El vicepresidente Marino Murillo culpó a una "insuficiente capacitación" de los recursos humanos de que la aplicación de las reformas económicas del general Raúl Castro hayan provocado "más errores que virtudes" y un "distanciamiento" entre los objetivos iniciales y la ejecución.
El conocido como "zar de las reformas" dijo este viernes, durante un seminario ante directivos del sector de la salud, que esa falta de preparación "limita el cumplimiento de políticas nacionales asociadas a la actualización del modelo de desarrollo económico y social del país", según publicó la estatal Prensa Latina.
Murillo anunció que desde 2010, el Gobierno ha aprobado "un total de 100 lineamientos". Sin embargo, admitió que "la calidad no ha sido buena", pese a que "en ningún caso ha faltado el entrenamiento".
El que fue ministro de Economía entre 2014 y 2016 y a quien más tarde le fue ordenada la implementación de la nueva política económica insistió en que el área de la capacitación de los recursos humanos hubo "fallas" en los contenidos y en la selección de los participantes.
Habló de la importancia de llevar a cabo "nuevos seminarios para dar a conocer las nuevas normas jurídicas para el sistema empresarial".
Los dos pilares fundamentales de las reformas del Gobierno se han centrado en la inversión extranjera y la supuesta apertura del sector privado.
Sin embargo, con la intención de no permitir la concentración de riqueza, el régimen dio un frenazo al sector privado el pasado año. Redujo el número de modalidades para ejercer el trabajo por cuenta propia, de 201 a 122.
Esta misma semana The Havana Consulting Group (THCG) advirtió que las nuevas medidas para el control del sector privado genera una "fuga de capital local hacia el exterior" de entre 280 y 350 millones de dólares anuales.
El cuentapropismo lleva desde agosto a la espera de una nueva regulación que según un reciente documento filtrado le estrecharía aún más el cerco.
Murillo puso como "aspecto positivo" en la marcha de las reformas que se ha estrechado la relación entre los directivos de las empresas estatales y las instancias del Gobierno a la hora de repartir el presupuesto para "maximizar" la producción.
Una de las reformas pendientes en la Isla es la unificación monetaria, que según Murillo deberá crear un entorno "más favorable" para las empresas estatales, ya que en estos momentos circulan en la Isla dos monedas que se regulan con diferentes tasas de cambio según el sector.
La doble moneda (el CUP, peso cubano, y el CUC, peso convertible, equivalente al dólar) persiste desde la década de los 90 y ha generado graves distorsiones en la contabilidad empresarial y macroeconómica.
La mayor parte de los cubanos cobra sus salarios y paga servicios básicos con la moneda nacional CUP y el sueldo medio es de unos 672 pesos cubanos. No supera los 30 dólares mensuales.
La unificación está anunciada desde 2013, pero todavía no se ha llevado a cabo. Según varios analistas es probable que se realice este mismo año, ya que es también uno de los principales frenos a la inversión foránea. Murillo no ofreció más detalles en su intervención del viernes.
En su discurso de cierre del último pleno del Parlamento en diciembre de 2017, Raúl Castro dijo que el fin de la doble moneda no podía "dilatarse por más tiempo".