El Gobierno cubano envió una brigada compuesta por 20 profesionales de la Salud a Guatemala con el propósito de atender a las comunidades damnificadas por el paso de las depresiones tropicales Eta e Iota, según informó Prensa Latina.
El grupo de profesionales, compuesto por especialistas en Medicina General Integral, epidemiólogos y enfermeras, entre ellas siete guatemaltecas, trabajará en coordinación con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social del país centroamericano.
"Así somos los cubanos. Así es esta brigada médica que en la madrugada de este jueves parte con las mochilas llenas de amor, solidaridad, altruismo y con nuestro líder Fidel Castro delante de la caravana", escribió en las redes sociales Yunior Moreno, uno de los integrantes del grupo.
Los profesionales trabajarán en los municipios de Sacapulas, Nebaj, Cunén, San Bartolomé Jocotenango, San Juan Cotzal y Santa Cruz del Quiché, según señaló a la prensa oficial el doctor Ernesto Jiménez, al frente de la brigada.
La embajadora cubana en Guatemala, María del Pilar Fernández, afirmó que "no hay mejor forma de homenajear al Comandante que siempre está con nosotros que constituir una brigada para cumplir tan humanitaria labor y llevar un mensaje de esperanza para esos que todavía no han recibido asistencia en medio de una devastación total".
Recientemente las brigadas médicas cubanas en Guatemala causaron controversia porque el diputado Felipe Alejos abogó por poner fin a los contratos con dichos profesionales por considerarlo como una forma de explotación.
En el caso de Guatemala, el Convenio firmado en 2012 obliga a ese país a "no contratar bajo ninguna modalidad, a médicos o técnicos que hayan abandonado la Misión Médica Internacionalista cubana, en los lugares en que estén ubicados los cooperantes de la Brigada Médica de Cuba", reveló un informe de Prisoners Defenders.
Esto, que busca garantizar que los profesionales no abandonen la "misión", se complementa con otro inciso, en el cual el Gobierno del país centroamericano queda obligado a "garantizar que los profesionales que realicen actividades de asistencia médica en Guatemala bajo este Acuerdo Subsidiario, lo hagan solo en el sector de la salud pública". También a "no permitir a ningún profesional realizar actividades de asistencia médica durante o después que expire el periodo de servicio que abarca este Acuerdo".
Precisa CPD que "si bien el convenio indicaba en 2012 un estipendio de 7.000 quetzales (unos 900 dólares)", médicos que trabajaron en esa época en Guatemala dijeron "que cobraban siempre menos de 2.000 quetzales (257 dólares), en torno al 25%, ya que tenían que devolver el dinero a los funcionarios cubanos cada mes".
La exportación de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios. En 2018 esta actividad generó ingresos por 6.400 millones de dólares a La Habana, muy por encima del turismo.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna". Esta situación ha sido mucho peor en Venezuela, según testimonios de los propios médicos que han logrado escapar.
Correcto. Muy bien.