Mari Luz Martín salió de Cuba hacia Guyana en enero de 2019. Buscaba mejoras económicas para ayudar a su familia en la Isla. Pero su estancia en el país sudamericano, uno de los pocos que no exigen visas a los cubanos, no solo daría beneficios para ella, sino también para otros compatriotas en Georgetown.
Primero, se enfrentó al obstáculo del idioma inglés. Luego, "a no poder adquirir un estatus legal en el país".
Un año y medio después, la paciencia y la perseverancia de Mari Luz, natural de Ciego de Ávila, dieron fruto: hoy tiene una cafetería, La Cubanísima, y un pequeño hostal. Ambos negocios se beneficiaban de la constante afluencia de cubanos hacia Georgetown, en su mayoría compradores de ropa, piezas para autos y misceláneas que regresaban a la Isla para revenderlas.
El diario guyanés Stabroek News publicó en 2017 que mensualmente llegaban a la capital 3.000 hombres y mujeres residentes en Cuba.
Pero las revueltas violentas en Guyana tras las pasadas elecciones presidenciales, disminuyeron el flujo de viajantes y obligaron a Mari Luz a cerrar sus dos emprendimientos.
Reabrió nuevamente en medio de la circunstancia menos recomendable: el avance del Covid-19. Lo hizo por solidaridad con decenas de connacionales varados en Georgetown tras la cancelación de vuelos por la pandemia.
"Al ver la situación por la que estaban pasando le pedí a Dios que me usara, y ofrecí los alimentos con que contaba en mi cafetería para dar comida gratis. Comencé el 28 de abril", cuenta Mari Luz a DIARIO DE CUBA.
El Proyecto Humanitario de Ayuda a cubanos en Guyana empezó de la manera más sencilla: "armando paquetes de diez croquetas y regalándolas, luego haciendo almuerzos. El primer día preparé 37 y actualmente la cifra oscila entre 75 y 80 diarios".
De varados a ayudantes
A finales de marzo, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla explicó en su cuenta de Twitter que las embajadas en Haití y Guyana gestionaron el retorno de unos 1.700 cubanos que permanecían varados en ambos países.
Sin embargo, hoy todavía quedan decenas de cubanos en Georgetown que necesitan regresar a la Isla.
"Cuando vi que la situación era bien dura (…) entregué todo lo que me quedaba para las comidas a los afectados. Pero en los días siguientes comenzaron a llegar muchas ofrendas. Hasta hoy no cesan de venir donantes", relata Mari Luz. Ha recibido desde una cabeza de ajo hasta 30 libras de carne de res.
El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano (MINREX) reconoció que negocios de renta administrados en Guyana por emigrados como los hostales Fermín, Bárbara, Harry y Nieves, entre otros, "han acogido a los cubanos a bajos precios, y algunos sin costo, como muestra de solidaridad".
Asimismo, empresas locales como Sand and Stone Supply and Sea Transport, Khan's Construction and Heavy Duty Equipment Rental, donan "productos cárnicos y agrícolas, mercancías de otra naturaleza como bandejas, cubiertos, servilletas entre otros insumos", enumeró el MINREX, a los hospedajes donde permanecen cubanos con necesidades.
La Iglesia Hispana en Guyana se suma
En mayo se incorporó al trabajo junto a Mari Luz la Iglesia Hispana en Guyana, una congregación evangélica a la que asisten ella y muchos otros emigrantes hispanohablantes.
"Ya hoy la iglesia es parte diaria de este proyecto humanitario, tanto en la donación de víveres como prestando servicios, en la elaboración de las comidas y en la ayuda espiritual", cuenta Mari Luz.
Considera que esto último es vital para los varados, "por encontrarse tan afectados psicológicamente por no tener empleo, comida o dinero para pagar sus cuentas".
Mari Luz y la iglesia llevan un registro de 95 familias beneficiarias, que representan más de 230 residentes en Georgetown, eso "sin contar las personas atrapadas por el cierre del aeropuerto hasta el momento".
"Estas cifras las hemos podido recopilar gracias a un grupo Whatsapp que creó una de mis vecinas y amiga, también cubana, que vive aquí con su familia de seis miembros".
Entre las ayudas que ha ofrecido Mari Luz y su equipo de voluntarios de la Iglesia Hispana de Guyana están la gestión de rentas gratis, productos de aseo, asistencia psicológica a los más desesperados por parte de una especialista cubana, provisión de medicamentos para afecciones tan disímiles como la diabetes, los dolores de muelas y los trastornos nerviosos. Leche para los niños y nasabucos.
Uno de los líderes de la Iglesia Hispana, el periodista cubano Oscander Frómeta, realizó un video informativo sobre la labor de Mari Luz con la finalidad de visibilizar el proyecto y alcanzar a más necesitados.
Según esta avileña, incluso, médicos de las misiones estatales en Guyana "han donado provisiones de todo tipo, que nos llegan a través de la embajada cubana". También han contribuido "personas residentes en Estados Unidos".
El pasado Día de las Madres, Mari Luz organizó "un almuerzo especial". En medio del desastre, de las familias separadas y la incertidumbre de tantos varados, ese gesto devolvía un poco de normalidad. Creyó necesario alegrar a los otros. Parece descansar, tan cansada, ayudando.
Dios de seguro te ayudara que no te quede duda,personas cómo ustedes serán rencomonpensados aqui o alla Dios lis bendiga
Que Dios la premie por su buena labor.