Las medidas de cara a la pandemia que implementó el Gobierno en La Habana para evitar las innumerables colas en los puntos comerciales más céntricos de la ciudad, han tenido como efecto que las consecuentes aglomeraciones de personas ocurran en el interior de los barrios.
A inicios de este mes se entregaron a los residentes del municipio Centro Habana, tarjetas por núcleo familiar —Identificación Especial Covid-19— para comprar en mercados, tiendas, farmacias y centros de comercio de ese territorio. Esta modalidad se ha extendido también a varias zonas de El Cerro.
Una disposición que, según las autoridades del Gobierno provincial, tiene como propósito incrementar el aislamiento social en los municipios, y lograr una distribución equitativa en la red comercial "integrada por Cimex, Caracol, Caribe, Mercado, Comercio y Gastronomía", como explicó Reinaldo García Zapata, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP).
"Pero resulta que las aglomeraciones permutaron para los barrios. Ahora, gracias a las tarjetas, no hay una cola grande en las grandes tiendas o mercados, sino que hay muchas colas en todo el barrio", señaló Hortensia Díaz, vecina de la barriada de Pueblo Nuevo.
"El problema sigue estando en la distribución y el abastecimiento: las colas no se van a acabar hasta tanto no se abastezcan con regularidad los puntos de ventas, ya sea en los mercados céntricos o en los barrios", ahondó Díaz quien aseguró llevar varios días en la cola para adquirir uno de los módulos en su bodega, "porque nunca llegan completos; por ejemplo, yo tengo el turno 135, y solo llegaron 110 módulos y los faltantes no han llegado todavía".
Las colas en cada punto de venta de los barrios, donde se distribuyen y comercializan alimentos y artículos de aseo personal través de la Identificación Especial Covid-19, suelen ser de un día para otro en dependencia de que se filtre la información sobre cuáles productos o módulos llegarán.
El precio de los distintos módulos que se adquieren mediante la Identificación Especial Covid-19 no suele ser el motivo de las críticas y cuestionamientos ciudadanos, sino la dinámica de abastecimiento para lo cual los habaneros también ofrecieron sugerencias.
"Bien podrían hacer como antes, cuando existían las libretas de productos industriales, donde según tu número te correspondía comprar un día determinado. Creo que así se evitan las colas, las aglomeraciones y la espera", sugirió Roberto Cajigal, vecino del Consejo Popular Colón.
"Los precios de los módulos ni siquiera son el meollo del asunto, porque hay que comprar lo que aparezca y a como dé lugar. El asunto es que el abastecimiento sigue siendo la pata que cojea y las aglomeraciones no se han dispersado solo que ahora retoñan en los barrios, donde no se ven", prosiguió Cajigal.
Si anteriormente las barriadas se hallaban casi desiertas y los centros comerciales ubicados en las zonas céntricas de La Habana protagonizaban extensas colas y aglomeraciones de personas, el panorama ocurre a la inversa: en cada consejo popular de Centro Habana proliferan innumerables colas en bodegas, mercados agroindustriales y pequeños establecimientos de las cadenas de tiendas que operan con moneda libremente convertible.
"Si la idea era acabar con las aglomeraciones de gente, no veo que las tarjetas sean la solución. La única ventaja es que la cola la hago en el barrio, sin caminar grandes distancias y me contagio de coronavirus a través de un vecino, no por un desconocido", apuntó Alexandra Peñate, vecina de Cayo Hueso.
"La idea de las tarjetas no es mala, está genial, porque no tienes que deambular de un municipio a otro gastando zapatos y maltratando el cuerpo. Lo malo es lo de toda una vida: el abastecimiento o la distribución. Se dijo que se iba a garantizar estas cuestiones y que se haría en horas de la noche, para cuando los establecimientos abrieran ya los productos estarían ahí; pero nada de esto sucede: te enteras por los rumores", cuestionó Peñate.
Varias han sido las denuncias ciudadanas, no pocas han trascendido a las redes sociales, sobre los productos y los módulos que se acaban apenas una o dos horas después de abastecidos los diferentes puntos de venta o establecimientos dispuestos al efecto. Casi la totalidad de los entrevistados coincidieron en que la corrupción estatal juega un papel protagónico.
"Se está 'ejemplarizando' a través de personas que son el último eslabón de la cadena, pero casi nada se dice de la corrupción estatal", puntualizó Amanda Ruiz en referencia a los operativos policiales ejemplarizantes que regularmente, "como si fuese una telenovela", divulga la televisión estatal.
"A duras penas te ponen un operativo en una panadería o a los dueños de un agrito de cooperativa, pero nada sobre los grandes almacenes, que es donde se teje lo grueso. El surtido de mercados y tiendas es más antiguo que la pandemia del coronavirus, y las colas son casi la identidad del cubano. Las tarjetas sí cumplen con la idea de confinar más a los barrios, pero no han acabado ni con las colas, ni con las aglomeraciones ni con la posibilidad de contagiarse con la pandemia", concluyó Ruiz.
La Identificación Especial Covid-19 se distribuyó mediante la red de bodegas, son válidas solo para los residentes en el municipio, su portador debe ser mayor de edad, su pérdida no se repone, su reproducción se considera un acto ilegal, y cuenta con cuños y folio.
Y dice el coronavirus: "así bien juntitos se ven más bonitos "
No se por qué hablan de "aislamiento", si ahí en la foto hay decenas de personas, una al lado de la otra.