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Alimentación

La producción de harina en el oriente cubano sufre un 'golpe muy duro', advierte un directivo

La empresa de Cereales de Santiago de Cuba ha visto afectada la producción por roturas y el abastecimiento a otras regiones.

Santiago de Cuba

La Unidad Empresarial de Base (UEB) Cereales Frank País García, de Santiago de Cuba, que provee de harina de trigo a las industrias Alimentaria, Cárnica, la Cadena Cubana del Pan y a los comercios en las provincias orientales, presenta problemas en la producción, según admitió un directivo en declaraciones al periódico oficial Sierra Maestra.

La situación de la entidad es compleja y se suma a la escasez de alimentos a base de harina que ha experimentado Cuba en los últimos tiempos y que, según admitió el mismo Gobierno, tiene como otras de sus causas la insuficiente importación para cubrir las carencias de la producción nacional.

Waldis González Peinado, director general de la UEB santiaguera, explicó al medio estatal que en la segunda mitad de 2017, la empresa comenzó a presentar problemas tecnológicos debido al déficit de la entrada de repuestos, por lo que tuvo que asumir los mantenimientos planificados, pero con medios propios e insuficientes para satisfacer las necesidades de reparación.

"Eso provocó la caída de la producción que aún prevalece", dijo.

En años anteriores la entidad tuvo estabilidad y llegó a sobrecumplir las 138.000 toneladas pactadas para 2015 y el 2016, pero un año después se complicó la situación productiva.

"En los meses de octubre y noviembre de 2017 recibimos un grupo de unidades de compresores, motores, correas, rodamientos, bombas de aire comprimido y bandas de elevadores para mejorar el flujo productivo; también paneles de control de los bancos de cilindros que anteriormente los estábamos operando de manera directa y eso representa un riesgo para el hombre que manipula las máquinas", mencionó el funcionario.

Dijo que ante la situación que había con la harina repusieron las piezas defectuosas sobre la marcha, para recuperar las horas perdidas de producción.

"Sin embargo, una industria de funcionamiento continuo como esta, cuando no recibe los mantenimientos que necesita, comienza a fallar y eso trajo como consecuencia la inestabilidad, 110 toneladas diarias dejaron de entregarse de una capacidad de 410, lo que provocó que para el cierre del mes de noviembre cayéramos en un déficit que para el balance de la zona oriental es un golpe muy duro", admitió.

"Hoy la UEB está al 75%, logra estabilizar las 360 toneladas diarias, cantidad que permite cubrir las necesidades del cereal para la elaboración de pan de la canasta básica, abastecer la Cadena Cubana del Pan como suplemento alimenticio para la población, y al mismo tiempo proveer a la industria cárnica para la producción de embutidos, entre otros compromisos", señaló.

Sin embargo, a partir del déficit del producto a nivel nacional, la entidad santiaguera ha tenido que abastecer a provincias fuera del territorio oriental, "lo cual continuará hasta que se recuperen los otros molinos que presentaron situaciones similares de roturas".

Para Sierra Maestra, ahora "corresponde a las entidades que sirven de destinatarias de la harina, elevar el control y la exigencia para su uso óptimo, evitar los desvíos y el uso indebido de la materia prima, buscar alternativas que permitan suplir alimentos que tradicionalmente elaboraban y de esa forma proveer a la población de otras opciones, mientras se le da solución definitiva a la situación que hoy persiste".

La escasez de harina ha derivado en una falta de pan "liberado" generalizada y una paranoia por otro "Período Especial" en la Isla. Los vendedores ambulantes han dejado de pasar con pan y galletas y los que seguían haciéndolo habían elevado los precios y provocado malestar en la población.

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