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Alimentación

Un triste jurel para tres cubanos y carísimo: se desata la indignación en las redes sociales

El desabastecimiento y las colas siguen generando situaciones: personas se hacen pasar por discapacitados para tener prioridad.

Madrid

Indignación está causando entre los cubanos la venta de pescado, "liberada, pero restringida", y a precios casi prohibitivos para muchos.

"Se acabó el pollo por pescado". La oferta en bodegas, hecha pública en redes sociales por los propios usuarios, está establecida de la siguiente manera:

A un precio de 20 pesos moneda nacional la libra, los núcleos familiares de uno a tres integrantes pueden adquirir un solo pescado. Para los de cuatro a seis personas, dos, y para siete o más tocan tres pescados.

Para colmo de males, el producto parece no estar refrigerado, por lo que anuncian las tablillas de los puntos de venta: "Vence en 48 horas".

Un hombre que compró tres pescados para siete personas en un establecimiento del reparto La Rosita, en San Miguel del Padrón, La Habana, tuvo que pagar 80 pesos en moneda nacional.

Una usuaria en Twitter identificada como Ruperta La Caimana escribió un post acompañado de una foto con un triste ejemplar de jurel y en malas condiciones: "Lo peor del caso es que lo dan por la libreta de abastecimiento y cuesta 20 pesos cubanos, qué abuso".

Se preguntó cuántos de los jubilados que viven en la Isla con una pensión de 250 pesos al mes podrían pagar ese pescado.

Para la activista y promotora de CubaDecide, Rosa María Payá, "la ineficiencia de Raúl Castro y Díaz Canel la pagan los cubanos pasando hambre".

"Cuba posee más de 5.000 kilómetros de costas, pero a una familia cubana de tres personas solo se le permite comprar un único pescado al mes, y a un precio que muchos no pueden pagar", señaló.

Para muchos usuarios de redes sociales sigue siendo un sinsentido que los cubanos apenas puedan consumir pescado viviendo rodeados de mar.

Las críticas a la venta pescado "caro, por la libreta y con fecha de vencimiento" no escapa a la actual situación de desabastecimiento que existe a lo largo y ancho de la Isla. La escasez de varios productos como el pollo congelado genera el acaparamiento de la población cuando el Estado abastece algún comercio.

Las colas se han destapado y en ellas se han visto unos cuantos fenómenos casi surrealistas. Gente que duerme la madrugada para vender los turnos, embarazadas que van a comprar porque no deben hacer cola y acuerdan con revendedores para sacar provecho, o madres que alquilan a niños para que quienes les paguen saquen un par de kilos extra de ese pollo "racionalizado".

La última tendencia, reportada por una emisora oficial local, va de personas que se hacen pasar por discapacitados para tener prioridad en las colas.

Según Radio Cruces, durante un control efectuado esta semana en esa localidad de Cienfuegos, un total de 23 carnés de asociados a las organizaciones de personas discapacitadas fueron retirados en centros comerciales, farmacias y panaderías del territorio.

Entre los carnés confiscados están, por ejemplo, los de discapacitados que están en cama de modo permanente y no tenían actualizada la carta que le transfiere el poder a los familiares para ir a comprar en su lugar.

Bárbara Rodríguez, presidenta de la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (ACLIFIM) en la provincia, precisó que algunos documentos en circulación eran falsos. También aseguró que se seguían usando carnés de personas fallecidas.

 

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