posible caída derribaría el techo de su vivienda, poniendo en peligro de muerte a toda la familia o, en el mejor de los casos, dejándola sin techo.
"Así se lo comuniqué a la empresa eléctrica en mi primer reporte hace más de un mes, cuando temíamos que el ciclón Eta derribara el árbol, como había ocurrido días antes con otro de la misma especie, cuyas raíces terminaron de podrirse a causa de unos cuantos días de lluvia consecutivos", explicó Céspedes, madre de una bebé.
Una semana después de hacer el reporte por teléfono, y ante la ausencia de respuesta en este sentido, se personó junto a su esposo en la sede municipal de la UNE y presentó una queja.
"Una funcionaria nos aclaró que la empresa encargada de la tala es Servicios Comunales. Tuvimos que recalcarle que se trata de un árbol muy próximo a las líneas de alta tensión. Entonces acordamos que podarían las ramas más próximas a los cables y luego nosotros reportaríamos el caso a Comunales. Sin embargo, llevamos un mes de espera y nada", asegura la mujer.
El ejemplar en peligro de caer pertenece a la especie Leucaena leucocephala, sembrado en la década de los 90 tras un discurso de Fidel Castro en defensa de los árboles.
"Por aquella época la industria ganadera se estaba yendo a bolina; entonces, al parecer, los que decidieron llenar este y otros lugares del país de Leucaena pensaron en sus propiedades beneficiosas para alimentar a los animales, pero no calcularon los daños que ocasionaría", dijo Rogelio, vecino de Yanelkis Céspedes.
La especie Leucaena leucocephala tiene frutos, hojas y semillas comúnmente utilizadas en la alimentación forrajera animal, abonos verdes, conservación de suelos, y otros usos. Sin embargo, tales propiedades nunca fueron aplicadas, y ha quedado la especie, con gran capacidad de reproducción, creándole problemas a los vecinos.
"No tuvieron en cuenta la cercanía con las casas, pero tampoco tuvieron miramientos al sembrarlos junto a los cables de alta tensión, que pasan cerca de la Vía Blanca. O sea, que frecuentemente tiene que venir el carrito de la empresa eléctrica a arreglar los cortes que provoca el contacto de las ramas con el tendido", explicó Juan, otro vecino.
Vía Blanca es una carretera importante que une el centro con toda la zona este de la capital y los municipios del noreste de la provincia Mayabeque. Por ella circulan, sobre todo, rastras que trasladan mercancía desde la zona portuaria capitalina hasta las empresas e industrias más alejadas.
"Muchas veces la vía se ve obstaculizada por ramas de Leucaena que caen en el medio. Esta es una zona de muchos accidentes", advirtió Céspedes.
