Entre los problemas actuales de empleo en Cuba figuran la insuficiente generación de plazas en el sector estatal, la fluctuación laboral, la pérdida de fuerza cualificada debido a la emigraciones fuera del país y el impacto negativo del salario, reconoció la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González, en el Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), único sindicato legal en la Isla y controlado por el Gobierno.
La funcionaria también llamó la atención sobre la compleja situación demográfica del país, marcada por un proceso de envejecimiento poblacional y una baja tasa de fecundidad, que para 2021 provocará una cifra mayor de personas en edad de jubilación que las activas laboralmente, reporta EFE.
Por ello, planteó aumentar nuevamente la edad de jubilación —que actualmente es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres—, porque el país, dijo, necesita fuerza laboral en consonancia con las tendencias demográficas.
Los estudios indican que un 36,2% de los cubanos tendrá más de 60 años para 2050.
La ministra detalló que el pasado año el salario mensual en el sistema empresarial estatal ascendió a 871 pesos cubanos (equivalentes a unos 36 dólares), mientras en el sistema presupuestado es de 634 pesos (26 dólares) y en los organismos y órganos del gobierno local es de 485 pesos (20 dólares).
El salario ha sido el planteamiento "más reiterado y generalizado" durante el proceso previo a la celebración del congreso de la CTC, reconoció su secretario general, Ulises Guilarte, en una intervención al inicio de la cita que concluirá el próximo miércoles.
La preocupación por el salario está asociada con la insuficiente capacidad de compra ante los elevados precios en el mercado minorista, y su impacto se manifiesta en "una migración laboral de magnitudes importantes, apatía por el trabajo y desinterés en ocupar responsabilidades", apuntó el funcionario.
En su informe a la CTC, la ministra de Trabajo y Seguridad Social dijo que Cuba registró al cierre de 2018 más de 4,4 millones de trabajadores, de ellos más de tres millones en el sector estatal y 1,4 millones en el privado.
Agregó que los cubanos desocupados crecieron de 75.288 en 2017 a 76.400 en 2018, lo que significa un incremento de 1.112 personas.
En general, la tasa de desocupados que informa el Gobierno es de solo el 1,7%, algo difícil de creer sobre todo en el interior del país, donde una de las principales quejas de los habitantes es la falta de opciones de empleo.
El Gobierno no suele incluir en las cifras de desocupados a aquellos trabajadores sin empleo que son enviados a cursos de "superación" profesionales o políticos.
La ministra señaló que las cifras de desocupados "no deben confundirse con las personas que ni estudian ni trabajan". En esa situación están otros 567.000 cubanos.
Una encuesta nacional de ocupación laboral reflejó que el 18% de los entrevistados manifestó no tener interés en trabajar, sobre todo para el Estado, debido principalmente a los desestimulantes salarios.
Los sectores de la salud y la educación son los que más trabajadores emplean en el país, con una cantidad superior a 800.000.
La venta de servicios profesionales, principalmente médicos, es la primera fuente de ingresos en divisas en Gobierno, que se queda con cerca del 75% de lo que pagan en salarios los países de destino por el trabajo de los cubanos.