Un avión cae con 113 personas a bordo; un tornado arrasa cientos de viviendas, muchas de las cuales habrían sobrevivido de no estar en tan precarias condiciones; un balcón cae y tres niñas dejan este mundo; un hotel explota llevándose 47 vidas; a diario fallan plantas generadoras de energía y uno de sus bloques más importantes ardió en llamas… y en Matanzas, el peor incendio de la historia de Cuba nos espanta a todos.
A Díaz-Canel, más que "singao" podría decírsele "salao", pero eso sería aceptar que esta concatenación de desastres es aleatoria, cuando en realidad es síntoma de un sistema fallido que conduce un país al colapso.
No fue un rayo lo que incendió la Base de Supertanqueros de Matanzas, sino el fallo de los sistemas de seguridad; probablemente porque, como todo lo demás en Cuba, estos sistemas están en pésimas condiciones por falta de mantenimiento y obsolescencia tecnológica.
Pruebas no hay, cierto, pero sabemos que de los 2.606 megawatts (MW) que debería generar la Revolución Energética, ya en 2021 estaban fuera de servicio 745MW por falta de mantenimiento, y otros 497 MW estaban al caer por estar siendo generados con equipos que sobrepasaban su ciclo de explotación. Si así tratan la última "hazaña" del comandante, ¿qué podemos esperar del mantenimiento a todo lo demás?
El castrismo va cuesta abajo y, como dice el refrán, "a perro flaco todo son pulgas". La catástrofe en Matanzas calentará el país aun después de que desaparezca el fuego —gracias a los bomberos o a que haya ardido todo el combustible—, comenzando por La Habana, donde prácticamente no había apagones debido a que el Gobierno teme más el descontento citadino que la explosión de un reactor nuclear… y es una suerte que jamás terminaran aquella planta en Juraguá.
Aunque desconocemos el total de combustible quemado, sabemos que el tanque por donde comenzó la desgracia contenía 26.000 metros cúbicos de crudo nacional, mientras que el segundo en explotar almacenaba 52.000 metros cúbicos de fueloil. A cálculo de bodeguero y desagregando por calidades, se incineraron unos 50 millones de dólares, sin contar lo que contenían los otros tanques.
Esa cantidad equivale a todo el combustible que consume Cuba durante cuatro días, o a 22 días de lo que se importa desde Venezuela, el más confiable proveedor. Si eso le parece poco, es porque no sabe que el combustible está tan escaso que las empresas estatales tienen detenida la mayor parte de los equipos que usan diesel, y que, aunque el dengue está desatado, no se sanea como se debería porque no hay combustible ni para los pequeños equipos manuales de fumigación.
Un problema añadido es que esta base de Matanzas, ahora semidestruida, es la única que puede operar grandes buques, lo que dejará durante algún tiempo muy limitada la capacidad de recibir barcos como el Laguna, petrolero ruso que debía atracar allí el próximo 14 de agosto con 700.000 barriles de crudo. Dos buques procedentes de Venezuela tuvieron que ser desviados ya hacia puertos de Santiago de Cuba y Holguín. Esta catástrofe disparará los costos del trasiego de combustible dentro de Cuba, adicionándole sal a la crisis.
Prueba inequívoca de que la tensión energética es máxima, así como máxima es la incapacidad financiera y logística para salir rápidamente del bache, está en que aún ardían las llamas cuando ya La Habana estaba sufriendo, por primera vez, largos apagones nocturnos... de los que terminan con muros "dedicados" al presidente de la República.
Pero el déficit energético no es el único quebranto que lo sucedido en Matanzas dejará al castrismo. El humo negro se extiende al turismo.
Cuba es aburrida, no hay vida nocturna, poquísimas discotecas y bares dispersos no integran un área famosa por su diversión; tampoco hay parques temáticos, zoológicos o acuarios de los que no salgan niños llorando de pena por los animales. Más allá de su naturaleza intensamente explotada solo en playas y algún tour por los escombros del socialismo, los turoperadores venden de la Isla su tranquilidad y seguridad.
Pero los últimos tiempos están siendo corrosivos para esa imagen bucólica. Revueltas sociales y represión como hacía tiempo no trascendía a la prensa internacional; un hotel que explota; una de las revistas más prestigiosas del mundo, The Economist, mostrando datos que pulverizan cualquier remanente de prestigio del sistema de Salud; apagones, colas, inflación, carestía generalizada incluso para turistas y, para colmo, explosiones y nubes tóxicas a pocos kilómetros de Varadero.
Patética estaba resultando la recuperación del turismo tras la pandemia, extraordinariamente lenta si se compara con los récords absolutos de recibimiento de visitantes que Republica Dominicana, el más cercano competidor, está logrando. ¿Estará relacionada la pérdida de esa imagen de tranquilidad con que el turismo quisqueyano esté disparado mientras el cubano se estanca?
