Leoncio Fuentes Correa es uno de los 36 "consultores internacionales" contratados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el bienio 2018-2019 para controlar el programa Más Médicos. Todos, sin excepción, son funcionarios cubanos con cargos en las instituciones de salud en Cuba que han funcionado como "coordinadores de la misión".
Según recoge el medio local Istoé, también es cubano el representante de la entidad regional en Brasil, Joaquín Molina, que, antes de ingresar en la OPS, en 1991, ocupó altos cargos en el Ministerio de Salud de Cuba.
Tratados de "consultores internacionales", los funcionarios cubanos compusieron y aún componen en Brasil —al menos mientras están allí— una red de vigilancia montada por el régimen para ejercer control total sobre los profesionales enviados, tratados por esos agentes cubanos casi como esclavos desde que desembarcaron en suelo brasileño.
Desde autorizaciones a visitas familiares desde Cuba hasta meras salidas a otros municipios fuera del horario laboral en territorio brasileño, los agentes cubanos controlaban para que la permanencia de los parientes en Brasil no excediera de tres meses, so pena de que el profesional fuera desligado del programa Más Médicos.
Mensajes de correo electrónico, sms y testimonios obtenidos por ISTOÉ arrojan luz sobre la actuación de esta red que describe como "verdaderos capataces" que operaban en Santa Catarina, Río Grande, Río de Janeiro, Bahía, Mato Groso, Goiás y Pará.
Entre las declaraciones, cita la de varios médicos que hoy administran o forman parte de la plataforma #NoSomosDesertores #SomosCubanosLibres, entre ellos los doctores Nora Salvias o Alioski Ramírez. También de las especialistas Vivian Isabel Chávez Pérez o Dayaimy González Valon.
Como ejemplos, el medio señala que para comprobar el regreso a Cuba de un familiar, específicamente del esposo de una médico, se le exigió el envío de la tarjeta del embarque. En el caso de viajes fuera de los municipios de actuación, profesionales cubanos relatan que debían tener autorización del coordinador para desplazarse, informando la dirección donde quedarían. En caso contrario, eran castigados.
Los médicos cubanos escuchados por Istoé que decidieron romper con el régimen y quedarse en Brasil denuncian otras situaciones de autoritarismo, negligencia, abuso de poder e incluso acoso sexual por parte de los coordinadores cubanos.
"Él me hizo sufrir mucho, me ofendía, me humillaba, me llamaba indisciplinada y amenazaba con analizar mi caso y hacerme pagar", relata una galena que fue víctima de acoso sexual de su superior estadual durante un largo período.
"Pasé a grabar las conversaciones", relata. El coordinador, según ella, se "ofrecía pagar la estancia" en la capital del estado donde se encontraba, a más de 380km de la región donde la médica ejercía, para "relajar un poco en el hotel con él".
La médico decidió contarle a una compañera en otro municipio, que confesó haber recibido trato similar del coordinador.
El cubano Alioski Ramírez Reyes rompió con el régimen en 2017. Al finalizar el contrato de tres años en Más Médicos, también optó por no volver a su país. Vivió la presión de los emisarios de La Habana.
"Tuve la amarga experiencia de recibir a la señora Amaylid Arteaga García (asesora estadual) en mi casa. Hizo una serie de denuncias y amenazas porque, supuestamente, mi nombre estaría en la lista de 180 médicos que habían entrado en la Justicia de Brasil por el derecho de firmar un contrato individual en el Programa Más Médicos. Dijo que me iban a poner en el primer avión a Cuba y que estaban evaluando invalidar mi diploma de medicina", cuenta.
"Ellos amenazan siempre de forma verbal, no dejan registros", explica. Por no regresar a Cuba, Ramírez Reyes fue expulsado del Partido Comunista por la estructura partidista montada en Brasil.
Comisarios políticos como asesores de la OPS
Para Istoé, un hecho revelador de que los asesores de la OPS no pasaban de comisarios políticos comandados por el régimen fue el mecanismo estructurado en las 27 unidades federales del país para la recaudación mensual de una contribución partidista.
No bastaba el 75% truncado a los médicos de sus respectivos salarios, los afiliados al Partido Comunista estaban obligados a entregar mensualmente en Brasil una contribución de 24 reales (unos seis dólares al cambio actual).
Según el medio local, el dinero era recaudado en cada municipio y transferido a la cuenta del coordinador estadual, que a su vez y en el caso de la Coordinación en Brasilia, repasaba los valores para la Coordinación Nacional.
Estima que, por esa vía, los dirigentes cubanos pueden haber recaudado en Brasil más de 1.700.000 reales extra (más de 435.000 dólares), en nombre del Partido Comunista. Operado bajo secreto total, el esquema era de conocimiento general de los médicos cubanos, incluso entre aquellos no afiliados al partido.
De 2013 a 2018, la OPS contrató a 120 de esos consultores internacionales, conforme a los Planes de Trabajo divulgados por la entidad desde el año 2014 y de un informe del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) brasileña que analizó los primeros desembolsos del Gobierno federal en 2013.
Además de señalar "la oscuridad en la relación" OPS-Cuba, el TCU cuestionó la contratación de 20 asesores internacionales para los primeros siete meses del programa, por el salario de unos 6.390 dólares por mes.
El TCU pidió aclaraciones sobre su papel en el proyecto, teniendo en cuenta que Más Médicos ya preveía tutoría de profesionales brasileños para los cubanos. El salario de los consultores estaba incluido en los costos del programa, dentro del monto para el pago de los becarios, pasajes, dietas y seguros para la instalación de los médicos en los municipios.
Según Istoé, sostener la vigilancia opresiva cubana habría costado a las arcas públicas más de 13.333.000 dólares, transferidos a la OPS como pago de asesores.
De acuerdo con médicos cubanos entrevistados por el medio, los coordinadores recibían en líquido 3.019 dólares, lo que indica que el Gobierno cubano también aplicaba confiscación salarial a sus hombres de confianza.
Hasta marzo de este año, el Ministerio de Salud había desembolsado más de 1.689.138.000 de dólares por la permanencia de los cubanos en el programa. Considerando que la entidad regional se quedaba con el 5% del líquido de los recursos, la OPS facturó más de 84.400.000 dólares en cinco años de Más Médicos.
Tras la exigencia del próximo presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de que los médicos cubanos participantes en Más Médicos debían revalidar sus títulos en Brasil, recibir íntegramente su salario y poder tener consigo a sus familiares, La Habana optó por retirar a los más de 8.000 profesionales que trabajaban en el país suramericano.
Según ha confirmado DIARIO DE CUBA, hasta el pasado lunes, 3 de diciembre, 3.018 médicos habían regresado a La Habana, pero 850 no habían embarcado de vuelta a Cuba en los vuelos programados por el Gobierno de Díaz-Canel.
La cifra significa que, a pesar del control y la presión de las autoridades, un 22% de los médicos ha optado por independizarse del control político cubano, afrontando el castigo de no poder volver a la Isla ni ver a sus familiares en ocho años.