La ONG Cuban Prisoners Defenders encuestó a 56 líderes religiosos y laicos cubanos de cuatro credos distintos para determinar que el 93% de ellos sufrió algún tipo de represión por parte del régimen cubano. Ello, como parte de un estudio que reveló la inexistencia de libertades para el ejercicio de esos credos sin interferencia en la Isla.
De acuerdo con ese análisis, publicado en la forma de una ampliación al informe "Reforma constitucional y libertad religiosa en Cuba", publicado en julio por la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), la Constitución de la República de 2019 "ha significado un ligero paso atrás" para la libertad religiosa y atenta contra dicho derecho.
El estudio, basado en una investigación de campo, agrega que la Constitución "no otorga nuevos derechos de forma efectiva" y que en la misma se "introducen las limitaciones dando carta blanca a las leyes vigentes para coartarlos".
Además, el documento afirma que por esa razón la Constitución cubana "no posee los requisitos mínimos para ser una Carta Magna".
CPD encuestó a representantes de los cultos católico, protestante, yoruba y musulmán para concluir que el 84% de los encuestados ha sufrido amenazas "por motivos de pensamiento, conciencia o religiosos", mientras que el 93% conoce casos de autoridades religiosas que han sufrido "represión, registros, vigilancia o que han tenido que emigrar" por esa causa.
Las conclusiones del estudio señalan que la Iglesia Católica es la institución que "menos represión padece". Pero en el otro extremo, los protestantes y yorubas de la Isla apenas tienen posibilidad de desarrollar sus actividades sin recibir presiones.
De acuerdo con CPD, su estudio confirmó categóricamente que la Oficina de Asuntos Religiosos (OAARR) del Consejo de Estado, departamento del Partido Comunista, "controla todas las actividades y tiene plenas potestades y poder absoluto para usar cualquier institución y organismo del Estado al servicio del control represivo de los religiosos".
"Obras, reformas, procesiones, ritos yorubas, sepelios, donaciones, importaciones, viajes, visitas... La OAARR tiene poder para permitir o denegar derechos a los religiosos y las congregaciones en cualquier ámbito de control del Estado, es decir, en todos los ámbitos", subraya.
Pero el control no queda en eso. Según CPD, la Oficina de Asuntos Religiosos crea para cada grupo religioso una organización paralela que responde a sus intereses para "así presentar tanto a la población como a la opinión internacional supuestos religiosos que están en armonía con su Gobierno".
"En el caso de las iglesias cristianas, ha creado el Consejo de Iglesias; en la religión yoruba, la Asociación Cultural Yoruba, y en la religión islámica, ha creado la Liga Islámica de Cuba. Las tres organizaciones están controladas por la Seguridad del Estado", advierte.
En cuanto a los musulmanes, la persecución en su contra tiene un carácter especial, reconoce el informe. "El Gobierno creó una institución registrada con falsos musulmanes, agentes de la Seguridad del Estado y afines oficialistas, en una maniobra en la que se apropiaron de la labor del Imán Hassan Abdul Gafur (Ernesto Silveira Cabrera) en los años 90, cuando fue muy respetado por su lucha por el Islam", relata.
"Después de años de solicitar el registro de la Liga Islámica recibiendo represión, el Gobierno decidió registrar la Liga Islámica asociándola al registro del Consejo de Iglesias bajo su personalidad jurídica, además con toda una serie de condicionantes, y con una junta directiva que no controlaría el Imán Hassan, sino el régimen. Éste se negó a participar. Durante cinco años estuvieron comunicando al mundo árabe que Hassan creó la Liga Islámica y que era su vicepresidente, al tiempo que el Imán Hassan emitía las quejas a las autoridades para que quitaran su nombre de la organización", agrega.
"De esta manera, un grupo de agentes de la Seguridad del Estado tomaron el control de la oficialidad del Islam en Cuba, buscando la legitimidad de la manera descrita. Así, la Liga Islámica opera como un organismo de la Seguridad del Estado que acapara todos los eventos y atención sobre el Islam en Cuba, ocultando la represión real a la que son sometidos los musulmanes y sus organizaciones independientes. (...) La Liga es usada para hacer creer a estos países que en Cuba se respeta el Islam, lo que ha permitido a Cuba hacer negocios con dichos países de forma creciente", finaliza.
El documento subraya que en Cuba "es común en todas las religiones que, si un religioso alcanza demasiada popularidad, el Estado ponga en marcha mecanismos para detener el crecimiento e incluso reducir drásticamente el número de seguidores".
"Esto ocurre incluso cuando el religioso no es crítico siquiera. (...) El régimen ataca la popularidad de cualquier religioso y no admite otros líderes que no sean los del Partido Comunista", insiste.
Finalmente, CPD recuerda que si bien la reforma de la Ley de Asociaciones figuraba en el Cronograma Legislativo aprobado por las autoridades de la Isla en 2019 y estaba prevista para su aprobación en julio de 2022, luego fue presentada como Ley de Formas Asociativas y pospuesta para diciembre de 2022.
No hay problema. Ya "Su Santidad" lo ha dicho: "Cuba es un símbolo," y lo dijo como un gran elogio.
Parece que los indios canadienses le pusieron algo en la pipa ...