Los dos días de estancia de Miguel Díaz-Canel en Santiago de Cuba se tradujeron en la ciudad en expectativas de que mejorara el abastecimiento de alimentos, pues este tipo visitas gubernamentales suelen ir acompañadas de la táctica apaciguadora de poner a la venta productos habitualmente "desaparecidos", para contentar a la población.
Este viernes los clientes se aglomeraron en el mercado estatal de Los Pinos. Algunos salieron decepcionados, la oferta del agro era la de toda la semana: fongos y plátano fruta verde. La carnicería, por su parte, mostraba débiles "signos de vida" después de casi un mes sin ofertar nada.
Unos pocos kilogramos de carne de puerco sobre el mostrador agruparon a una treintena de personas. La ansiedad de los compradores y el temor a que el producto se acabara era palpable. El precio, de 39,10 pesos (moneda nacional) el kilogramo, fue un alivio en medio de una escasez protéica ha elevado el costo del cerdo que venden los particulares a 40 pesos la libra.
Un trabajador del mercado secreteaba con el carnicero. "Cuando se acabe esta carne (la del mostrador), le despacho a los trabajadores la que está guardada en la nevera", recibió como respuesta.
Frente al mercado, los vendedores ilegales exhibían sus mercancías a altos precios: tomates, calabazas, quimbombó, ajíes, plátano fruta maduros, zapotes, malangas, boniatos y hasta ensartes de tilapias. "¿Cómo es posible que el Estado tenga casi toda la tierra y solo venda esto?", comparó un comprador refiriéndose a la oferta de Los Pinos.
La escasez de alimentos ha desatado en Santiago de Cuba —como en el resto del país— el temor de un nuevo "Período Especial".
La "desaparición" de los huevos y el picadillo, proteínas baratas a las que suelen acudir los cubanos, generan una gran preocupación. Ante la falta de carne de cerdo, el pollo se ha convertido en la proteína fundamental, pero su irregular abastecimiento en las tiendas en divisas crea largas colas en las que a veces es necesaria la intervención policial para su organización.
El último surtido de pollo ocurrió hace una semana. En las Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD), las ventas se han racionado a dos paquetes percápita y las botellas de aceite a cuatro. Al preguntarle a los dependientes por qué, contestan que "hay problemas" y que "son órdenes que llegan para que todos alcancen".
Algunas tiendas en divisas han pasado semanas sin recibir el producto, pero con la visita de Díaz-Canel llegó surtido a al menos un establecimiento estratégicamente ubicado.
El almacén Zona+, que posee una de las carnicerías más grandes de la ciudad, tiene 17 de sus neveras, casi la mitad, ocupadas con salchichas de pollo; el resto está llena de queso, gambas y merluza a precios ofensivos para los bolsillos promedios. Al preguntarle a un empleado por el pollo, este respondió: "No sabemos cuándo llega, pero hoy surtieron en la Sears (Centro Comercial Plaza de Marte)".
Ese centro comercial está ubicado justo frente al edificio del Partido Comunista en la provincia, donde en la mañana de este viernes se encontraba Díaz-Canel. Al parecer, fue el único lugar abastecido con pollo.
"No van a despachar el pollo hasta que él (Díaz-Canel) salga, y hay bastante", especularon dos ancianas que esperaban fuera de la tienda.
Otros clientes se preguntaban si la concentración de pollo en un solo lugar respondía al objetivo de atraer a una multitud de personas para que pareciera que estaban esperando al gobernante.
La cola se confundía con el grupo que acudió a ver a Díaz-Canel, y tanto clientes como seguidores del gobernante estaban bajo estricta vigilancia policial.
*Con la colaboración de la periodista Lourdes Gómez.