América Latina aparece soslayada en la agenda de Biden en sus primeros 100 días

El frente interno, priorizando la vacunación masiva contra el Covid-19 y la recuperación económica, ha sido la gran prioridad de Joe Biden en sus primeros 100 días como presidente de EEUU. En política exterior el foco ha estado puesto en adversarios, tales como Rusia y China, y en la reconstrucción de la alianza con los aliados de la Unión Europea (UE) y Gran Bretaña.

América Latina y el Caribe, en su conjunto, salvo algunas acciones puntuales, no ha estado —en las primeras de cambio— entre las prioridades de la Casa Blanca. Esto lo apuntan analistas consultados por DIARIO DE CUBA.

"América Latina y el Caribe han estado en un segundo plano en sus prioridades, pero hubo pasos en torno a los temas de migración desde Centroamérica y conversaciones para frenar la presencia china en América Central", comenta Andrés Serbin, presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Buenos Aires.

Serbin sostiene que este foco de prioridades no es motivo de sorpresa, ya que en su campaña electoral anunció que dedicaría sus principales esfuerzos, desde la presidencia, "en acelerar la vacunación y en proveer de estímulos fiscales y financieros a la economía para que se recupere", tras los estragos producidos por la pandemia del coronavirus.

En su política hacia la región, siendo acorde con los lineamientos demócratas y en las antípodas de lo que fue el Gobierno de Donald Trump, Biden ha emitido señales en relación con la migración y los temas fronterizos.

Incluso en el caso de Venezuela, en el cual pese a todos los mensajes de Trump apoyando la causa democrática, su Gobierno no le dio protección especial a unos 300.000 venezolanos que están en situación irregular en EEUU, justamente como parte del éxodo tras la crisis que provocó el chavismo. Biden emitió un estatus temporal de protección para los venezolanos.

"La iniciativa de desmontar medidas migratorias inhumanas, reorientar las relaciones con México y suspender los acuerdos suscritos por Trump con Guatemala, El Salvador y Honduras para la contención de migrantes ha sido acompañada por la designación de altos funcionarios para atender esa dimensión de las relaciones con Centroamérica", destaca por su parte Elsa Cardozo.

En el caso particular de Cuba, tanto Cardozo como Serbin consideran que no está como prioridad el tema de las relaciones de Washington con el régimen castrista.

Cardozo, exdirectora tanto de la carrera como de la maestría en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, precisa que, aunque la propia diplomacia demócrata ha cuestionado la política de sanciones sobre Venezuela y Cuba, en ambos casos se han mantenido.

"En el primer caso, con renovado énfasis en la necesidad de demostrada disposición gubernamental a llegar a acuerdos con la oposición; en el segundo, declarando que Cuba —para la que el programa demócrata enunciaba un nuevo acercamiento—  no está entre las grandes prioridades", señala la académica y analista internacional.

Por su parte, el presidente del CRIES recalca que "el tema Cuba ha evidenciado muy pocos avances y ha habido un replanteo de la estrategia hacia el régimen de Nicolás Maduro". Efectivamente como lo señaló DIARIO DE CUBA en un análisis previo, la llegada de Biden significó un giro de 180 grados en relación con Venezuela y la Casa Blanca apuesta ahora por empujar una negociación, dejando de actuar en solitario y trabajando en sinergia con la UE y Noruega.

El enfoque multilateral que ahora caracteriza la política exterior de EEUU, en contraste con el unilateralismo de Trump, no se ha hecho realidad en América Latina y el Caribe.

"La ya demostrada intención de actuar multilateralmente, que se ha manifestado en varias rectificaciones internacionales como la del reacercamiento a Europa y a los socios del Indo-Pacífico, apenas se va asomando en Latinoamérica", sostiene Cardozo.

Por su parte, Serbin recuerda que el nuevo presidente estadounidense ha sido fiel a lo que anticipó en su campaña electoral en materia de política exterior, y en esa dirección ha dejado en claro que Rusia y China son las principales amenazas a la seguridad de EEUU.

Asimismo, "se ha concentrado en intentar reconstituir el liderazgo de EEUU a nivel global restaurando las alianzas con la Unión Europea, la OTAN y el QUAD en el Indo-Pacífico", según Serbin. El QUAD es un foro que reúne a Australia, Estados Unidos, India y Japón, todos preocupados por el ascenso de China en Asia-Pacífico.

Al sintetizar las señales de la Casa Blanca bajo Biden, Cardozo resalta el caso de Brasil bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, quien fue un abierto admirador de Trump. "Brasil no ha sido llamado ni visitado, en esto pesa la inacción ante deforestación amazónica y el mal manejo de la pandemia, que son a la postre dos temas centrales para el nuevo Gobierno de EEUU", remarca la académica.

Junto a eso, están las señales positivas. A juicio de Cardozo figuran "el contacto inicial de Biden como presidente electo con el presidente de Chile, la continuidad de la cercanía a Colombia, la reorientación de la relación con México y los acercamientos a Argentina y Uruguay".

Para Cardozo todas estas aristas "sugieren un esfuerzo por vencer resistencias, manejar divergencias y asentar coincidencias". Sin ser una gran prioridad para Washington, podría haber un horizonte de mayor acercamiento entre Biden y América Latina.