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Opinión

El dilema de Miguel Díaz-Canel

El presidente cubano llega desgastado a un congreso del Partido Comunista que debería nombrarlo como primer secretario.

Ciudad de Panamá
Miguel Díaz-Canel.
Miguel Díaz-Canel. Sputnik Mundo

Miguel Díaz-Canel llega desgastado al próximo congreso del Partido Comunista. Mal asunto para el presidente, justo cuando la cita es para nombrar al sustituto de Raúl Castro al frente del partido único. No pocos dudan que aquella especie de suerte por la que el propio general le bautizó como "el único superviviente" también alcance para presidir "la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado".

La llegada de Díaz-Canel en 2018 a la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros fue vista con cierta esperanza por muchos cubanos, entre los que no estuvieron los miles de holguineros víctimas de su "enfrentamiento a las ilegalidades de la vivienda", es decir, desalojos, cuando fue presidente del PCC en dicha provincia.

Según una encuesta realizada en Cuba por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, en 2019 la imagen del presidente era positiva para el 35,6%, mientras que para el 28,4% era negativa, y para el 27,4% de los encuestados resultaba "regular". Aunque las cifras no eran como para festejar, el nivel de rechazo no era tan alto, y eso, en términos políticos, es importante.

Cuando llevaba solamente tres meses como presidente, a mediados de 2018, el periodista Fernando Ravsberg escribió en su blog, en un artículo titulado "Las crisis que enfrenta el presidente", que Miguel Díaz-Canel estaba "corriendo en un campo de obstáculos, al que día a día le agregan nuevas vallas, cada vez más difíciles de saltar. Y esto ocurre cuando aún no se ha consolidado en el poder, cuando ni siquiera ha formado su gobierno".

Según se infiere del artículo de Ravsberg, habría una disensión interna contra el presidente que buscaba afectarle políticamente, reflejada en tres hechos: la filtración del video de una de sus conferencias con miembros del PCC, donde aparecía en el papel de censor de la prensa independiente; el tratamiento informativo dado en los medios oficiales a lo relacionado con la investigación del accidente aéreo; y el arbitrario encarcelamiento del Dr. Ariel Ruiz-Urquiola, hecho que fue condenado incluso por Silvio Rodríguez.

A raíz de su nombramiento, desde algunos sectores de la oposición optamos por no entrar en el debate sobre si era él quien realmente estaba al mando de Cuba. Tampoco caímos en el ataque o la burla personal.

Las hemerotecas están llenas de las acometidas que alguien tuvo que tragarse después; por ejemplo, las de la izquierda mediática española contra el ex presidente Adolfo Suárez. "¡Qué error, qué inmenso error!", exhibió el periódico El País en la pluma de Ricardo de la Cierva ante el nombramiento de Suárez como jefe de Gobierno por parte del Rey Juan Carlos. Luego, por cierto, el crítico de Suárez fue invitado por éste a formar parte de su gabinete democrático, como ministro de Cultura.

Pero entrados en 2021 pareciera quedar claro que Miguel Díaz-Canel no ha sido para Cuba lo que Suárez fue para España, y que, quizás, ni siquiera le ha pasado por la cabeza ocupar un lugar similar en la historia de nuestro país.

Cuba está empobrecida, las pocas medidas económicas de calado son erráticas, no ha hecho reformas políticas, la represión aumenta, y todos, Gobierno y sociedad, miran hacia el vecino del norte esperando un milagro. ¡Alguna responsabilidad tendrá el presidente!

La tángana del Parque Trillo en respuesta al Movimiento San Isidro y al 27N fue una huida hacia delante. El desparpajo con el que los ministros del Estado se refieren a otros ciudadanos y a temas vitales como la preocupación por los mayores, transmiten poca vocación de servicio. ¡Alguna responsabilidad tendrá el presidente!

En Cuba, aunque el descontento es grande, no existen mecanismos reales de rendición de cuenta de los dirigentes. Ahora mismo la mayor preocupación de Díaz-Canel es la ambición de algunos de sus copartidarios aspirantes a la sucesión de Raúl Castro, seguramente de algunos que no han dudado en amarrarle las manos y que ahora le reclamarán por no tocar bien la tumbadora.

Sin embargo, la crisis económica y financiera, el deterioro social, son variables a las que tendrá que responder el presidente en un ambiente en el que la enriquecida élite cada vez tiene menos conciencia de justicia social y en un contexto internacional cada vez más complicado.

El presidente sigue teniendo la oportunidad de hacer algo grande por su país. No tiene que ser Suárez, es verdad, aunque tampoco tiene que ser como Maduro.

