Un alto funcionario de la Agencia de Inteligencia Somalí (NISA) que había confirmado el miércoles a EFE la liberación de los dos médicos cubanos secuestrados en Kenia explicó más tarde que la entrega de los dos rehenes fue frustrada en el último momento después de que una "filtración" paralizara el "traslado seguro".
"Teníamos el plan del traspaso, pero alguien interno a NISA habló antes de tiempo", dijo a la agencia española bajo estricto anonimato esta fuente, involucrada en las negociaciones de liberación.
El Gobierno de Somalia también se pronunció el miércoles ante la "falsa" liberación de los dos especialistas de la Isla retenidos por yihadistas de Al Shabab desde abril de 2019.
"La noticia sobre la liberación de los médicos es falsa", dijo el ministro de Exteriores somalí, Ahmed Ise Awas, en declaraciones al servicio somalí de la radio Voice Of America (VOA).
"El Gobierno de Somalia está trabajando para liberar a los rehenes y continúa cooperando con el Gobierno cubano, pero la liberación todavía no ha ocurrido", añadió.
Awas explicó, además, que las negociaciones entre NISA y miembros de Al Shabab seguían en marcha y aseguró tener la responsabilidad de "rescatar a los doctores".
El miércoles, una fuente anónima de esta misma agencia aseguró que los médicos habían sido entregados la pasada noche del 4 de octubre, un hecho que finalmente no se produjo, precisó EFE.
El cirujano cubano Landy Rodríguez y el especialista en medicina general Assel Herrera fueron secuestrados hace un año y medio en la ciudad de Mandera (noreste de Kenia), fronteriza con Somalia.
Tras su captura fueron llevados a este último país y entregados al grupo yihadista Al Shabab, que los mantiene cautivos hasta el momento.
Los gobiernos de Cuba, Kenia y Somalia dicen que, desde que los médicos fueron capturados, realizan esfuerzos conjuntos para lograr su liberación.
Cada vez que se produce un contacto al respecto con esos países, las autoridades cubanas —normalmente Miguel Díaz-Canel, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, o el ministro de Salud, José Ángel Portal— suelen divulgarlo, aunque de forma escueta y sin detalles concretos sobre las gestiones.
La comunicación más reciente se produjo el pasado 5 de octubre, cuando Bruno Rodríguez anunció en Twitter que había hablado con su homólogo somalí para agradecer "el apoyo y esfuerzos de su gobierno" a la hora de "garantizar el regreso seguro" de los médicos.
Las anteriores se remontan a los meses de junio y julio, y fueron conversaciones telefónicas entre los ministros de Salud de Cuba y Kenia, y entre los presidentes de ambos países.
Rodríguez y Herrera fueron secuestrados cuando se dirigían a trabajar en el hospital de Mandera, acompañados de escoltas armados, cuando el vehículo en el que viajaban se vio atrapado en un tiroteo en el que murió uno de sus custodios.
Los profesionales forman parte de un contingente de un centenar de profesionales cubanos —incluidos radiólogos, cirujanos plásticos y ortopédicos, neurólogos y nefrólogos— que llegaron en 2018 a Kenia como parte de un acuerdo bilateral.
A pesar del peligro que entraña, ese acuerdo fue renovado por seis meses más en junio pasado, hasta diciembre de este año, aunque el Gobierno de Kenia ha manifestado su interés en negociar con La Habana una extensión del contrato una vez que amaine la crisis global del coronavirus.
Tras el secuestro de Herrera y Rodríguez, muchos de los doctores cubanos que ejercían en algunas de las regiones kenianas fronterizas con Somalia fueron reubicados.
El diario keniano Nation reveló esta semana que cada uno de los 100 médicos cubanos que trabajan en ese país le cuesta a Nairobi mensualmente alrededor de 9.220 dólares estadounidenses.
El extenso reportaje indicó que los médicos reciben un estipendio —término que usa La Habana para ocultar que sus "misiones solidarias" son remuneradas— de 1.000 dólares mensuales.
La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios.
Además de tener que entregar la mayor parte de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de sus libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
¡¡¡Pobres esclavos felices!!! quien por su gusto muere, la muerte le sabe a gloria.
Si esos medicos, cuando los liberen, se bajan con vivas a la revolucion y otras mierdas; es para darles pol saco.
Lo más importante NO ha sucedido: que estos dos galenos cubanos regresen a su país.
Comentan que por estos dos infelices el mismísimo grupo terrorista le "paga" a jerarcas de Cuba por sus servicios.
Cuando el tema se dilata tanto por algo será. No es creíble que un grupito de "guerrilleros del siglo XXI" burle a la mata de las guerrillas, que inundó todo un continente de "terroristas del siglo XX".