La aspirina da más dolores de cabeza que los que alivia en Cuba

Como parte de las medidas tomadas por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en tiempos de cuarentena, se ha restringido la venta de aspirinas en todo el territorio nacional, pero existe confusión en farmacias y policlínicos, y sobre todo entre los consumidores, sobre la distribución.

El ácido acetilsalicílico, conocido popularmente como aspirina —nombre de una marca que ha pasado al uso común—, escasea en Cuba como numerosos medicamentos, desde otros analgésicos hasta fármacos para tratar enfermedades crónicas.

Algunos policlínicos y farmacias han comunicado a los pacientes que la venta de la aspirina será ahora exclusivamente por receta médica. La noticia ha contrariado a quienes hasta el momento adquirían este analgésico a través de tarjetas de control (los llamados tarjetones), y en adelante deberán solicitar periódicamente las recetas en sus áreas de salud, en lugar de tener una asignación mensual del medicamento.

"Claro que me afecta, pues mi consultorio está a casi un kilómetro de distancia, y la farmacia mucho más lejos", dijo Carmela, una anciana de 75 años. "Yo no puedo salir ahora por lo del aislamiento. Mi hijo tendrá que ir cada vez que se me acaben", completó.

Hasta el momento, la disposición no ha sido publicada y se maneja confusamente en diversas instancias consultadas.

"Deberían haber publicado una nota informativa o algo, pues en un lugar te dicen una cosa, y en otro te dicen algo totalmente diferente", expresó Basilia, una vecina del municipio Habana del Este.

"La aspirina ya no es por aquí, ahora es a nivel de policlínico y deben llevar también una receta", declaró la administradora de una farmacia ubicada en el mismo municipio.

DIARIO DE CUBA consultó al subdirector del policlínico más cercano a dicha farmacia, y este fue el resultado: "Te puedo confirmar que la venta de aspirinas ahora será a través de recetas médicas, pero no en el policlínico. Lógicamente, esto debe seguirse haciendo a través de las farmacias".

Respecto a la suspensión de la venta de aspirinas a los pacientes que la compraban a través de la tarjeta de control, el funcionario confesó no estar adecuadamente informado.

En consulta realizada a la Dirección Municipal de Salud Pública (vía telefónica), se pudo confirmar la disposición de restringir la venta de aspirinas a través de recetas médicas, pero una vez más la persona que atendió la llamada no supo especificar qué pasará con los pacientes que la tienen prescrita mensualmente.

Farmacias de otros municipios tampoco cuentan con una información unitaria y clara. "Hay un rumor por ahí de que cuando aparezca la aspirina se va a vender por receta", explicó (vía telefónica) la dependienta de una farmacia ubicada en La Habana Vieja.

También a través del teléfono, la dependienta de una farmacia ubicada en Arroyo Naranjo dijo que "si entra la aspirina el día 22, entonces recibiremos la información, porque no tenemos claro qué va a pasar con las personas que la compraban por tarjetón".

La aspirina es un analgésico principalmente usado para tratar la fiebre y los dolores de cabeza, dos de los síntomas del Covid-19. Ello podría explicar la nueva disposición, aunque también podría basarse en la escasez de materias primas para su fabricación en plantas cubanas.

Las farmacias no solo carecen de aspirina. Otros analgésicos en falta desde hace meses son el paracetamol y la dipirona. Tampoco hay la glibenclamida, para los hipertensos, y la metformina, administrada a los pacientes de diabetes tipo II.

En el caso del enalapril, utilizado en el tratamiento de la hipertensión, "en los últimos cuatro meses ha entrado una sola vez", según María de los Ángeles, una vecina de Habana del Este que depende del fármaco.  

Asimismo, se encuentra en falta el alprazolam, muy demandado, que se usa para tratar los trastornos de ansiedad y pánico.  

La empresa responsabilizada de la entrega de fármacos en las unidades es ENCOMED (Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos), que interviene asimismo en el proceso de producción junto a la también estatal BioCubaFarma.

Debido a que la mayoría de la materia prima utilizada en los medicamentos que se distribuyen a través de este sistema es importada, la crisis económica dentro y fuera del país afecta la producción de los mismos.