Una madre desesperada ha denunciado la situación por la que atraviesa con su hijo enfermo postrado, necesitado de pañales desechables y ella sin recursos para pagarlos en un país donde estos artículos son un lujo impagable para muchos cubanos.
"Por este medio quiero comunicar y expresar el sufrimiento mío y de mi niño Jonathan David. Mi niño fue diagnosticado con mielomeningocele desde que nació. Fue operado al mes de nacido (y) debido a la operación quedó postrado crónico en sillón de ruedas", escribió Roxana Martínez en su Facebook.
"El niño no sabe cuándo se orina o defeca, por lo que debe usar pañales desechables. Por su condición y también por su salud ya que él es alérgico a la tela antiséptica y a la gasa. Al niño le salen escaras y quemaduras graves cuando se pone estas dos cosas", explicó.
Según el testimonio de Martínez, ella le escribió al Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y se presentó en Salud Pública Provincial.
"También hice una carta donde reflejaba la situación del niño, en la misma puse que necesitaba ayuda porque no tengo recursos para comprar pañales. Todo fue en vano. Las respuestas que me dieron fue que no era recomendable ponerle pañales al niño, que debía ser ingresado", denunció.
"Es una falta de respeto lo que estoy viviendo con mi niño, esta situación es grimosa, ni siquiera lo visitan los médicos, es más, su historia clínica se perdió del consultorio médico por negligencia y descuido de ellos mismos", añadió.
"Ya esto no puede seguir así mi niño es el que está sufriendo con estas lesiones. Necesito ayuda. Ya hagan conciencia. Yo no busco ayuda por lujo ni por comodidad, es solo una necesidad por el bienestar de mi niño hagan conciencia o acaso se perdió la humanidad", demandó.
Cuba empezó a fabricar pañales desechables a finales de 2019 con la empresa vietnamita Thai Binh Global Investment. El Gobierno estaba haciendo anuncios al respecto desde 2016.
Según publicó el sitio oficial Cubadebate, este producto infantil, de alta demanda en el país, está disponible en algunas tiendas de las cadenas de CIMEX y TRD desde noviembre del pasado año.
Hasta ese momento la Isla carecía de una fábrica de culeros de este tipo. Ahora se comercializan junto a productos del mismo tipo importados con precios elevados en dólares, en un país donde el salario medio no supera los 40 dólares.