De cómo una amenaza de concierto de Pedro Luis Ferrer hizo al Gobierno recoger un basurero

Para evitar que el cantautor Pedro Luis Ferrer realizara un "concierto protesta", el Gobierno organizó la recogida de un basurero que cíclicamente se forma con residuos de los vecinos en la esquina de 36 y 21, en Playa, La Habana, donde vive una hija del compositor.

En su sitio en Facebook, Ferrer relató el incidente a propósito de una nueva recogida del basurero, publicó fotos del rastro de las palas mecánicas en el suelo y criticó el daño que las sucesivas "limpiezas" de los últimos "15 o 20 años" han dejado en la acera, en la vegetación y en el muro de la casa.

Ferrer, que ha sufrido censura en la Isla, no especificó el momento del episodio con los funcionarios del Gobierno, pero dijo que ocurrió en una ocasión en la que el basurero alcanzó dimensiones de "montaña".

"Fue una reacción instintiva. Convidé a unos colegas pintores, escultores, diseñadores… a que vinieran a realizar una acción hermosa con aquel desmadre y lo convirtieran en un escenario para un concierto de protesta contra la indiferencia de las autoridades ante tanta inmundicia", relató. "Todos se dispusieron a colaborar. (…) La verdad es que la gente se mostró muy entusiasmada con la idea de combatir artísticamente".

Sin embargo, el proyecto inmediatamente preocupó a las autoridades. "Cundió el pánico", dijo el cantautor y añadió que horas antes del evento recibió la "visita de varias instancias políticas y administrativas del municipio".

"Venían con un decidido aire negociador, aunque dejando bien claro que bajo ningún concepto me permitirían el evento; que la tentativa de hacerlo sin permiso era ilegal y me traería muy malas consecuencias. Una amenaza-amenaza, matizada contrastantemente con el convite a negociar", dijo.

Según Ferrer, un funcionario del Partido Comunista le prometió que, si desistía, en 24 horas recogerían la basura.

"Todo parece indicar —le dije al señor compañero— que a ustedes les molesta más el arte que la basura. ¿Que lancen un animal muerto en la esquina es menos ofensivo que una canción y un poema? (…) He tenido que amagar con un concierto para que reaccionen. Si rompen mi muro o vierten una lata de excremento, ninguna autoridad se asoma. Pero si pusieran un letrero con 'abajo Fidel', entonces sí aparecerían hasta los bomberos".

Ferrer dijo que finalmente decidió suspender el concierto y aceptar la promesa de los funcionarios. "Dada la preocupación que había suscitado en la regencia municipal, supuse que el concierto-protesta me traería una nueva experiencia bastante complicada y forzosa; me visualicé bajo el desmedido estilo que en Cuba suelen aplicar a la disidencia", afirmó y admitió que varios colegas le reprocharon el "frenazo".

Añadió que, efectivamente, "antes del amanecer había una flota de camiones que abarcaba toda la cuadra de 21, desde 36 hasta la avenida 42".

"En unas horas desmontaron aquella indescriptible inmundicia. Una victoria pírrica frente al basurero endémico de 36 y 21", reconoció.

La ineficacia del Gobierno en la recogida de la basura es una de las permanentes quejas de los cubanos, sobre todo en La Habana, donde es común ver tanques desbordados y vertederos improvisados que influyen en la expansión de vectores de enfermedades como mosquitos y ratas.

"Me pregunto si un país pobre como Cuba puede darse el lujo detestable de financiar durante décadas la ristra de recursos que demanda semejante desmadre, tan frecuente en una infinidad de esquinas de la capital. (…) Desanima ver tantas campañas por cosas prescindibles y la minimización y olvido de este asunto estratégico para la saludad física y mental de todos", escribió Ferrer.