Alrededor de 160 personas, entre trabajadores y turistas cubanos, han sido confinados en cuarentena en el Hotel Village Costasur, ubicado en la playa María Aguilar, de Trinidad, donde fueron diagnosticadas dos personas positivas al Covid-19.
Aunque entre esos individuos no se reporta ninguna persona con síntomas respiratorios, según el periódico oficial Escambray, todos permanecen bajo vigilancia médica permanente.
El Consejo de Defensa Municipal de Trinidad decidió la cuarentena y orientó convertir la instalación turística en una especie de centro de aislamiento después que un cantinero y un dependiente, contactos de una pareja de vacacionistas procedentes de Ciego de Ávila que estuvo alojada allí entre el 27 y el 31 de agosto, dieran positivos a la enfermedad.
Derivado de los familiares de los trabajadores del Village Costasur, están bajo vigilancia también decenas de personas en tres centros de aislamiento habilitados para ello: las villas Siguaney y La Arrocera, en playa La Boca, y Cabagán, en la carretera entre Trinidad y Cienfuegos.
La búsqueda de posibles contagios se ha extendido al Hotel Meliá Trinidad, todavía en construcción pero muy próximo al afectado, informó Yanisleidi Turiño Lema, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología.
"Se han realizado hasta este momento 83 pruebas en tiempo real o PCR a las personas relacionadas directamente con el evento y que laboraban en la obra, pero el propósito es llegar a la totalidad de los trabajadores de forma escalonada, en dependencia del riesgo epidemiológico y la cadena previamente establecida por nuestros especialistas", precisó la funcionaria.
Esta cuarentena, la primera que afecta a un hotel en Cuba desde que se reabriera la actividad turística en junio a raíz del inicio de la desescalada de las restricciones provocadas por la pandemia en la Isla, pone en entredicho las supuestas condiciones de seguridad que ofrecen esas instalaciones a sus clientes.
Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus las autoridades cubanas han afirmado que la Isla es un lugar seguro para los turistas. Cuando abrió sus instalaciones para el turismo nacional aseguró que estaban listas para cumplir con todos los protocolos y así evitar la propagación de la enfermedad.
El lunes, las autoridades de Isla de la Juventud anunciaron que consideran poner en marcha en noviembre un laboratorio de biología molecular en Cayo Largo del Sur para realizar en el propio destino turístico las pruebas PCR de detección del posible contagio por Covid-19 a los veraneantes extranjeros, que esperan comenzar a recibir para esa fecha.
Si bien el duro rebrote de la pandemia que afecta a Cuba ha obligado a aplicar medidas de confinamiento en La Habana y otras zonas y a paralizar el transporte interprovincial, el Gobierno busca con apremio la reanudación de la actividad turística, que recomenzó en junio para los cubanos en hoteles de todo el país y para visitantes extranjeros en la Cayería Norte de la Isla, con vuelos directos hacia Cayo Coco.
A inicios de mes, la Embajada de Cuba en Moscú aseguró que la aerolínea Aeroflot y las autoridades de la aviación rusas han negociado con la Isla la apertura de los vuelos regulares a La Habana a partir de esta semana.
Por su parte, las autoridades cubanas aseguraron que técnicamente está todo listo para recibir esos vuelos, que llevarían a turistas de Rusia a los cayos del norte de la Isla.
Sigan abriendo la puertas al turismo sin control; dentro de poco van a rebautízar la isla, en vez de Cuba, Covid.