No habrá cambios en la política migratoria de Washington hacia Cuba, sugiere funcionario estadounidense

"Los cubanos todavía son elegibles para venir a Estados Unidos bajo las mismas leyes que se aplican a todos los demás países del mundo", dijo al periódico El Nuevo Herald Michael Kozak, subsecretario en funciones para América Latina del Departamento de Estado de EEUU.

En su respuesta a la periodista cubana Nora Gámez, Kozak aludió a los cambios de la política migratoria de su país hacia la Isla, que terminaron con la mayoría de los privilegios "concedidos" por Washington a quienes huían, presuntamente, del régimen comunista de La Habana. Ahora "los cubanos reciben el mismo trato que todos los demás", aseguró el funcionario.

Si bien hasta enero de 2017 los migrantes de la Isla podían acogerse a la política "pies secos, pies mojados", que establecía que los migrantes de la Isla interceptados en el mar debían ser enviados de vuelta a Cuba, mientras que aquellos que alcanzaban costas o fronteras estadounidenses podían quedarse en el país.

Sin embargo, los cubanos que acceden legalmente a EEUU todavía pueden obtener su residencia en el país gracias a la Ley de Ajuste Cubano, que concede el estatus legal a los cubanos tras un año y un día de su arribo a territorio estadounidense. 

No obstante, la entrada legal a EEUU depende de la emisión de una visa por el consulado de Washington en La Habana, cerrado tras los "incidentes" que afectaron al personal diplomático estadounidense en La Habana en 2017.

 "Sí, ahora es más difícil [que los cubanos obtengan una visa] porque hemos tenido que reducir nuestro personal consular tan radicalmente", reconoció Kozak.

De acuerdo con El Nuevo Herald, el alto funcionario estadounidense no ofreció comentarios sobre una reciente propuesta de ley para reabrir el Programa Cubano de Parole de Reunificación Familiar. El documento propone realizar las entrevistas con funcionarios consulares a través de teleconferencias, una medida que de ser aprobada beneficiaría a más de 20.000 cubanos que aspiran a reencontrarse con sus familiares en EEUU y que fueron afectados por el cierre de la oficina consular en La Habana.

Varios analistas han criticado la "doble moral" de la Administración de Donald Trump que, por un lado, critica fuertemente al régimen de La Habana e impone sanciones económicas en su contra, mientras que, por otro lado, impide que los cubanos que huyen de la "tiranía" puedan acceder y regularizar su estatus migratorio en EEUU.

Tras la cancelación de la política "pies secos, pies mojados" por el expresidente Barack Obama ―una medida que inicialmente fue criticada por Trump― y el posterior reajuste de la política migratoria de EEUU, especialmente tras las caravanas de migrantes que arribaron a la frontera sur de la nación en 2019, los cubanos deben solicitar asilo político en la embajada de EEUU en un tercer país. 

"Nuestro propio sistema de asilo está completamente sobrepasado, así que hemos tomado estos pasos", explicó Kozak a El Nuevo Herald. "No significa que las personas serán enviadas de regreso al lugar donde serán perseguidas. Tienen que esperar en otro lugar mientras son procesados".

Sin embargo, a pesar de los peligros a los que se enfrentan los cubanos para llegar a la frontera sur de EEUU, el flujo migratorio de la Isla hacia el norte no se ha detenido. Según la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por su sigla en inglés), en 2019 han solicitado asilo en EEUU, a través de la frontera con México, un total de 21.499 cubanos, cifra que triplica la de 2018.

También ha subido drásticamente la cifra de deportados por las autoridades estadounidenses. Si en el año fiscal 2018 fueron 463, en 2019 han sido 1.179.

México y su frontera con EEUU se han convertido en un cuello de botella para los cubanos, que denuncian frecuentemente maltratos y corrupción de las autoridades migratorias mexicanas. Miles de migrantes provenientes de la Isla son trasladados a la Estación Siglo XXI de Tapachula, un lugar que algunos han comparado con un campo de concentración nazi.