Familia numerosa de bajos recursos lleva cinco años esperando un subsidio para mejorar su vivienda

La familia de Luis Mojena González y Elianni Cruz Vega es muy numerosa y vive en condiciones precarias "desde que la familia comenzó a crecer y tuvimos que independizarnos".  Con cinco hijos, uno de apenas pocos días de nacido, deberían clasificar rápidamente para un subsidio gubernamental para la vivienda, pero no ha sido posible.

Residentes en San José del Yao Buey Arriba, un municipio montañoso en la Sierra Maestra, la joven pareja (ella ama de casa y él trabajador de salud pública en la campaña antivectorial), ha batallado desde 2015 por que le aprueben la ayuda y no entienden por qué no ha procedido todavía.

"Desde 2015 vivimos en esta vivienda, que es lo que pudimos adquirir. Nuestra familia ha crecido desde entonces y en 2016 pedimos el subsidio", explicó a DIARIO DE CUBA Luis Mojena. "Me he quejado mil veces, voy y pregunto, vuelvo a quejarme y nada. En eso llevo todo este tiempo. Hasta escribí al periódico Trabajadores pero mi caso no fue publicado nunca ni recibí respuesta".

"Es duro ver cómo le resuelven a otros con menos problemas y menos necesidad que uno. Aprueban los casos desde la oficina, sin visitar las viviendas como debe ser. Yo era militante de la UJC pero se me cayó la venda con esta tragedia, así pude ver cómo funciona de mal este país. No me han botado que yo sepa, pero hace tiempo que no pertenezco a ningún comité de base, lo abandoné", dijo.

"En 2018 denuncié mi caso a un periodista independiente, porque el periódico del Estado ni me contestó mi carta. Se publicó rápidamente, el 3 de diciembre, y desde entonces soy mal visto por las autoridades, es algo que se nota. Y creo que eso contribuyó a que no visitaran mi casa por todos estos años, hasta hace pocos días que vinieron por primera vez. Este pueblo es pequeño y cualquier cosa tiene una connotación tremenda."

"Creo que fue por eso también, y por decir las cosas claras en mis quejas, que poco después no fuimos incluidos en la lista de 90 casos de madres con tres hijos, o más, que se hizo en el municipio para priorizarlas en el tema de los subsidios a la vivienda. Eso es un programa nuevo para estimular a la gente que se atreve a tener varios hijos, debido al envejecimiento poblacional. Pero al menos con nosotros no hicieron nada. No funcionó la prioridad, fue todo lo contrario", reconoció.

"Estoy seguro que fue por dar mi testimonio al periodista independiente, pero tengo que apelar a todo y no me quedaré callado. Cuando pasó eso ya habíamos solicitado el subsidio hacía dos años y teníamos cuatro hijos. Nadie calificaba más que nuestra familia y quedamos fuera. De más está decir que de nada ha servido protestar, solo nos dan mucha muela, pero del subsidio nada", concluyó.

Realmente las condiciones de este núcleo familiar son paupérrimas y son siete en total, la joven pareja y cinco hijos. De ellos los tres mayores son niñas: de diez, nueve y seis años de edad; luego un varón de un año y medio; y ahora otra hembra que acaba de nacer hace pocos días. Sin dudas reúnen todas las condiciones para una ayuda social, pero es evidente que, lo que el Gobierno califica como uno de los "logros de la revolución", no funciona nada bien.

Los subsidios a la construcción de viviendas, más que un mecanismo de protección social en Cuba, podría calificarse de estrategia populista del Gobierno para crear más dependencia y control del Estado sobre las viviendas.

Son recurrentes las quejas de los solicitantes sobre demora en los procesos de aprobación y mal trabajo a la hora de otorgarlos, típico de la burocracia de las oficinas que atienden a la población en estos trámites. También son frecuentes las sospechas y denuncias de actos de corrupción asociados a la asignación de las bonificaciones.

ViPero en este caso, aparte de las dificultades comunes, todo parece indicar que ha habido una represalia al padre de familia por haber denunciado el caso a la prensa independiente. Un acto además de represivo, cruel, porque perjudica a niños pequeños y a una madre que ha pasado al menos dos embarazos en las actuales condiciones de inhabitalidad.