El Gobierno de Cuba, incapaz de solventar la crisis enquistada de desabastecimiento de comida, patrocinó en el 43 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas una resolución por el "Derecho a la Alimentación".
"Nuestro país mantiene una amplia ejecutoria y compromiso en materia de promoción y protección de los derechos humanos, que se refleja en su activismo sobre esta materia en el marco de las Naciones Unidas", publicó el sitio oficial Cubadebate, que se limitó a hacer propaganda de ese y otros dos proyectos presentados, sin abundar en el contenido.
La iniciativa por el "Derecho a la Alimentación", copatrocinada por China, México, Mónaco, Nicaragua, Pakistán, Siria, Venezuela, entre otros países, "exhorta a los estados a que consideren la posibilidad de revisar cualquier política o medida que pueda tener repercusiones negativas en la efectividad del derecho a la alimentación (…)" antes de adoptarlas.
Asimismo, "reconoce la contribución de los campesinos, los pequeños agricultores, los agricultores familiares y otras personas que trabajan en zonas rurales de todas las regiones del mundo al desarrollo y a la efectividad del derecho a la alimentación y a la seguridad alimentaria, que son fundamentales para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente".
En Cuba, a los campesinos y usufructuarios de tierras estatales, un total de 430.000 agricultores privados que generan el 90% de la producción agropecuaria del país, el Gobierno les paga una miseria por sus producciones y les prohíbe vender directamente sus productos o fijar precios.
La resolución "alienta al nuevo titular del mandato a que siga colaborando con las organizaciones internacionales y los organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas pertinentes a fin de que promuevan en mayor medida el derecho a la alimentación (…) en particular para fomentar el adelanto de los pequeños agricultores y los trabajadores agrícolas de los países en desarrollo y los países menos adelantados".
El Gobierno cubano, eficiente a la hora de implementar políticas fallidas que ahogan a los productores independientes de alimentos, patrocinó una resolución en la que se destaca "que recae sobre los Estados la responsabilidad primordial de promover y proteger el derecho a la alimentación".
Asimismo, la iniciativa promueve "la necesidad de que los programas de distribución de alimentos sanos, suficientes, nutritivos y culturalmente aceptados sean inclusivos y accesibles a las personas con discapacidad" y se mejore "el acceso a los recursos productivos y la inversión pública responsable en el desarrollo rural".
Recientemente, sectores del campesinado independiente cubano lanzaron la propuesta "Sin campo no hay país", en la que precisamente pidieron al Gobierno cubano cinco medidas contra la crisis perenne de desabastecimiento en la Isla y para evitar una hambruna ante las actuales circunstancias tras la pandemia.
La Liga de Campesinos Independientes y el capítulo cubano de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) reclamaron libertad para la producción y distribución de sus productos y para fijar los precios de acuerdo con el mercado.
Asimismo, demandaron libertad para importar y exportar directamente, incluso a EEUU, eliminar por diez años todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos, y facilitar la entrega de títulos de propiedad permanentes a todos los productores agrícolas.
Lo que el régimen persigue es simple: Inventarse un programa que le envíe los alimentos para el pueblo que ellos son incapaces de producir e ir tirando, mientras ellos viven del turismo, la pesca y el niquel. Con un programa de alimentación y las remesas del exilio, la nomenkaltura vive como unos reyes.
En Cuba hay muy buena alimentación, si juzgamos por las pipetas de toda la dirigencia, desde el canelo hasta el último dirigente a nivel provincial...
Machi está muy sobrealimentada. El pellejo le queda estrecho.