Un grupo de iglesias cristianas que han liderado la oposición al matrimonio igualitario dentro de la Constitución cubana se disponen ahora a ir más allá y votar "No" en el próximo referendo del 24 de febrero.
"No puedo votar a favor de algo que va en contra de muchos de mis principios, es triste pero es una realidad", dijo a The Associated Press la pastora Álida León, presidenta de la Liga Evangélica de Cuba, una de las iglesias de una decena que capitanean lo que llamaron la familia en su "diseño original", es decir, la unión entre un hombre y una mujer.
En un país donde los partidos no tienen estatus legal y no se permite la propaganda, los evangélicos están realizando un proselitismo que se parece mucho a un cabildeo y que tendría impacto sobre el referéndum de la Constitución, previsto el 24 de febrero.
Según pastores y expertos consultados por la agencia AP, el universo religioso protestante involucra a un estimado de un millón de personas —de los 11 millones de cubanos—, aunque no todos votarán negativamente en el referendo.
Sin embargo, se calcula que hay unos 40.000 metodistas, 100.000 bautistas y 120.000 pentecostales de la Asamblea de Dios y que se encuentran entre las más enérgicas por el rechazo a la Carta Magna. Se estima que existe un centenar de denominaciones evangélicas, aunque solo 52 están inscriptas legalmente.
La metodología de aprobación de la reforma a la actual Constitución incluyó la elaboración de un proyecto (por una Comisión comandada por Raúl Castro) y su "discusión" —entre octubre y noviembre— en centros de trabajo o en los barrios antes de regresar en diciembre a la Asamblea Nacional del Poder Popular e ir al referéndum del 24.
El artículo que proponía que el matrimonio fuera entre dos personas —eliminando la mención de entre hombre y mujer— se convirtió en un foco de resistencia. Según las autoridades, la mayoría de las personas que participaron en dichos debates rechazó la posibilidad de una unión gay.
Ya desde junio, la Liga Evangélica de Cuba, la Iglesia Metodista, las Bautistas de Oriente y Occidente y la pentecostal Asamblea de Dios hicieron circular una carta en la cual se pronunciaban en contra del matrimonio homosexual.
Posteriormente, 11 denominaciones presentaron un documento a la Asamblea Nacional del Poder Popular con 179.000 firmas solicitando junto a la prohibición de ese tipo de matrimonio otros 15 puntos, confirmaron pastores a la AP.
Además de la cuestión de las bodas gays, los religiosos expresaron en ese texto su inconformidad por la no aceptación de la objeción de conciencia y las limitaciones en la adquisición de propiedades, entre otros, como confirmó a DIARIO DE CUBA el superintendente de la Iglesia Asambleas de Dios, reverendo Moisés de Prada.
Según la pastora León, ella llevó el documento también al Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) —que tiene una oficina para controlar los asuntos religiosos— y pudo reunirse con funcionarios. En paralelo, iglesias comenzaron a expresar públicamente su posición desde los púlpitos y su feligresía a apoyarlos.
Se realizaron ceremonias por la familia con más de 3.000 personas en la Iglesia Metodista, se entregaron biblias en las calles, se solicitaron permisos para mega cultos y marchas —que no fueron autorizadas, según la AP— y se imprimieron cientos de miles de pancartas bajo el lema "diseño original" que contiene un dibujo de un hombre, una mujer y que fueron pegados en postes y puertas de viviendas. En esta campaña en las calles, a ojos de todos, no intervinieron las autoridades.
Además, en la medida en que hacia final de año se abrió el servicio de internet móvil se desarrolló una inusual campaña en redes sociales, sobre todo en Facebook, y se subió un polémico vídeo a YouTube.
"Soy una hija de Dios", explicó a la agencia AP Caridad Borges, una ama de casa de 31 años. "Voy a votar en contra (de la nueva Constitución) porque esta establece algo en lo que no estoy de acuerdo", agregó la mujer en días pasados mientras salía del culto metodista en el templo del Vedado, adornado en sus ventanas exteriores con carteles gigantes de la familia con su "diseño original".
En dirección contraria, el Gobierno incrementó su campaña de camino al referéndum de febrero bajo el lema #YoVotoSí como era de esperar. Los evangélicos esperar acortar los márgenes de los resultados positivos entre los siete millones de empadronados.
"El mundo religioso, específicamente hablando de protestantes y evangélicos, es muy diverso", expresó a la agencia norteamericana el reverendo Joel Ortega Dopico, pastor de la Iglesia Presbiteriana y secretario del oficialista Consejo de Iglesias de Cuba controlado por el PCC.
A diferencia de los pastores de otras denominaciones, Ortega Dopico votará por el sí pues entiende que la reforma a la Carta Magna tiene elementos "renovadores", positivos para la isla en lo social y económico, más allá de la cuestión religiosa. Dice que él ofreció a sus feligreses la libertad de tomar la opción que deseen en el referendo.
"Detrás de todo está básicamente un pensamiento doctrinal, un pensamiento bíblico", expresó Ortega Dopico, quien sin embargo reconoció que las acciones, como las de las iglesias más reacias a la reforma, tendrán un impacto político en el futuro de su país.