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12 comentarios

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A ver amigos y realmente ustedes creyeron que Raul Castro era reformista luego de estar mas de 50 años apoyando incondicionalmente todas las decisiones de Fidel.??..en que momento creyeron que Diaz Canel podría jugar el papel de Adolfo Suarez.??..perdon pero quien haya seguido los acontecimientos de nuestro pais durante todos estos años tiene que tener muy claro que en Cuba gobierna la elite que asalto el poder en 1959 que desde hace muchos años juro que esta tierra era suya por derecho de conquista..eso esta declarado hace muchos años señores .. nadie mas que ocupe un cargo será vitalicio y estará en el mismo mientras responda a los intereses y al dictado diseñado y definido por la elite que podrán realizarse algunas reformas que coyunturalmente se requieran o los beneficien pero que nunca afecten sus privilegios de poder, ejemplos?? despenalización del dólar, inversión extranjera, viajes al exterior, una paladar todas dentro del statu quo, NO hay espacio para cambios en dictadura.

Mientras Raul Castro viva será el Jefe de Jefes, como lo fue Deng Xiaoping en China hasta que se murió de viejo con 94 años. Sea Díaz-Canel, o Marreroi, o algún gallo tapao militar, el numero uno será Raul Castro mientras viva.

Profile picture for user Ricardo E. Trelles

// Y ¿qué importa este pobre diablo Díaz-Canel? //
Y no creo que haya personaje alguno interesado en ser "el secretario general" del PCC.
Ya bastante candela y papelazos ha tenido en eso el otro pobre diablo... Raúl Castro.

En este relevo, Raúl le pasará la barra de metal de 30cm de largo y de 50g. de peso, ya bastante usada, a CANELO para que siga usándola como supositorio.

Profile picture for user Ares I

YC, dados a profetizar, o adelantar que sería del compañero puesto a dedo, podrías incluir otros elementos de análisis, como el nombramiento al espía-piña Gerardo Hernández como parte del CE. un ascenso vertiginoso como ningún otro en la historia dirigencial cubana, que no pocos influencers auguran como un "cambio de cabeza" en la nomenclatura, o fachada de "apertura democratica" de cara a una negociación con Biden.
Tampoco hablas del respaldo que tiene el Primer Ministro dentro de grupos de poder real dentro de la nomeclatura cubana, apoyo del que carece MDC, el cual solo cuenta con una antigua ponderación de raul, del cual muy poco sabemos de un tiempo acá o de su influencia.
Todo esto que te he mencionado pesa mas, a mi entender, que el proceso que comparas con españa.
Te falta mucho que analizar del panorama.

Profile picture for user Nico

El dilema de Díaz-Canel es que lo suban o lo bajen. O incluso que lo truenen sin más, lo que ya sería un trilema. El dilema del cubano en la Isla es muy simple: joderse o no haber nacido.

Profile picture for user Ana J. Faya

Al autor le cuesta trabajo entender qué es ese régimen con presidente y primer ministro como figuras administrativas de una bodega, donde Castro II, Gaesa y un par de adláteres deciden y mandan.
Si admite que en Cuba no hay mecanismos de rendición de cuentas, ¿quién, cómo y dónde le van a pedir responsabilidad al Designado? Él está cumpliendo con sus tareas, como un escolar sencillo.

Profile picture for user Gualterio Díaz

Que no pareciera claro desde su nombramiento que Díaz-Canel no sería un Adolfo Suárez refleja el despiste del autor con respecto al orden político en Cuba. Díaz-Canel no tiene dilema alguno: su carrilito único es actuar conforme al dictado del Buró Político al cual pertenece. Y por eso inferir una disensión interna a partir de un artículo de Ravsberg sí que plantea un dilema: hacer periodismo o andar con musarañas.

Las personas y circunstancia son distintas, pero las comparaciones, aunque suelen ser odiosas, a veces ayudan. En diferentes círculos diplomáticos europeos se esperó que MDC fuera algo distinto a lo anterior.
Hoy también lo descartariamos como el Gorbachov cubano.
Pero así es la vida Gualte, a veces hay que ser ingenuo y andar con musarañas. Para que la vida nos sorprenda. Despues de 62 años de iluminados, nadie se molestará conmigo. Eso creo.

YC: Si es Ud el autor como imagino por sus iniciales, pudiera preguntarle cual es su droga psicotropica favorita? Me vendria de lo mejor adquirir aunque sea quimicamente su estado de ingenuidad y extasis. Asi podria yo finalmente apreciar el mundo de color rosa, lleno de amor, ternura y esperanza. Es MDMA? Tramadol? ..

Diaz Canel es un miserable, tan asesino y esbirro como todos los militares que mantienen a aquel regimen. Solo hay que ver su mirada encendida de odio y rencor cuando ordena prohibiciones y castigos para darse cuenta que es igual o peor que los titiriteros que lo manejan.

Esperar de el un cambio bueno es solo posible bajo los efectos de una droga o habiendo sido afectado por ese trastorno mental tan comun en los tiempos que corren llamado estupidez suprema. No creo sea esto ultimo, asi que por favor no tenga pena en compartir el nombre de esa sustancia y ayudarnos a vivir en ese mundo magico e ingenuo que anhelamos todos.

Profile picture for user Cristinita

Lo que tienen es qie largarse todos y llevarse con ellos las cenizas con piedra incluida.

Profile picture for user Cristinita

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