Una emigrante cubana y sus dos hijos fueron trasladados a un centro de aislamiento en el Darién panameño tras dar positivos al Covid-19, informaron a DIARIO DE CUBA fuentes de Salud del país centroamericano.
El médico Juan R. Rosales, director regional de Salud del Darién, informó que hasta el 14 de mayo se habían presentado 59 casos del nuevo coronavirus entre los emigrantes que se encuentran en tránsito por la selva. De ellos, se han recuperado 21 y 38 se encuentran en aislamiento. Los enfermos son 32 haitianos, tres cubanos y tres de República del Congo.
No fueron reveladas las identidades de la cubana y sus hijos. Tampoco sus edades.
Los migrantes irregulares enfermos se encuentran en una Estación de Recepción Migratoria (ERM) destinada a casos de Covid-19, ubicada en Lajas Blancas-Metetí. El centro se abrió el 10 de abril, para evitar contagios en el colapsado refugio de Peñita.
El doctor Rosales explicó que la ERM se abrió "viendo la urgente necesidad de un paliativo al hacinamiento y la importancia de tener un espacio físico para segregar los casos positivos y contactos primarios de Covid-19".
Ante la complejidad de la situación y las constantes protestas de los emigrantes por el hacinamiento, la falta de agua potable, la mala calidad de la alimentación y para que los dejaran seguir su camino, se dieron "reuniones de alto nivel" el 16 y 17 de abril, en las cuales el Servicio Nacional de Migración panameño se comprometió a habilitar otra ERM, Nicanor, "con planta de agua potable y suministros de higiene".
Para el doctor Rosales, la situación de la Estación de Recepción Migratoria de Peñitas es difícil, por el hacinamiento, la detección de los primeros casos de Covid-19, las barreras idiomáticas y culturales. Esto lleva a unos altos niveles de frustración y ansiedad en la población migrante, a tal punto que el "equipo el médico ha quedado tres veces atrapado en medio de protestas y, por seguridad, lo hemos tenido que retirar".
Actualmente, en la ERM de Peñita se encuentran 500 emigrantes a quienes se les hace un seguimiento por 28 días, para después trasladarlos a la "prometida ERM Nicanor".
Un total de 1.997 migrantes irregulares quedaron varados en el Darién panameño a mediados del mes de abril, cuando se cerró la frontera y aumentaron las restricciones de movilidad debido a la pandemia. Entre ellos se encuentran 38 cubanos, distribuidos así: en la ERM Peñitas 15 adultos y tres niños; en Bajo Chiquito, cinco adultos, y en Lajas Blancas, 15 adultos y un niño.
Según el funcionario del Ministerio de Salud de Panamá, la ERM Peñita cuenta con dos equipos de salud básicos, un equipo de la Cruz Roja para actividades de atención en morbilidad, vacunación y promoción. Adicionalmente, tiene un equipo de respuesta rápida epidemiológica y cuatro para la búsqueda activa de casos positivos. La ERM de Lajas Blancas, por ser el lugar para la atención de casos positivos de Covid-19, cuenta con dos equipos de respuesta rápida epidemiológica.
En la localidad de Metetí, el Ministerio de Salud de Panamá "habilitó 12 camas para migrantes sanas embarazadas en el tercer trimestre o con factores de riesgo". Por otro lado, el doctor Rosales indicó que se ha iniciado una "búsqueda activa" entre las migrantes embarazadas y, en caso de que se presente un positivo, hay lugares asegurados en un Hotel-Hospital de Ciudad de Panamá.
Al ser consultado por DIARIO DE CUBA sobre el apoyo en la atención a los emigrantes irregulares, Rosales expresó que "existe presencia de ONG como UNICEF, OIM, y Cruz Roja Internacional, entre otras, que juegan un papel asistencial y de soporte en el tema humanitario y que nos colaboran de forma variable y no siempre oportuna".
Atender la pandemia en el Darién panameño ha sido un reto "por las características geográficas y dispersión de la población", dijo Rosales. A esto se ha sumado la presencia de los emigrantes irregulares.
"No tengo duda de que en toda la Republica de Panamá no existe lugar alguno que presente tantas variables y diversidad cultural", agregó el médico.
El Gobierno panameño considera la repatriación como una alternativa par resolver la crisis humanitaria. Actualmente el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá está gestionando devolver a su país a 300 emigrantes haitianos.
