El 2021 estrenará la Resolución 115 del Ministerio de Economía, que aunque suene a oxímoron, es un paso para independizar a las empresas estatales del propio Estado. Entre los muchos cambios que han hecho, este es de los pocos que indican cierta transformación en la mentalidad económica de la dirección del país.
Tal resolución busca sustituir la asignación vertical de los recursos por un mecanismo más flexible, aunque sin perder el control estatal, basado en dejarles quedarse con parte importante de las divisas que generen las propias empresas, permitiéndoles así cierta autonomía para importar, pagar deudas o invertir.
Estos intentos no son nada nuevo, una década llevan funcionando los Esquemas Cerrados de Financiamiento en Divisa, donde los exportadores mantenían un porciento del ingresos para asegurar la reproducción del negocio, pero según palabras de la directora de Divisas y Comercio Exterior Yunet Medina Delgado, los Esquemas "tampoco respondían al interés primario de garantizar las exportaciones, sino que se derivaban en un millón de tareas administrativas; ni garantizaban la horizontalidad de las relaciones económicas, al reproducir la verticalidad con que se asignaban los recursos".
Sin embargo, la Resolución 115, que sustituye estos Esquemas, aumenta notablemente la cantidad de recursos que retienen las empresas, pero lo verdaderamente importante, es que establece un cambio cualitativo en la relación Estado-empresa. El Artículo 2.1.e, que en una de sus partes dice "favorecer métodos indirectos de conducción de la economía, incluyendo el interés de las entidades por liberar divisas a la liquidez central", implica que si el Estado necesita de las divisas de una empresa, le pagará un interés para poder disponer de aquellas.
Se financiariza así la relación empresa-Estado, lo que en teoría, significa adoptar un método de relación basado en las posibilidades de endeudamiento del Gobierno, no solo en su voluntad.
Solo "en teoría", pues: ¿Podrán negarse las empresas a "liberar" sus divisas? ¿Quién decide el tipo de interés? ¿Quién obliga al régimen a pagar deudas a sus propios empleados? ¿Serán públicas las cuentas para conocer el grado de endeudamiento interno del Estado? ¿Qué omnisciente junta central decidirá a qué empresas se le puede quitar, cuánto y cuándo puede quitársele?
Es difícil imaginar el caso en que el Gobierno cubano tenga que pagar un vencimiento de deuda externa, o —tomando el ejemplo favorito de las autoridades— tenga que comprar leche para los niños, y no lo haga para respetar el destino que los directores de empresa estatales tengan previsto para sus reservas de moneda fuerte.
La apuesta es muy arriesgada. Cuba gasta más de lo que ingresa, el único modo de invertir esta situación es aumentando la productividad del trabajo y teniendo mayor presencia en el mercado internacional. Para esto, Cuba solo cuenta con su mano de obra barata, de momento las tecnologías, las infraestructuras y las materias primas que solo podrían entrar en cantidad suficiente mediante la inversión extranjera directa, no se ven por ninguna parte.
Habrá que ver si esta resolución, junto al ordenamiento salarial y la eliminación del reparto igualitario contenidos dentro de la conocida Tarea Ordenamiento, son capaces de impulsar la actividad empresarial lo suficiente como para que el Estado pueda financiarse sin meter la mano en la hucha de las empresas, lo que desajustaría los planes de desarrollo de sus administraciones… volviendo así al punto vertical-centralizado-impositivo de siempre.
En la práctica, la asignación de recursos a las empresas según sus necesidades previamente declaradas, se ha hecho en dependencia de la disponibilidad de divisas, que sale de los compromisos estatales de deuda y de la actividad planificada centralmente. No hay que explicar la inoperancia de este sistema, basta mirar el desastre que es la nación. Eso sí, alguien debería explicar por qué insistieron en él durante 61 años, y alguien debería hacerse responsable por toda la miseria real que ha generado.
