Muere tras una larga huelga de hambre el activista de la UNPACU Pablo Moya Delá

Pablo Moya Delá, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) de 65 años, falleció la noche del jueves en el Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba, donde fue llevado en estado crítico por agentes de la Seguridad del Estado desde la prisión donde estaba, tras permanecer 40 días en huelga de hambre.

La muerte de Moya Delá es la segunda de un opositor en menos de una semana, tras el deceso del también miembro de la UNPACU Cristian Pérez Carmenate, coordinador de esa organización opositora en Las Tunas. Este último murió en un hospital de esa ciudad tras sufrir un grave deterioro de su salud mientras estuvo preso. Poco antes de fallecer había recibido una licencia extrapenal de las autoridades.

También Moya Delá había sido excarcelado hace poco más de una semana en un pésimo estado físico, luego de declararse en huelga de hambre en repudio a una golpiza que recibió a manos de presos comunes mientras estuvo encarcelado y exigiendo atención médica.

De acuerdo con declaraciones a Cubanet de Daineris Moya, hijo del fallecido, "a nosotros nos engañaron. Después de todo ese tiempo en que mi padre estuvo incomunicado, vinieron a nuestra vivienda dos agentes del MININT para decir que estaba en libertad e ingresado en el hospital. Cuando llegamos nos encontramos a otra persona, estaba totalmente irreconocible, un esqueleto. Y entonces nos dijeron que no estaba en libertad como tal, sino bajo una licencia extrapenal de seis meses".

"A él se lo llevaron para el hospital casi muerto, solo para limpiarse, para que no quedara como su responsabilidad, pero sí lo es. El mundo tiene que saber que ellos (las autoridades del régimen) son los únicos responsables" denunció el hijo del opositor.

Moya Delá había sido detenido en La Habana en 2020 por protestar de manera pacífica contra la imposición arbitraria de multas a las personas a manos de la Policía, así como por la falta de suministros de alimentos básicos. No obstante, fue condenado a tres años de prisión por el presunto delito de "evasión de impuestos" a la ONAT.

Después de la condena, fue trasladado a la prisión de Aguadores, en Santiago de Cuba, y dos meses después enviado a la cárcel de máxima seguridad de Boniato, con el presunto objetivo de ofrecerle mejor atención medica debido a sus problemas de salud.

"Ni atención médica ni especialistas encontró en este cruel camino, sólo verdugos al servicio del régimen", denunció Daineris. Su padre, según explicó, padecía de hipertensión arterial, arritmia cardíaca y atrofia muscular en una de sus manos debido a un trastorno neurológico.

En el muro de Facebook de José Daniel Ferrer, líder de la UNPACU que está encarcelado desde el pasado 11 de julio, su hermana Ana Belkis Ferrer compartió la noticia del deceso de Moya Delá.

"¿Cuántos hermanos más tendremos que perder?", cuestionó la activista, quien envió sus condolencias a los "familiares, amigos, vecinos y hermanos de ideas" del fallecido.

Por su lado, la UNPACU en sus redes señaló: "Reclamamos justicia para todos nuestros valientes hermanos de lucha, para todos los que su muerte ha sido responsabilidad directa o indirecta de la dictadura. Reclamamos el fin del sistema comunista en Cuba que hoy cobra la vida no solo de opositores sino de un pueblo que muere sin oxígeno en los hospitales".