Dachelys Valdés Moreno y Hope Bastian, una pareja de mujeres residentes en Cuba, obtuvieron esta semana en La Habana a través de un dictamen su certificado de nacimiento emitido por el Ministerio de Justicia (MINJUS) en el que ambas figuran como madres, publicó Q de Cuir.
Según recogió la revista digital cubana dedicada al empoderamiento de las personas LGBTIQ +, el pequeño Paulo nació en la Florida, de donde es originaria Hope y donde lograron acceder al servicio de reproducción asistida que Cuba no ofrece a estas parejas.
En ese estado, además, cuando una mujer casada pare los hijos son legalmente reconocidos como de la pareja, por lo que en el Registro Civil de la Florida tanto Dachelys como Hope, figuran como madres.
Antes de regresar a la Isla, donde la familia reside de manera permanente, iniciaron el proceso para inscribir a Paulo como hijo de una ciudadana cubana nacido fuera del país. Este trámite comienza en la embajada de Cuba en el país de nacimiento.
Un papeleo relativamente sencillo para las configuraciones heterosexuales de familia, implicó para esta pareja esperar a que el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Justicia (MINJUS) encontraran una manera de asentar el certificado de nacimiento de Paulo, con sus dos madres, en el Registro del Estado Civil de Actos y Hechos de Cubanos en el Exterior. Esto implicaba reconocer legalmente a una familia lesbomaternal en un país donde no existe el matrimonio entre dos mujeres.
De acuerdo con el testimonio de Dachelys, la situación se resolvió finalmente por un dictamen del MINJUS en el que, sin reconocer el matrimonio entre ambas, aprobó que se emitieran certificaciones donde en lugar de "madre y padre" figurara la configuración "madre y madre", como en la inscripción de nacimiento original, emitida en el hospital de la Florida donde nació el niño.
"Según el dictamen, la filiación es un elemento jurídico basado en la biología y nuestras leyes no reconocen a un hijo de dos madres, pero al mismo tiempo admitía que la Ley de Registro Civil cubana data de hace más de 30 años por lo que no está acorde con las dinámicas familiares actuales", añadió la joven madre.
El documento ratificó que las leyes actúan en el interés superior del niño, que la Constitución cubana protege el hecho de que las personas formen sus familias como quieran y que no se les puede discriminar por ninguna razón, añadió la pareja.
El certificado de nacimiento que obtuvieron el jueves en La Habana, de hecho, dice textualmente que "la inscripción se practica en virtud de ambas madres al tratarse de un caso de doble maternidad, con apoyatura legal en el artículo 7 de la Constitución de la República de Cuba que reconoce además el derecho a formar una familia, cualquiera que sea su forma de organización y vela por el interés superior del niño y su derecho a ser inscrito".
Según la jurista Amaya Álvarez González, que ha trabajado en el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), ya en otras ocasiones el Ministerio de Justicia ha resuelto por dictámenes de la dirección de este organismo situaciones donde no existía una normativa específica, como por ejemplo el primer grupo de personas trans que obtuvieron el cambio de nombre a finales de los años 90.
Comentó que desde el optimismo del Derecho los juristas siempre han visto como que [esos procesos] empiezan por la cúspide, pero abren el camino para que luego comiencen a descentralizarse y se vayan creando los procederes para que no todo tenga que ser generado desde la instancia, en este caso, con mayor jerarquía.
Para Hope, este "es un paso muy importante porque es la primera vez que el Estado cubano reconoce que puede haber niños con dos mamás. Hoy el Estado reconoce que las familias cubanas tienen muchas formas diferentes de configurarse, que son legítimas y legales".
La comunidad LGBTI+ en Cuba sigue luchando por la aprobación del matrimonio igualitario, una demanda que la propia Asamblea Nacional postergó tras modificar el polémico Artículo 68 de la nueva Constitución de la República, que aprobaba ese derecho, y lo incluyó en un Código de Familias aún en redacción y que debe ser sometido a referendo.
Esta misma semana, artistas e intelectuales cubanos pidieron a la Asamblea Nacional no llevar a plebiscito el matrimonio igualitario. Su aprobación sería una consecuencia lógica del derecho fundamental a la igualdad, que regula la Constitución, advirtieron.
Otra de las demandas de la comunidad tiene que ver con las adopciones para parejas del mismo sexo.
Una historia llevada a las redes sociales por el ingeniero cubano identificado como Rey Arturo da cuenta de un tema que él mismo califica como "pendiente en Cuba" y que ya han solucionado en países de América como Brasil, Colombia, Uruguay, México, Argentina y Canadá.
"Sira y Bianca" son parejas desde hace unos 15 años, viven juntas y poco a poco han creado su hogar. Quieren adoptar legalmente a un pequeño del que se ocupan desde hace años, pero se ven impedidas de hacerlo, pese a que tienen el consentimiento de la madre biológica y todo el cariño de "Ernestico", el niño.
Cuba sigue a la zaga, a pesar del apellido de Mariela y su CENESEX. En los papeles se reconoce a estas madres, lo cual está muy bien, pero no se acaba de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. La novela cubana se titula La Involución de un País.
Futuro trauma psicologico para el chico.
Y el espermatosoide ¿ de dónde lo sacaron ?
O sea que el MINJUS esta haciendo algo ilegal segun sus propias leyes.