El economista cubano Pedro Monreal consideró el establecimiento de un "precio adecuado" como "un primer paso" para contener la actual crisis del agro que padece Cuba, donde el desabastecimiento de alimentos ha alcanzado niveles de los años 90 con el impacto de la pandemia y otros factores.
"Aumentar área cultivada para compensar bajos rendimientos derivados del déficit de insumos no está funcionando", señaló en un hilo en Twitter Monreal, quien se basó en una publicación del periódico oficial Invasor de Ciego de Ávila donde se racionarán los productos a la población.
Consumidores de los municipios de Ciego de Ávila y de Morón solo podrán acceder a las viandas que se ofertan en el sistema comercial de la Empresa de Acopio provincial, de manera regulada y controlada, a través de la libreta de racionamiento.
El racionamiento ha estado a la orden del día durante los últimos meses en toda la Isla ante la escasez generalizada y ha afectado a productos básicos como el pollo, incluso en las tiendas en divisas.
"Datos fríos de Ciego de Ávila: sembrada solamente el 56% de superficie planificada, desplome de rendimientos, y más racionamiento de productos", señaló Monreal.
Cita como "dato interesante" que "Acopio ha aumentado el precio que paga al productor, lo cual está bien", consideró, "pero se mantienen topes de precios minoristas, lo cual limita el funcionamiento del sistema mercantil en que debe operar una producción agropecuaria con alto peso privado".
En opinión del economista, el Gobierno "debe ocuparse de la seguridad alimentaria, pero una opción pudiera ser favorecer una formación de precios (en mercado regulado) que refleje condiciones reales de producción y consumo, a la vez que se subsidia a grupos sociales específicos".
"La función del productor agropecuario es ofertar alimentos, no transferir valor, vía precios administrativos, a otros grupos sociales. Cuando hay déficit de oferta, el incremento de precios es el iniciador del proceso económico que lleva a incrementar la oferta", apuntó.
"El problema no es que la demanda supere la oferta, sino que la oferta se está desfondado. No soy especialista en agricultura, pero algo entiendo de precios. El mercado los establece mejor que la burocracia y un precio adecuado es un primer paso para contener la crisis del agro", concluyó.
En medio de un estado de pánico entre los campesinos cubanos por el incremento de la represión, y ante la escalada del desabastecimiento de alimentos, que según alertan actores independientes, hace inminente una hambruna en Cuba, organizaciones oficiales como los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) llaman a sembrar patios, parcelas, jardines e incluso macetas en los balcones.
Recientemente, sectores del campesinado independiente cubano lanzaron la propuesta "Sin campo no hay país", en la que pidieron al Gobierno cubano cinco medidas contra la crisis perenne de escasez en la Isla y para evitar una hambruna ante las actuales circunstancias tras la pandemia.
La Liga de Campesinos Independientes y el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) reclamaron libertad para la producción y distribución de sus productos y para fijar los precios de acuerdo con el mercado.
Asimismo, demandaron libertad para importar y exportar directamente, incluso a EEUU, eliminar por diez años todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos, y facilitar la entrega de títulos de propiedad permanentes a todos los productores agrícolas.