Las Tunas sustituye la carne de cerdo por 'otras ofertas' con harina y proteína vegetal

El periódico estatal 26 informó esta semana que los primeros meses de 2020 han estado signados por la escasez de carne de cerdo en la red comercial de Las Tunas. "Cada vez es más difícil para los tuneros adquirir carne de cerdo", comienza la nota el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en esa provincia. 

El diario digital también asegura que los tuneros "se ven obligados a madrugar y hacer largas colas" para comprar carne de cerdo, cuando son surtidos los mercados estatales de la provincia. A la vez, esa es la única opción para evitar "caer inexorablemente en manos de los vendedores ilegales, quienes imponen precios exorbitantes, que rondan los 35 pesos la libra, y si es de bistec, llega hasta 50".

La directora general de la Empresa Cárnica de Las Tunas, Mailín Utria Ricardo, aseguró a la prensa oficial que los planes de producción de carne de cerdo son "bajos" para enero y febrero. Solo prevén 35 toneladas, casi la mitad de la producción mensual regular.

La escasez se debe a "la poca disponibilidad de cerdos", aseguró la funcionaria. "Los planes en estos meses prácticamente representan el 60% de los anteriores. Es una realidad que presentamos dificultades desde los productores y hasta la industria, dadas las limitaciones con la disponibilidad de pienso y otros suministros".

Ante la escasez, la dirigente informó que las empresas de la industria alimentaria de Las Tunas comenzarán a elaborar "otras ofertas" con materias primas como la harina, el picadillo conocido como "MDM" y la proteína vegetal.

"El propósito consiste en incrementar surtidos de croquetas, jamonada, masa de hamburguesa y picadillo, que podrán adquirirse en la red de mercados ideales", anunció.

La Empresa Cárnica de Las Tunas no es la primera en idear "otras ofertas" para paliar la escasez de carne y el desabastecimiento de productos alimenticios en la red de mercados de Cuba.

En enero el periódico oficial Juventud Rebelde reveló "una alternativa" promovida por Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido Comunista en Santiago de Cuba, "para ampliar y diversificar la oferta de alimentos a la población".

Se trata, según del medio oficial, de un plan ideado para tiempo de guerra o desastres naturales que "intenta poner otra vez de moda las sabrosas recetas de las abuelas, reproduciendo a gran escala sus prácticas artesanales, con un mínimo de electricidad y cero combustible diésel".

El recetario propuesto por el dirigente comunista incluía galletas de arroz y yuca, mayonesa casera, casabe, turrones de coco, pru, vinagre, durofríos, raspaduras y panes y dulces con "extensores de harina de viandas", entre otros productos.

Poco después también se conoció que la Empresa de Productos Lácteos de Cienfuegos inició la producción de helado de leche de soya por la escasez de leche en polvo, publicó la emisora estatal Radio Ciudad del Mar.  

Durante el fin de año y año nuevo, por su parte, las autoridades de varias ciudades orientales pusieron a la venta carne de avestruz, jutía y cocodrilo, una propuesta del comandante de la Revolución Guillermo García Frías, ampliamente criticada por los cubanos en las redes sociales.