Lenta, pero inexorablemente, las ruinas de la Revolución dejan de ser una postal lúgubre para turistas morbosos y se convierten en un peligro vital. Andar La Habana es una actividad de alto riesgo, los apagones nocturnos potencian la decrepitud de balcones, fachadas y hasta árboles que amenazan con aplastar transeúntes, mientras los baches se profundizan como caries en una ciudad hambrienta.
No se ve de dónde saldrán los recursos para mitigar esta debacle. Los apagones aceleran la improductividad, la falta de combustible acelera la inflación, las cosechas próximas estarán signadas por la agudización crítica de la falta de riegos, de tractores y de mecanización en general… eso es hambre, más hambre. Sin esperanzas de que la economía se reanime, solo queda descubrir qué santo desvestirá el castrismo para disfrazar la carencia energética, ¿a qué le quitarán recursos para sostener un tiempo más un sistema colapsado?
Algo grande debe pasar en Cuba, ¡y pronto! Esto no aguanta más. Recemos para que no suceda otro "accidente" y, aunque sea por temor al fantasma de Ceaușescu, el castrismo haga cambios verdaderos, no fraudes, no superficiales. Cuba necesita un rayo, uno de esperanza.
Desgraciadamente la Solución ellos saben cual es pero le temen por cobardes y por esa enfermedad crónica que se llama Poder.
Si quieren mantener el régimen dictatorial,asesino y represivo tienen que optar por la variante “made in China o made in Vietnam” mantendrán el poder con sus prebendas pero tendrán que resignarse a compartir las riquezas con otros individuos,el pueblo cansado y hambreado aceptarán la opción por aquello de “del lobo un pelo”.El riesgo que corren los mandamases es que no somos ni Chinos ni Vietnamitas.
Soluciones; más dólares para flotar. Reducir la tarifa fija del turismo (todo incluido), y ofertar actividades (recreativas opcionale$) cuando los turistas aterrizan en la isla. .
Soluciones; el incremento y la velocidad de la conectividad al internet ayudan a mitigar la anarquía; ETECSA baja los precios.
Excelente análisis sobre el impacto de esta tragedia en medio de un escenario ya políticamente de alto voltaje por anteriores incidentes cuyas causas a pesar de poder ser algunas identificadas como actos de Dios, son resultado de un cruel e incompetente gobierno.
De continuar esta sucesión de hechos y más allá de sus causas, deberá el poder tomar medidas muy radicales y enfrentar posibles catastróficas consecuencias o ceder a una negociación. Por cierto, el tiempo para un diálogo nacional y retorno de libertades civiles se está agotando.
Ello daría paso a lo que todos deberíamos no sólo temer, sino conjurar, un escenario de violencia popular y ajuste de cuentas. Esperemos que triunfe la hasta ahora ausente sensatez de los actores del poder.
Gracias a la señora Rafaela Cruz por su artículo.
Cuba es la que está "salá". El mequetrefe de su "presidente" con toda su cohorte de superiores y adláteres deben irse ¡ya! No merecen otra cosa que repudio total.
Esa frase ayer de "Victoria genera Victoria" debajo de uno de los tweets del régimen es un bochorno, una total falta de respeto hacia las familias de los infelices que murieron. La imbecilidad, la insensatez, la ineficiencia prima entre los que dicen gobernar.
La Chinita y su Singao se han de mirar en el espejo de Ceausescu, tambien Ramirin i Cia. Estos enoergumenos no son de ninguna manera inutiles ni h.d .l g. p. son LO SIGUIENTE
El Raúl, que no es ni general ni Castro, mejor que se muera antes de que le caiga la "revolución" encima.
Magnífica Rafaela.
Si en 1989 Nosferatu hubiera entendido la jugada, Cuba estaría hoy en otro nivel de prosperidad y desarrollo. El empecinamiento y el capricho de un desequilibrado ha llevado al país a lo más hondo del agujero negro. Y la caída es libre.
Nosferatu entendió la jugada y prefirió no arriesgarse ... Los KKKastros son HDLGP pero tontos no son ...
la entendió pero debía tantas como el rumano
Amen...
Es el principio del fin del "castrismo" o el títere inepto S... Canel,yo personalmente veo dos salidas una: tremenda revuelta popular,masacre de civiles por los infames cuerpos élites de las FAR y el MININT y la infame PNR con sus semianalfabetos esbirros.En este primer caso oficiales honestos junto a clases y soldados como en Rumanía se ponen al lado del pueblo y ajustician a los esbirros y detienen a todo barrigón que no pueda coger avión a tiempo.En el segundo caso el infame y cobarde "gato tuerto" Alejandro Castro Espín mete preso a Díaz Canel,Marrero y algunos cuantos que le caen mal ,decreta una amnistía, se reúne con la Bruguera,Rosa Maria Payá, Otaola etc y comienza un cambio fraude.Los " disidentes pedirían ayuda inmediata del imperio y la familia Castro sale ilesa,al menos la rama de Raúl y acólitos.....
Por ahí esta la cosa
Muy emocionante el artículo, me deja muy triste
El colapso ha llegado, y solamente harán lo acostumbrado: culpar al "bloqueo." Una mierda total.