El Gobierno cubano calificó de intento de "desestabilizar" Nicaragua las protestas de los últimos días en la nación centroamericana, y reafirmó su apoyo al presidente Daniel Ortega, uno de sus más antiguos aliados en la región.
En una breve declaración oficial, la Cancillería cubana describió a Nicaragua como "un país que vive en paz y donde se han conseguido notables avances sociales, económicos y de seguridad en favor de su pueblo".
Sin especificar a qué se refería, la Cancillería rechazó una supuesta "injerencia en los asuntos internos" de Nicaragua. No mencionó, sin embargo, los al menos 42 muertos que ha dejado la represión de las protestas, la mayoría de ellos jóvenes estudiantes.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores (de Cuba) apoya los esfuerzos soberanos del pueblo y del Gobierno sandinista de Nicaragua (…) para preservar el diálogo, la paz y el bienestar de los nicaragüenses", concluyó.
Los gobiernos de Nicaragua y Cuba han mantenido estrechas relaciones en los periodos en que el país centroamericano ha sido gobernado por Ortega.