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Economía

Un calor que derrite los bolsillos

Los ventiladores escasean en las tiendas habaneras y, cuando llegan, están fuera del alcance de muchos. Los aires acondicionados son un lujo.

La Habana

En estos meses en los que la temperatura sube hasta alcanzar récords por encima de los 38,2 grados Celsius, muchos cubanos combinan las carreras detrás de las guaguas que van para la playa con la búsqueda de ventiladores en las tiendas en divisas. Sin embargo, estos aparatos escasean en los locales comerciales de La Habana y Artemisa.

"Hace rato que no entran", dijeron a finales de julio trabajadoras del centro comercial Puentes Grandes, de la capital. Añadieron que no tenían idea de si los suministrarían en algún momento.

"¿Y qué esperan? ¿A que llegue el invierno?", preguntó un cliente molesto que tuvo que conformarse con la sonrisa de una de las empleadas como respuesta. Algo similar ocurría en el Trasval de Galiano, donde ni la escalera mecánica estaba funcionando.

En estos primeros días de agosto, los ventiladores "aparecieron" tímidamente en algunas tiendas. En La Pequeña, establecimiento de la cadena TRD en Bauta, solo había un modelo de los llamados "de pie". El precio, 52,85CUC, equivalía casi al salario de dos meses de muchos profesionales. Más tarde llegaron otros aparatos más pequeños, vendidos a 28,25CUC, casi un salario medio mensual, que según el Gobierno es de poco más de 29CUC.

"¡Están mandados!", exclamó una cuentapropista que gana 35CUC mensuales, 10 más que Eduardo, trabajador estatal. "Con los 500 y pico de pesos (moneda nacional) que cobro, tendría que ahorrar un año entero para poder pagar uno", dijo este señor y se cuestionó por qué no venden modelos más económicos que los cubanos de bajos salarios puedan comprar.

Caros y pocos

La falta de ventiladores en la red de tiendas dispara la demanda, por lo que las escasas cantidades distribuidas se agotan rápidamente, favoreciendo que se catapulten los precios en mercados "alternativos".

En el popular sitio de anuncios Revolico estos equipos se venden por encima de los 70CUC, llegando a sobrepasar los 140. Para muchos cubanos esos precios son impagables, por lo que no es raro encontrar aún en los hogares ventiladores artesanales, construidos con motores de lavadoras rusas, tocadiscos o cualquier cosa que gire.

En lugares donde los ventiladores están prohibidos, como las prisiones, algunos van más allá de la inventiva clásica. Para Rubén, quien ha estado recluido en varias cárceles del Occidente del país, Taco Taco es la más calurosa de la Isla.

En las compañías del recinto, cuya arquitectura no permite la libre circulación de aire, conviven hacinados hasta 225 reos, cuando fueron concebidas para 100. El calor corporal, sumado a los efectos de los techos de zinc, obliga a los confinados a abanicarse con pomos plásticos aplanados, en un intento de mitigar la canícula.

Un aire acondicionado es un lujo que pocos pueden pagar

Según el meteorólogo José Rubiera, la sensación térmica en Cuba y todo el Caribe es superior a los 40°C debido a la alta humedad relativa, mientras los valores de confort humano están sobre los 20°C. Por consiguiente, en un país como el nuestro es indispensable un equipo que permita refrescarse.

Para muchos, lo ideal sería un aire acondicionado. Pero este es un lujo que pocos pueden pagarse. No solo por el precio, a partir de los 600 CUC, el salario de más de dos años de un maestro, sino también por el costo del consumo energético.

La política del Gobierno es garantizar el ahorro de energía. Por eso la tarifa eléctrica a partir de los 150kw deja de costar nueve centavos para incrementarse cada 50kw hasta alcanzar los cinco pesos moneda nacional. Todo ello en un país donde la mayor parte de la población cocina con electricidad.

Según Saulo, trabajador de la Unión Nacional Eléctrica, los directivos de la entidad justifican los precios de la electricidad con las dificultades del país para comprar el petróleo para producirla.

Sin embargo, señala, el mayor porcentaje de pérdidas se debe a problemas en la infraestructura. "Las acometidas deberían ser de cobre, no de aluminio. Entonces hay pérdidas que se las sacan al pueblo".

De ahí que para mantener un aire acondicionado se deba percibir una entrada muy superior al salario estatal o robar el fluido eléctrico, con o sin consentimiento de los que se supone deban velar por que esto no suceda.

Cuba es un eterno verano. Cuba es más que playa y sol. Cuba es una atracción turística donde el modo en que un ciudadano refresque su día a día puede reflejar su clase social.

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