La Resolución 115 podría terminar siendo un paso en falso en el intento de aflojar esa centralización; sustituir un modelo disfuncional por uno un poco mejor, requeriría haber creado o dado el espacio para crear con antelación las dinámicas productivas necesarias que engrosen lar arcas del país, lo que permitiría que el Estado realmente pudiera limitar sus gastos solo al ingreso fiscal más la parte del beneficio empresarial que sigue manteniendo centralizado.
Sin perder de vista la conducta criminosa de no acabar de darle al país la imprescindible libertad empresarial que necesita con urgencia, por el momento reconozcamos el tibio indicio de que comprenden la necesidad de cambios estructurales y el atrevimiento de hacer algo que parezca algo más que el habitual maquillaje superficial.
Esta resolución podría mejorar la eficiencia de las empresas estatales —donde trabajan millones de personas hoy muy necesitadas— siempre y cuando los funcionarios al frente de las mismas tomen las decisiones correctas y el Gobierno, por una vez, cumpla lo que dice. ¿Será pedir demasiado?
El único paso adelante sería la caída del fascismo en Cuba; solución definitiva a todos los problemas.
Falsa alarma, el socialismo no tiene salvacion posible, y en Cuba menos: "Es difícil imaginar el caso en que el Gobierno cubano tenga que pagar un vencimiento de deuda externa, o —tomando el ejemplo favorito de las autoridades— tenga que comprar leche para los niños, y no lo haga para respetar el destino que los directores de empresa estatales tengan previsto para sus reservas de moneda fuerte."
Ya estas cosas funcionaban a pedacitos antes. La oficina del historiador era un ejemplo. Su tan cacareada gestión no era más que un pacto entre Eusebio Leal y el cenicero donde le dejaban al primero reinvertir parte de los beneficios de lo que dejaba funcionado en la Habana vieja.
Pero el beneficio jamás lo veían los trabajadores. Estaban un poquito mejor que los demás pero nada comparado con lo que se llevaban los jerarcas.
El socialismo es ineficaz y corrupto. Eso es un hecho. Me pregunto de donde sacarán a los economistas que inventen poner parches capitalistas al socialismo. Es muy difícil construir un Frankenstein, pero más difícil todavía es darle vida. Los dinosaurios de la generación del Moncada deberían retirarse absolutamente y dejar que las nuevas generaciones generen cambios reales, hacia una economía de mercado. Tic Tac Tic Tac
El mismo perro con diferente collar. El gobierno administrando empresas cuando es competencia del sector privado. El gobierno solo deberia cobrar impuesto y dedicarse a ofrecer servicios basicos que bastante mal estan.
Esa Resoluciòn no es nada nuevo. Hasta 2003 las empresas estatales podìa hacer los mismo con sus divisas y pagaban al Estado adelantos a sus respectivos impuestos sobre utilidades llamados "aportes al presupuesto del Estado". Lo que se ha hecho es volver en parte a la situaciòn anterior al 2003 pero ahora en una situaciòn econòmica màs crìtica. No va a funcionar.
Senores mios cualquiera de la tercera edad ,que haya vivido todas las epocas del Castrismo sabe que la corrupcion que lleva al termino del desvio de recurssos hacia el mercado informal es una de las causas de la crisis economicas y que sera imposible de erradicar mientras el pueblo no pueda adquirir productos de primera necesidad libremente en las tiendas con el salario que percbe por su trabajo en la cadena productiva y de servicios ,el que necesita un clavo para una ventana como no lo hay en la tienda se lo roba al estado ,,,JUSTA COMPENSACION ,asi ocorre con todos los productos, por lo que me atrevo a asegurar que mas de un tercio de la produccion estatal en todos los ordenes se pierde en el mercado informal ,que es quien mantiene vivo al pueblo.
"...Entre los muchos cambios que han hecho...", CAMBIOS?, Quién?, Cuándo?, Dónde?... En lo único que cambian constantemente es en las formas de machucar al país.